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Columnista - 21 enero, 2011

El apuesto supuesto puesto

Tiro de chorro puesto Por Edgardo Mendoza Guerra El tema puede ser de empleabilidad, psicología social, o simplemente de costumbre, para bien o para mal; pero cada persona aspira a tener un puesto, ya sea en el bus, en la sociedad, en la empresa y hasta en la cama. Ahora, con el año político que […]

Tiro de chorro puesto

Por Edgardo Mendoza Guerra
El tema puede ser de empleabilidad, psicología social, o simplemente de costumbre, para bien o para mal; pero cada persona aspira a tener un puesto, ya sea en el bus, en la sociedad, en la empresa y hasta en la cama.
Ahora, con el año político que se inicia, más del 90 por ciento está pendiente de un puesto, por ello los políticos, que entre  sus actividades está dar y ofrecer puestos, la cosa es algo complicada de materializarse, pero muy fácil de ofrecer, al fin y al cabo su misión es dar esperanzas a sus allegados ideológicos y a los pueblos, en general; es legal, siempre  ha sido así y seguirá por muchos años para bien de todos.
Haga un simple ejercicio de bus urbano (cuando vuelvan al Valle) y verá cómo la gente reclama su puesto, si por alguna circunstancia lo pierde. En los paseos de río, si usted llega primero o toma el lugar, alguien reclamará: “ese siempre ha sido mi puesto”; en las lavanderas de antes, eso era sagrado.
Al trabajar para una empresa, sus amigos preguntarán qué puesto tiene; en la Gobernación y alcaldías, todas las peleas son por puestos. ¿Recuerdan en los días de Canosa, cuando todos los secretarios se atornillaban a sus puestos y nadie quería dejarlo?, ni qué decir hoy, nadie quiere dejar el puesto.
La suegras suelen decir de sus yernos: “ese tipo es importante, ha tenido buenos puestos”. Recordemos a los Namén nuestros, a los Valencia Cossio paisas, que no tuvieron partida de nacimiento sino de nombramiento, los Castro de antes, los Araujo de siempre, con Alfonso Araujo Cotes y toda su descendencia, los Campo, etc., creo que sigue igual, pero siempre están en sus puestos. Y bien puestos.
En una persona normal, las posibilidades siguen intactas, las esperanzas iguales y las expectativas constantes para el supuesto puesto. En política, por ejemplo, en pocos días nos llenaremos de afiches, pasacalles, discursos, todos pendientes al puesto.
Apuesto que a Arturo Calderón no lo miran igual si no tiene el apoyo de las apuestas; siendo que no es un tipo apuesto, hace rato quiere el puesto, pero parece que el jefe  de las apuestas está algo indispuesto; es más, dicen que no gastará su presupuesto por ese puesto.
Luis Alberto Monsalvo, Oscar Guerra, Salazar, Quintín Quintero, Chichi, Ape Cuello, y cien más, están en búsqueda o espera de un puesto.
Si  eres  hombre apuesto, seguro encontrarás damas que ofrecerá posturas e imposturas por darle un puesto, si tiene suerte lo llevará a sus aposentos, señalará su puesto y lo dejará en su puesto por un buen tiempo. Si es una chica apuesta, claro que tendrá mejores puestos, inspirará mejores posturas y dependiendo sus oficios la pueden dejar  sin puesto.
Cuántas veces escuchamos a mucha gente diciendo: “Conmigo las cosas son como son, por que yo si los pongo en su puesto”, o “esa muchacha tan bonita y no fue capaz de conseguir un puesto, en cambio aquella  fea  tiene un puestazo y  hasta consigue puestos a sus familiares”.
Los matrimonios están en sus peores días cuando alguien  no tiene puesto. Las administraciones públicas, casi siempre manejan bien los puestos y mal sus impuestos,  se han visto casos que por no pagar impuestos, no se generan presupuestos para poner las cosas en su puesto y conseguir puestos. En la actual Alcaldía vallenata, dicen que a quien recaudó los impuestos lo sacaron del puesto, para no darle presupuesto.
Hay un supuesto político, ahora que las administraciones están en su último año, donde quienes no apoyaron o no se sintieron apoyados, simplemente dicen: Faltan once meses para que termine el puesto y vamos a ver si la gente estará detrás de ellos buscando puesto; ahí si que tiene que ocupar su puesto.
Todos tenemos derecho a estar posicionados, a tener posesiones, a un supuesto puesto. Incluso a estar indispuesto, pero menos para aceptar un puesto. Hasta yo sin ser apuesto, aspiro a un buen puesto para apostar a ser apuesto y conocer el presupuesto. Apuesto a que sí, de lo contrario valen un tiesto, que es palabra parecida.

P.D.
A propósito, un periodista nuestro, no apuesto, se casará esta semana, y sólo por que la novia tiene puesto, y  a él, un Congresista le dio un puesto, aunque necesita y merece mejor presupuesto.

