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Crónica - 5 febrero, 2017

El futbolista que hizo descender al diablo vive en Valledupar

André Vieira es un exfutbolista brasilero de 32 años que llegó hace siete años a Colombia, para quedarse. El delantero demostró su habilidad con la esférica, siendo pieza clave en los equipos Independiente Medellín, Patriota, Bucaramanga, Pereira y deportes Quindío.

André Vieria es un hombre afable, con muchas ganas de ayudar a los niños de la región.
André Vieria es un hombre afable, con muchas ganas de ayudar a los niños de la región.

André Vieira es un exfutbolista brasilero de 32 años que llegó hace siete años a Colombia, para quedarse. El delantero demostró su habilidad con la esférica, siendo pieza clave en los equipos Independiente Medellín, Patriota, Bucaramanga, Pereira y deportes Quindío.

Pero su mayor hazaña la realizó siendo parte del equipo Patriotas de Boyacá. La noche del 17 de diciembre de 2011 quedó grabada como un momento histórico no solo para el fútbol colombiano sino para esta estrella brasilera.

El exfutbolista extraña sus días en las canchas como profesional, pero disfruta de la labor que está llevando a cabo con los niños.

Su pecho se infla de orgullo al recordar que gracias al gol de penal que marcó, el equipo de América de Cali se fue a la B y Patriotas subió a la A, posición en la que se ha mantenido el equipo boyacense.

El talentoso hombre encontró el amor por este deporte a la edad de16 años, cuando en una cancha de Sao Paulo, su ciudad natal. En compañía de su tío pasaba largas horas jugando y a la vez imaginándose llegar a equipos profesionales.

“Un tío jugaba fútbol, yo lo acompañaba a las canchas y desde ahí le tomé amor a este deporte, cuando uno nace en Brasil es como si viniera con un balón en los pies”, contó André con la espontaneidad que lo caracteriza.

Debutó como profesional en el año 2008 con Caxias do Sul, donde se mantuvo hasta mediados de 2010, luego se fue a probar suerte al fútbol Japonés, sin llegar a firmar ningún contrato.
Pero Colombia, donde sí obtuvo su gloria, no solo le dejó grandes y gratos recuerdos con el fútbol, también le entregó una familia que ama el deporte; conformada por dos niños y su esposa vallecaucana.

Sara, su niña menor práctica el patinaje, Sergio a sus 9 años ya demuestra la agilidad con el balón, destacándose como volante seis, y su esposa es su mano derecha con quien comparte también sus largas caminatas matutinas.

Luego de sus ocho años como jugador profesional, se retiró tras una lesión en su rodilla pero como todo buen amante y apasionado de la profesión que le ha dado alegrías y tristezas comparte hoy el talento desde su escuela de fútbol Semilla de Brasil, conformada hace más de un año, aproximadamente.

Con más de 50 niños en la escuela, en el complejo deportivo Comfacesar, no solo enseña técnicas de fútbol sino que hace alusión al nombre de ésta dejándole semillas de valores, inculcándole que lo primero es la educación y la disciplina.

“La vida mía es el fútbol, llevo una rutina muy saludable, me gusta salir todos los días a caminar entre 4 a 7 kilómetros, por eso quiero que los niños que hacen parte de la escuela entiendan que este deporte requiere además de pasión, amor, mucha disciplina y todo esto va de la mano de una buena educación”.

El también licenciado en educación física, sueña con hacer intercambios entre los jóvenes de Colombia y los brasileños para que el talento de estas pequeñas estrellas no se quede en el ámbito local.

El fútbol como herramienta solidaria

El futbolista que hizo descender al diablo vive en Valledupar

Vieria hoy está trabajando además por los niños de escasos recursos de corregimientos de Valledupar y otras ciudades, entregando a más de 200 niños alimento, entrenamientos físicos y mentales.

