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Columnista - 23 enero, 2013

El 2013, hasta ahora, más mal que bien

Para la mayoría de la gente el número 13 es augurio de calamidades. Es como una fatalidad de la cual muy pocos salen bien librados. Al respecto, en el poco recorrido del año 2013, los malos acontecimientos

 

 POR JOSÉ ROMERO CHURIO

Para la mayoría  de la gente el número 13 es augurio de calamidades. Es como una fatalidad de la cual muy pocos salen bien librados. Al respecto, en el poco recorrido del año 2013, los malos acontecimientos, desgraciadamente, han superado con creces a las buenas actuaciones; es decir, hasta ahora, tal predestinación se viene cumpliendo.

Lo más lamentable es la muerte violenta de 105 niños en los primeros 21 días de este año en nuestro país, así lo reveló el martes pasado el director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Eduardo Valdés, quien afirmó que el homicidio es la principal causa de muerte de niños.

En Valledupar se llora el asesinato del  joven Alex Johan Camacho Meza de 12 años de edad, cuyo cadáver fue encontrado en un lote enmontado del norte de la ciudad, el 19 de este mes, tres días después de que su familia denunciara su desaparición.

Sobre este doloroso suceso, El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), seccional Cesar en cabeza del abogado Alberto Esmeral Ariza, solicitó a la Fiscalía una investigación a fondo con el ánimo de que se conozca al autor de tan abominable crimen y para que se aplique la sanción pertinente.

En el corto tiempo de este año se ha ejecutado un considerable número de masacres con saldo de muchos muertos. Una de estas masacres se llevó a cabo en Tierra Alta (Córdoba), de donde, según  pobladores y autoridades locales, unos hombres armados que dijeron pertenecer a la bacrim de los ‘Urabeños’, secuestraron a seis personas que posteriormente fueron encontradas asesinadas.

Y lo peor está por venir, con el resurgimiento del paramilitarismo, el endurecimiento de las Farc  y la permanencia de los narcotraficantes cada vez más violentos, quienes por el abundante dinero producto de sus actividades ilícitas cometen toda clase de delitos, incluso con la complicidad de algunas autoridades.

Por otro lado, la delincuencia común ha quedado sin control, pues las cárceles  no son suficientes para albergar la multitud de delincuentes, por lo cual son liberados, y en consecuencia aumentan los robos callejeros, los atracos a mano armada con sucesivos asesinatos.

Sin embargo, la mayoría de los políticos en vez de preocuparse por tan caótica y peligrosa situación, más bien andan interesados en buscar sus reelecciones con la intención de seguir usufructuando los bienes del Estado y, por ende, limitando el bienestar general, lo que induce a más delincuencia y violencia.

En fin, cabe preguntar ¿será qué así, en nuestro país tendremos paz?, no creo, mientras los políticos no dejen de pelearse por adueñarse del patrimonio público  de todos los colombianos, y lo más grave aún, permitan que extranjeros se lo tomen, recibiéndoles   dádivas como recompensas individuales.

Si esto es apenas  comenzando el año, como será en diciembre que todo el mundo necesita dinero para las celebraciones y compra de regalos. Que Dios nos ampare de tantos desafueros.  

 

Columnista
23 enero, 2013

El 2013, hasta ahora, más mal que bien

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

Para la mayoría de la gente el número 13 es augurio de calamidades. Es como una fatalidad de la cual muy pocos salen bien librados. Al respecto, en el poco recorrido del año 2013, los malos acontecimientos


 

 POR JOSÉ ROMERO CHURIO

Para la mayoría  de la gente el número 13 es augurio de calamidades. Es como una fatalidad de la cual muy pocos salen bien librados. Al respecto, en el poco recorrido del año 2013, los malos acontecimientos, desgraciadamente, han superado con creces a las buenas actuaciones; es decir, hasta ahora, tal predestinación se viene cumpliendo.

Lo más lamentable es la muerte violenta de 105 niños en los primeros 21 días de este año en nuestro país, así lo reveló el martes pasado el director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Eduardo Valdés, quien afirmó que el homicidio es la principal causa de muerte de niños.

En Valledupar se llora el asesinato del  joven Alex Johan Camacho Meza de 12 años de edad, cuyo cadáver fue encontrado en un lote enmontado del norte de la ciudad, el 19 de este mes, tres días después de que su familia denunciara su desaparición.

Sobre este doloroso suceso, El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), seccional Cesar en cabeza del abogado Alberto Esmeral Ariza, solicitó a la Fiscalía una investigación a fondo con el ánimo de que se conozca al autor de tan abominable crimen y para que se aplique la sanción pertinente.

En el corto tiempo de este año se ha ejecutado un considerable número de masacres con saldo de muchos muertos. Una de estas masacres se llevó a cabo en Tierra Alta (Córdoba), de donde, según  pobladores y autoridades locales, unos hombres armados que dijeron pertenecer a la bacrim de los ‘Urabeños’, secuestraron a seis personas que posteriormente fueron encontradas asesinadas.

Y lo peor está por venir, con el resurgimiento del paramilitarismo, el endurecimiento de las Farc  y la permanencia de los narcotraficantes cada vez más violentos, quienes por el abundante dinero producto de sus actividades ilícitas cometen toda clase de delitos, incluso con la complicidad de algunas autoridades.

Por otro lado, la delincuencia común ha quedado sin control, pues las cárceles  no son suficientes para albergar la multitud de delincuentes, por lo cual son liberados, y en consecuencia aumentan los robos callejeros, los atracos a mano armada con sucesivos asesinatos.

Sin embargo, la mayoría de los políticos en vez de preocuparse por tan caótica y peligrosa situación, más bien andan interesados en buscar sus reelecciones con la intención de seguir usufructuando los bienes del Estado y, por ende, limitando el bienestar general, lo que induce a más delincuencia y violencia.

En fin, cabe preguntar ¿será qué así, en nuestro país tendremos paz?, no creo, mientras los políticos no dejen de pelearse por adueñarse del patrimonio público  de todos los colombianos, y lo más grave aún, permitan que extranjeros se lo tomen, recibiéndoles   dádivas como recompensas individuales.

Si esto es apenas  comenzando el año, como será en diciembre que todo el mundo necesita dinero para las celebraciones y compra de regalos. Que Dios nos ampare de tantos desafueros.