Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 11 febrero, 2016

El agua neutra

El concepto de agua neutra fue presentado en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo en 2002. Tiene como propósito estimular a los individuos y las empresas para que disminuyan aquellas actividades que consumen grandes cantidades de agua y las compensen invirtiendo en tecnologías que la ahorren, protejan el medio ambiente, den tratamiento […]

El concepto de agua neutra fue presentado en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo en 2002. Tiene como propósito estimular a los individuos y las empresas para que disminuyan aquellas actividades que consumen grandes cantidades de agua y las compensen invirtiendo en tecnologías que la ahorren, protejan el medio ambiente, den tratamiento a los desechos y suministren agua específicamente en países no desarrollados que carecen de suministros apropiados. De esta manera los efectos negativos se equilibrarían y resultaría un uso del agua “neutro”. En otras palabras, el consumo de agua neutra o su producción corregiría las consecuencias negativas sociales y ambientales que genera el uso actual del agua.

El principio del concepto de agua neutra es que una persona, comunidad o empresa reduzcan su huella del agua tanto como puedan y paguen una cantidad justa de dinero por la huella residual que ya no puedan disminuir más. Por ejemplo, un turista, un hombre o una mujer de negocios que visita un país que sufre de escasez de agua, donde muchas personas no tienen acceso a ellas, trataría de “neutralizar” el uso que haga del agua durante su estancia invirtiendo en proyectos que mejoren la sostenibilidad y equidad en el empleo del recurso.

Hay que hacer notar que, en estricto sentido el término “agua neutra” no es muy claro y puede conducir a interpretaciones erróneas; sin embargo, las ideas subyacentes son: a) siempre existe la posibilidad de disminuir la huella del agua, aunque no sea posible hacerla equivalente a cero, b) la contaminación puede prevenirse en gran medida, y c) mucha del agua empleada en los procesos industriales puede recircularse.

Muchos procesos, como la producción de granos, necesariamente requieren agua y es difícil ver cómo podría neutralizarse el agua en ellos. Siempre habrá un remanente de huella del agua, aun cuando se tomen todas las medidas técnicas y económicamente posibles. En ese sentido, nunca se podrá decir que el agua es completamente neutra, como puede serlo la huella del carbono (es decir, es posible generar energía sin emitir carbono, como en una planta nuclear). Para ser agua neutra existen dos requerimientos mínimos: 1) debe haberse hecho todo lo “razonablemente posible” para reducir la huella generada y 2) la huella de agua residual debe nulificarse con inversiones que soporten proyectos para promover el uso sostenible y equitativo del agua.

Las inversiones pueden realizarse ya sea por acciones propias o bien aportando fondos de proyecto de terceros.

El monto de la inversión deberá ser en función de la vulnerabilidad de la región donde la huella residual del agua se localiza.

No podemos perder de vista que las sociedades han adquirido su forma gracias a este elemento. El agua soporta la vida, pero también es una vía de comunicación, fue una divinidad en la antigüedad, es causa de bienestar y también de algunos desastres.

Columnista
11 febrero, 2016

El agua neutra

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

El concepto de agua neutra fue presentado en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo en 2002. Tiene como propósito estimular a los individuos y las empresas para que disminuyan aquellas actividades que consumen grandes cantidades de agua y las compensen invirtiendo en tecnologías que la ahorren, protejan el medio ambiente, den tratamiento […]


El concepto de agua neutra fue presentado en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo en 2002. Tiene como propósito estimular a los individuos y las empresas para que disminuyan aquellas actividades que consumen grandes cantidades de agua y las compensen invirtiendo en tecnologías que la ahorren, protejan el medio ambiente, den tratamiento a los desechos y suministren agua específicamente en países no desarrollados que carecen de suministros apropiados. De esta manera los efectos negativos se equilibrarían y resultaría un uso del agua “neutro”. En otras palabras, el consumo de agua neutra o su producción corregiría las consecuencias negativas sociales y ambientales que genera el uso actual del agua.

El principio del concepto de agua neutra es que una persona, comunidad o empresa reduzcan su huella del agua tanto como puedan y paguen una cantidad justa de dinero por la huella residual que ya no puedan disminuir más. Por ejemplo, un turista, un hombre o una mujer de negocios que visita un país que sufre de escasez de agua, donde muchas personas no tienen acceso a ellas, trataría de “neutralizar” el uso que haga del agua durante su estancia invirtiendo en proyectos que mejoren la sostenibilidad y equidad en el empleo del recurso.

Hay que hacer notar que, en estricto sentido el término “agua neutra” no es muy claro y puede conducir a interpretaciones erróneas; sin embargo, las ideas subyacentes son: a) siempre existe la posibilidad de disminuir la huella del agua, aunque no sea posible hacerla equivalente a cero, b) la contaminación puede prevenirse en gran medida, y c) mucha del agua empleada en los procesos industriales puede recircularse.

Muchos procesos, como la producción de granos, necesariamente requieren agua y es difícil ver cómo podría neutralizarse el agua en ellos. Siempre habrá un remanente de huella del agua, aun cuando se tomen todas las medidas técnicas y económicamente posibles. En ese sentido, nunca se podrá decir que el agua es completamente neutra, como puede serlo la huella del carbono (es decir, es posible generar energía sin emitir carbono, como en una planta nuclear). Para ser agua neutra existen dos requerimientos mínimos: 1) debe haberse hecho todo lo “razonablemente posible” para reducir la huella generada y 2) la huella de agua residual debe nulificarse con inversiones que soporten proyectos para promover el uso sostenible y equitativo del agua.

Las inversiones pueden realizarse ya sea por acciones propias o bien aportando fondos de proyecto de terceros.

El monto de la inversión deberá ser en función de la vulnerabilidad de la región donde la huella residual del agua se localiza.

No podemos perder de vista que las sociedades han adquirido su forma gracias a este elemento. El agua soporta la vida, pero también es una vía de comunicación, fue una divinidad en la antigüedad, es causa de bienestar y también de algunos desastres.