“En los niños de pocos recursos económicos hay muchísimo talento, lo que falta es encontrar más apoyo, no solo en la parte deportiva sino en cuanto a las necesidades básicas; una buena alimentación, educación y vestimenta. Ver a estos pequeños jugar a pie descalzo me hace recordar a mi niñez, que sin importar las circunstancias, al ver un balón lo único que importaba era marcar goles y divertirse entre amigos”, dijo el altruista mientras sostenía en sus manos un balón de fútbol.

En su aun prematuro proceso con la fundación Semilla de Brasil, André se está aliando con la iglesia La Gran Comisión, la cual le aportó médico deportologo y psicólogo para traer a los niños durante un año a Valledupar a una casa-hogar, y así tengan un mejor entrenamiento.

“He vivido en varias ciudades de Colombia, acá a pesar de los problemas sociales y económicos que he encontrado también observo mucho talento, por eso mi anhelo es poder ayudarlos, conseguir recursos para tenerlos en la ciudad durante un año, preparándolos mental y físicamente”, recalcó.

Conversar con Vieria es transportarse a ese mundo futbolístico que une comunidades enteras alrededor de una pantalla de televisión o un estadio. Ese mismo que les ha abierto las puertas a muchos colombianos. Él, con su aún marcado acento portugués invita a los niños a seguir trabajando por conseguir sus sueños, así mismo a los padres para que los apoyen y respalden.

Con más de 50 niños en su escuela, en el complejo deportivo Comfacesar, no solo enseña técnicas de fútbol sino que hace alusión al nombre de ésta dejándole semillas de valores, inculcándole que lo primero es la educación y la disciplina.

Clubes a los que perteneció el brasilero

Club- País -Año- Partidos- Goles

Caxias do Sul
Brasil
2008-2010
?
?

Patriotas Boyacá
Colombia
2010-2012
36
11

Deportes Quindio
Colombia
2013
26
2

Deportivo Pereira
Colombia
2014
10
0
Tomado de internet.

Por Jennifer Polo/ EL PILÓN

 

Crónica
5 febrero, 2017

El futbolista que hizo descender al diablo vive en Valledupar

André Vieira es un exfutbolista brasilero de 32 años que llegó hace siete años a Colombia, para quedarse. El delantero demostró su habilidad con la esférica, siendo pieza clave en los equipos Independiente Medellín, Patriota, Bucaramanga, Pereira y deportes Quindío.


André Vieria es un hombre afable, con muchas ganas de ayudar a los niños de la región.
André Vieria es un hombre afable, con muchas ganas de ayudar a los niños de la región.

André Vieira es un exfutbolista brasilero de 32 años que llegó hace siete años a Colombia, para quedarse. El delantero demostró su habilidad con la esférica, siendo pieza clave en los equipos Independiente Medellín, Patriota, Bucaramanga, Pereira y deportes Quindío.

Pero su mayor hazaña la realizó siendo parte del equipo Patriotas de Boyacá. La noche del 17 de diciembre de 2011 quedó grabada como un momento histórico no solo para el fútbol colombiano sino para esta estrella brasilera.

El exfutbolista extraña sus días en las canchas como profesional, pero disfruta de la labor que está llevando a cabo con los niños.

Su pecho se infla de orgullo al recordar que gracias al gol de penal que marcó, el equipo de América de Cali se fue a la B y Patriotas subió a la A, posición en la que se ha mantenido el equipo boyacense.

El talentoso hombre encontró el amor por este deporte a la edad de16 años, cuando en una cancha de Sao Paulo, su ciudad natal. En compañía de su tío pasaba largas horas jugando y a la vez imaginándose llegar a equipos profesionales.

“Un tío jugaba fútbol, yo lo acompañaba a las canchas y desde ahí le tomé amor a este deporte, cuando uno nace en Brasil es como si viniera con un balón en los pies”, contó André con la espontaneidad que lo caracteriza.

