Por: Gonzalo Arzuza

El tema preocupante y espinoso del momento en el país, pero especialmente en nuestro Departamento es el de las regalías,  ya que es evidente que el gobierno nacional tiene en la mira las regalías como punto de apoyo para la generación de empleo, uno de los puntos del Programa de Gobierno del presidente Juan Manuel Santos; además de esto, para el cubrimiento de necesidades básicas insatisfechas dirigidas a las poblaciones más pobres de los departamentos del Caribe y, así en otras regiones del País que no son beneficiadas por la naturaleza con los recursos naturales que generan las tan preciadas regalías.
Primero esta el tema del Escalonamiento, que en términos sencillos es la distribución de regalías percibidas por los “excesos de producción” entre las regiones que no reciben regalías. Pero hay que tener claro que se entiende como  “excesos de producción”.
El  producido de la extracción del recurso natural tiene un tope exigido, por así decirlo, y cuando se cumple ese tope de producción lo que se extrae de ahí en adelante son los “excesos” (hago claridad que no son los términos técnicos); que son los que se distribuirían entre todos los departamentos sin derecho a regalías.
Por ejemplo, si el tope de producción de carbón es de 25 millones toneladas y siguiendo con el ejemplo en el departamento de El Cesar produce 33 millones toneladas, las 8 millones toneladas sobre producidas serían las que entrarían a Escalonarse entre los diferentes Departamentos del Caribe. Porque en el Corpes Costa Atlántica estipula que el 75% de las regalías sobre el carbón de “excesos de producción”, se repartirán entre los Departamentos Costeños que lo integran. En dinero es aproximadamente la bicoca de $114.000 millones.
Esta es una explicación básica para  entender que es el famoso Escalonamiento del cual tanto se habla y – de paso-, comprender  porque las fuerzas políticas y económicas del Cesar tienen que trabajar unidos para contrarrestar esta propuesta,  que como esta planteada,  va en detrimento de nuestros  intereses presupuestales, los de El Cesar, y que con esos recursos  que pretenden quitarnos, tendríamos garantizada la financiación de los macroproyectos que están planteados y que son necesarios para la reactivación económica regional. Por ejemplo: Los Besotes.
Claro está que la clase dirigente nacional, el Gobierno Central y el país en general, al ver el despilfarro al que se ha llegado en los municipios mineros y petroleros de Colombia, al igual que los diferentes departamentos que manejan las regalías, plantea este tipo de políticas represoras e intervencionistas, debido a la poca  sensatez y falta de compromiso al momento de invertir los dineros percibidos por este concepto, que está demás decir, es mucho, es demasiado. En el Cesar hemos visto malgastar esos dineros a manos llenas, enriqueciéndose unos pocos, pero las necesidades de nuestro pueblo son peores cada día, solo con ver como año tras año se inunda en invierno las mismas zonas causando estragos  y nadie hace nada.
El excremento del diablo, calificativo dado a los recursos naturales, definí en articulo de El Pilón, que hablaba de la maldición en general de los países y regiones que son beneficiadas por la naturaleza con recursos naturales en abundancia, pero sus pueblos, sus gentes padecen de una pobreza absoluta debido a la mala utilización de los dineros generados por ellas. Seguramente esa es la causa para impulsar ese tipo de políticas, y no es para menos, con tanto robispicio, las políticas se hacen más duras.
Para completar el panorama, observamos con extrañeza que el Departamento de El Cesar se da el lujo de permanecer con más de
$ 150.000 millones de pesos en bancos, sin utilizar, obstruyendo así el desarrollo, cuando hay  proyectos importantes de infraestructura esperando a ser  ejecutados (¿quien se queda con los rendimientos financieros generados por estos recursos?). Pero la actual administración, paquidérmica como pocas, no logra concretar nada. Esta es sin duda, otra razón que esgrime el Gobierno Nacional y  es seguro, también esbozaran los ponentes de proyectos como el de Escalonamiento, que en el fondo son injustas, porque castigan a un pueblo por la ineptitud de sus gobernantes de turno. Pregunto: ¿Y cuándo venga un gobierno de verdad eficiente y ejecutor qué?.
Debemos actuar con celeridad frente al proyecto de Escalonamiento inicialmente presentado, y pedirles a nuestros Representantes y  Senadores de la República, junto con los Diputados del Departamento, los Concejales de los diferentes Municipios y todas las fuerzas vivas de la sociedad, intervenir lo antes posible para buscar  que el proyecto  afecte negativamente lo menos posible al Cesar. Agradecimientos al Diputado Eduardo Esquivel y José Carmelo Galeano.