Columnista
21 enero, 2011

El apuesto supuesto puesto

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Edgardo Mendoza Guerra

Tiro de chorro puesto Por Edgardo Mendoza Guerra El tema puede ser de empleabilidad, psicología social, o simplemente de costumbre, para bien o para mal; pero cada persona aspira a tener un puesto, ya sea en el bus, en la sociedad, en la empresa y hasta en la cama. Ahora, con el año político que […]


Tiro de chorro puesto

Por Edgardo Mendoza Guerra
El tema puede ser de empleabilidad, psicología social, o simplemente de costumbre, para bien o para mal; pero cada persona aspira a tener un puesto, ya sea en el bus, en la sociedad, en la empresa y hasta en la cama.
Ahora, con el año político que se inicia, más del 90 por ciento está pendiente de un puesto, por ello los políticos, que entre  sus actividades está dar y ofrecer puestos, la cosa es algo complicada de materializarse, pero muy fácil de ofrecer, al fin y al cabo su misión es dar esperanzas a sus allegados ideológicos y a los pueblos, en general; es legal, siempre  ha sido así y seguirá por muchos años para bien de todos.
Haga un simple ejercicio de bus urbano (cuando vuelvan al Valle) y verá cómo la gente reclama su puesto, si por alguna circunstancia lo pierde. En los paseos de río, si usted llega primero o toma el lugar, alguien reclamará: “ese siempre ha sido mi puesto”; en las lavanderas de antes, eso era sagrado.
Al trabajar para una empresa, sus amigos preguntarán qué puesto tiene; en la Gobernación y alcaldías, todas las peleas son por puestos. ¿Recuerdan en los días de Canosa, cuando todos los secretarios se atornillaban a sus puestos y nadie quería dejarlo?, ni qué decir hoy, nadie quiere dejar el puesto.
La suegras suelen decir de sus yernos: “ese tipo es importante, ha tenido buenos puestos”. Recordemos a los Namén nuestros, a los Valencia Cossio paisas, que no tuvieron partida de nacimiento sino de nombramiento, los Castro de antes, los Araujo de siempre, con Alfonso Araujo Cotes y toda su descendencia, los Campo, etc., creo que sigue igual, pero siempre están en sus puestos. Y bien puestos.
En una persona normal, las posibilidades siguen intactas, las esperanzas iguales y las expectativas constantes para el supuesto puesto. En política, por ejemplo, en pocos días nos llenaremos de afiches, pasacalles, discursos, todos pendientes al puesto.
Apuesto que a Arturo Calderón no lo miran igual si no tiene el apoyo de las apuestas; siendo que no es un tipo apuesto, hace rato quiere el puesto, pero parece que el jefe  de las apuestas está algo indispuesto; es más, dicen que no gastará su presupuesto por ese puesto.
Luis Alberto Monsalvo, Oscar Guerra, Salazar, Quintín Quintero, Chichi, Ape Cuello, y cien más, están en búsqueda o espera de un puesto.
Si  eres  hombre apuesto, seguro encontrarás damas que ofrecerá posturas e imposturas por darle un puesto, si tiene suerte lo llevará a sus aposentos, señalará su puesto y lo dejará en su puesto por un buen tiempo. Si es una chica apuesta, claro que tendrá mejores puestos, inspirará mejores posturas y dependiendo sus oficios la pueden dejar  sin puesto.
Cuántas veces escuchamos a mucha gente diciendo: “Conmigo las cosas son como son, por que yo si los pongo en su puesto”, o “esa muchacha tan bonita y no fue capaz de conseguir un puesto, en cambio aquella  fea  tiene un puestazo y  hasta consigue puestos a sus familiares”.
Los matrimonios están en sus peores días cuando alguien  no tiene puesto. Las administraciones públicas, casi siempre manejan bien los puestos y mal sus impuestos,  se han visto casos que por no pagar impuestos, no se generan presupuestos para poner las cosas en su puesto y conseguir puestos. En la actual Alcaldía vallenata, dicen que a quien recaudó los impuestos lo sacaron del puesto, para no darle presupuesto.
Hay un supuesto político, ahora que las administraciones están en su último año, donde quienes no apoyaron o no se sintieron apoyados, simplemente dicen: Faltan once meses para que termine el puesto y vamos a ver si la gente estará detrás de ellos buscando puesto; ahí si que tiene que ocupar su puesto.
Todos tenemos derecho a estar posicionados, a tener posesiones, a un supuesto puesto. Incluso a estar indispuesto, pero menos para aceptar un puesto. Hasta yo sin ser apuesto, aspiro a un buen puesto para apostar a ser apuesto y conocer el presupuesto. Apuesto a que sí, de lo contrario valen un tiesto, que es palabra parecida.

P.D.
A propósito, un periodista nuestro, no apuesto, se casará esta semana, y sólo por que la novia tiene puesto, y  a él, un Congresista le dio un puesto, aunque necesita y merece mejor presupuesto.