Debutó como profesional en el año 2008 con Caxias do Sul, donde se mantuvo hasta mediados de 2010, luego se fue a probar suerte al fútbol Japonés, sin llegar a firmar ningún contrato.
Pero Colombia, donde sí obtuvo su gloria, no solo le dejó grandes y gratos recuerdos con el fútbol, también le entregó una familia que ama el deporte; conformada por dos niños y su esposa vallecaucana.

Sara, su niña menor práctica el patinaje, Sergio a sus 9 años ya demuestra la agilidad con el balón, destacándose como volante seis, y su esposa es su mano derecha con quien comparte también sus largas caminatas matutinas.

Luego de sus ocho años como jugador profesional, se retiró tras una lesión en su rodilla pero como todo buen amante y apasionado de la profesión que le ha dado alegrías y tristezas comparte hoy el talento desde su escuela de fútbol Semilla de Brasil, conformada hace más de un año, aproximadamente.

Con más de 50 niños en la escuela, en el complejo deportivo Comfacesar, no solo enseña técnicas de fútbol sino que hace alusión al nombre de ésta dejándole semillas de valores, inculcándole que lo primero es la educación y la disciplina.

“La vida mía es el fútbol, llevo una rutina muy saludable, me gusta salir todos los días a caminar entre 4 a 7 kilómetros, por eso quiero que los niños que hacen parte de la escuela entiendan que este deporte requiere además de pasión, amor, mucha disciplina y todo esto va de la mano de una buena educación”.

El también licenciado en educación física, sueña con hacer intercambios entre los jóvenes de Colombia y los brasileños para que el talento de estas pequeñas estrellas no se quede en el ámbito local.

El fútbol como herramienta solidaria

El futbolista que hizo descender al diablo vive en Valledupar

Vieria hoy está trabajando además por los niños de escasos recursos de corregimientos de Valledupar y otras ciudades, entregando a más de 200 niños alimento, entrenamientos físicos y mentales.

“En los niños de pocos recursos económicos hay muchísimo talento, lo que falta es encontrar más apoyo, no solo en la parte deportiva sino en cuanto a las necesidades básicas; una buena alimentación, educación y vestimenta. Ver a estos pequeños jugar a pie descalzo me hace recordar a mi niñez, que sin importar las circunstancias, al ver un balón lo único que importaba era marcar goles y divertirse entre amigos”, dijo el altruista mientras sostenía en sus manos un balón de fútbol.

En su aun prematuro proceso con la fundación Semilla de Brasil, André se está aliando con la iglesia La Gran Comisión, la cual le aportó médico deportologo y psicólogo para traer a los niños durante un año a Valledupar a una casa-hogar, y así tengan un mejor entrenamiento.

“He vivido en varias ciudades de Colombia, acá a pesar de los problemas sociales y económicos que he encontrado también observo mucho talento, por eso mi anhelo es poder ayudarlos, conseguir recursos para tenerlos en la ciudad durante un año, preparándolos mental y físicamente”, recalcó.

Conversar con Vieria es transportarse a ese mundo futbolístico que une comunidades enteras alrededor de una pantalla de televisión o un estadio. Ese mismo que les ha abierto las puertas a muchos colombianos. Él, con su aún marcado acento portugués invita a los niños a seguir trabajando por conseguir sus sueños, así mismo a los padres para que los apoyen y respalden.

Con más de 50 niños en su escuela, en el complejo deportivo Comfacesar, no solo enseña técnicas de fútbol sino que hace alusión al nombre de ésta dejándole semillas de valores, inculcándole que lo primero es la educación y la disciplina.

Clubes a los que perteneció el brasilero

Club- País -Año- Partidos- Goles

Caxias do Sul
Brasil
2008-2010
?
?

Patriotas Boyacá
Colombia
2010-2012
36
11

Deportes Quindio
Colombia
2013
26
2

Deportivo Pereira
Colombia
2014
10
0
Tomado de internet.

Por Jennifer Polo/ EL PILÓN