Son cerca de 840 millones de pesos lo que hubiese ahorrado la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, si el proyecto de su sede bioclimática no hubiese tenido retrasos.

El director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, aseguró en entrevista con EL PILÓN que esa obra de infraestructura que tiene diseñada para ser amigable con el ambiente, le ahorraría unos 10 millones de pesos mensuales a la corporación por el concepto de arriendo, dinero que sería destinado a otros proyectos ambientales en el Cesar.

Desde 2009, la dirección a cargo de Virgilio Calderón Peña contrató la primera etapa del denominado proyecto piloto demostrativo de arquitectura bioclimática para Valledupar, dentro de la estrategia de aplicación de tecnología limpia o producción limpia, han pasado siete años (84 meses) y Corpocesar ha tenido inconvenientes por distintos conceptos, especialmente por la mala planificación en infraestructura y asignación de recursos.

“Es una obra que ha venido avanzando a pasos muy lentos, por diferentes motivos. Encontramos (2012) una obra construida a medias y sin unos diseños definitivos, además sin la planificación financiera y unos recursos para terminarlo”, declaró el director Kaleb Villalobos Brochel.

Al centro bioclimático le han invertido, hasta ahora, unos 7.000 millones de pesos y para terminarlo le hacen faltan cerca de 4.000 millones, es decir, que el edificio costaría aproximadamente 11.000 millones; en fase uno y dos, recursos que ya están asegurados a través de Corpocesar y el Órgano Colegiado de Administración y Decisión, Ocad, a través de la Gobernación del Cesar.

Cuando terminó la primera etapa, la Contraloría General de la República emitió un concepto sobre la edificación y ordenó suspender los trabajos en la misma para que Corpocesar actualizara el estudio de sismo-resistencia del edificio, además, reforzar vigas o columnas que ya estaban hechas.

“Se procedió a la suspensión, hubo que conseguir los recursos para contratar el estudio, esperar que terminara y luego ese estudio determinó que el edificio necesitaba unas obras de reforzamiento, que no estaban contempladas en el contrato inicial. Entonces, tocó convocar otro Ocad para conseguir los recursos, adicionarlos para que comenzara a funcionar. Fue una adición de 2.000 millones de pesos. En eso ha consistido lo retrasos de la segunda fase del proyecto”, aseguró Villalobos Brochel.

La primera etapa contratada en 2009 alcanzó una ejecución hasta el 2011, en un 42 %, y la segunda que está basada en las normas de sismo-resistencia vigentes presenta un avance de más o menos un 25%. Además de los inconvenientes de dinero, falta de planeación, entre otros, el contratista que ejecuta las obras actualmente presenta demoras y por consiguiente, el proyecto cada día está más dilatado.

“El contratista va lento en la ejecución del proyecto. Desde la Oficina Jurídica de la corporación se le abrió un proceso por incumplimiento y se le notificó; esperamos que se acelere los pasos o se decrete el incumplimiento. Nosotros estamos elegidos hasta diciembre de 2019 y el compromiso que se tiene es que el edificio se termine en agosto del año 2017. Ya se consiguió el adicional para el proyecto de reforzamiento, que en este momento se está terminando y así ajustar los diseños, para luego comenzar a fabricar la vidriería, el ascensor que es especial, y los acabados que requiere la obra”, puntualizó Kaleb Villalobos Brochel.

Aunque la comunidad ha criticado la falta de celeridad en las obras para el centro bioclimático, uno de los aspectos importantes es que Corpocesar en el marco del rediseño dejará el edificio como modelo 2017 y no como 2008, como se tenía planificado al inicio del contrato.

Falta de planeación

La Oficina de Planeación de la corporación rectora del medio ambiente en este departamento, asegura que hace un seguimiento puntual y periódico, donde la gobernación está reportando en los tiempos oportunos al Geosprois, entidad que hace el seguimiento a la fuente financiadora, que es el Sistema General de Regalías.

La primera etapa que no pudo culminarse, dio paso a una segunda que debía ser entregada en agosto de este año, pero no ha sido posible su terminación por la lentitud en la construcción que tiene un avance más o menos del 60 %.

En este proyecto solventado para probar la arquitectura bioclimática, aprovechando las ventajas ambientales de la región, inicialmente se invirtieron alrededor de 3.900 millones de pesos en la primera fase (Corpocesar con recursos de compensación del carbón del antiguo Sistema General de Regalías), después en la segunda fase se invirtieron alrededor de 6.600 millones de pesos (con el nuevo Sistema General de Regalías- recursos del Ocad, Corpocesar y la Gobernación) y se le hizo una adicional de 2.570 millones de pesos.

¿Qué dijo la Contraloría?

En el informe de auditoría hecho por la Corporación General de la República, por medio de la Contraloría Delegada del Medio Ambiente, entregado en junio de 2013, el ente de control advirtió como resultado del informe de auditoría a la vigencia 2011, la preocupación “Dimos a conocer nuestra preocupación por la sede de Corpocesar que se construye frente a la Feria Ganadera, “obra que inexplicablemente se fue retrasando demasiado”.

El órgano de control dijo que el proyecto inicialmente fue definido como sede con la innovadora tecnología de aplicación de sistemas bioclimáticos, pero después de aplicar mal los dineros provenientes de la compensación del carbón, lo enfocaron como proyecto bioclimático que eventualmente se puede utilizar como sede, “eso es solo un juego de palabras para hacer lo mismo”.

“En este contrato si no se continúa con el proyecto se puede dar un deterioro prematuro y comprometer la estabilidad de la obra en general, y no se lograría el objetivo que era construir un modelo piloto de edificio con prácticas operativas de producción limpias en el sector de la construcción”, diagnosticó la Contraloría.

El centro bioclimático tiene como fin hacer uso racional de energías (agua, luz, materiales, entre otras), lo cual busca disminuir el volumen de CO2 emitidos o gases de efecto invernadero que afectan el medio ambiente, y la finalidad de la obra consiste en disminuir los impactos de la urbanización y la construcción sobre el medio ambiente y el cambio climático, que se cumpliría con la construcción total del proyecto piloto.

La proyección estimada para su culminación era con unos 7.657 millones de pesos, según lo indicado en el resumen financiero del proyecto, para la cual en la vigencia 2013 se apropiaron 148 millones de pesos, lo que implicaba una gran inversión para el año 2014 de aproximadamente de 7.508,7 millones. Sin embargo, los costos llegaron a unos 11.000 millones de pesos que ya fueron asignados y están siendo ejecutados.

“En este sentido, la demora en la conclusión de este proyecto frente a la fecha programada para su entrada en operación, podría representar un detrimento a los recursos públicos por los pagos de vigilancia para la salvaguarda de esta edificación en construcción”, dijo la Contraloría Delegada del Medio Ambiente.

Proceso

La oficina jurídica de Corpocesar adelanta un proceso disciplinario en contra de la firma Proeza Consultores S.A.S., por el presunto incumplimiento contractual en que ha incurrido esa empresa ya que la interventoría de la sede bioclimática de Corpocesar, presentó un informe técnico en el que se refiere un atraso del 34.8 % de las actividades contratadas.

Ante el presunto incumplimiento de las obligaciones contractuales por parte de la empresa contratista, Corpocesar abrió el procedimiento administrativo mediante el cual intenta que se impongan las sanciones contempladas en la ley para que el contratista pueda cumplir con los deberes que le asisten.

¿Qué hace falta?

Según Planeación de Corpocesar falta terminar la edificación porque la corporación tiene los elementos de dotación. Falta la cubierta verde, el sistema de aguas residuales, el acabado de los pisos, las divisiones y ajustar un espacio para las comunidades indígenas que requieren un área con la visión cosmogónica y como parte del Consejo Directivo de Corpocesar.

Pide celeridad

El secretario de Ambiente Departamental, Andrés Arturo Fernández Cerchiario, señaló que en los últimos meses ha estado atento al proceso de la construcción del centro bioclimático, especialmente en el tema ambiental que todavía no se le ve futuro.

“El edificio bioclimático de Corpocesar sería un proyecto piloto de gran importancia a nivel nacional e internacional, puesto que será la primera edificación con elementos ambientales sostenibles. Desde esa manera será auto sostenible desde todos los paneles instalados, sus diseños son llamativos para el microclima de la edificación que generaría menor uso para climatizar, pero hemos conocido que es una edificación con inconvenientes en la construcción y Dios quiera, por todo el proceso que se ha llevado, sea entregado lo más pronto posible para comenzar a disfrutar de esta edificación. La celeridad aquí es necesaria porque no simplemente es un proyecto para Corpocesar, se convertirá en una sede para niños y la ciudadanía en general”, advirtió Fernández Cerchiario.

Las instalaciones del centro bioclimático tendrían capacidad para 150 funcionarios y un auditorio para 130 personas, con ellas se busca optimizar la utilización de recursos, reciclando las aguas para usarlas en lavamanos, sifones y fregaderos.

El centro bioclimático se construye sobre la vía Valledupar – La Paz, al costado izquierdo en sentido norte – sur, ahí deberían estar funcionado las instalaciones de Corpocesar desde el año 2010.

Hasta el momento van invertidos cerca de 5.800 millones de pesos en la primera fase, más 1.800 millones de la segunda fase, es decir, unos 7.000 millones de pesos en la sede bioclimática para Corpocesar.

600 millones de pesos costarían los enseres para la nueva sede de Corpocesar, con los que se adquirirán divisiones y muebles de oficinas.

“En este contrato si no se continúa con el proyecto se puede dar un deterioro prematuro y comprometer la estabilidad de la obra en general, y no se lograría el objetivo que era construir un modelo piloto de edificio con prácticas operativas de producción limpias en el sector de la construcción”: Contraloría.

Por Carlos Mario Jiménez
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