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Editorial - 12 enero, 2018

Que EE.UU. no nos estigmatice

Hay que reconocer que no vivimos en un paraíso, Valledupar tiene serios problemas de seguridad y convivencia ciudadanía, como la mayoría de ciudades del país, pero aun así es una tierra agradable en la que hay garantías para los turistas nacionales y extranjeros que, con ciertas precauciones, pueden disfrutar de nuestra gastronomía, paisajes y música. […]

Hay que reconocer que no vivimos en un paraíso, Valledupar tiene serios problemas de seguridad y convivencia ciudadanía, como la mayoría de ciudades del país, pero aun así es una tierra agradable en la que hay garantías para los turistas nacionales y extranjeros que, con ciertas precauciones, pueden disfrutar de nuestra gastronomía, paisajes y música.

Las huellas del conflicto se han ido borrando de la capital del Cesar y los pueblos vecinos que fueron azotados por la guerrilla con secuestros y extorsiones, luego por los paramilitares que montaron sus emporios en los corregimientos, como el caso La Mesa, centro de operaciones de alias 39 y otros miembros de las extintas AUC. Hace más de 10 años el panorama cambió. Los viajeros pueden desplazarse con tranquilidad a ese pueblo que se está fortaleciendo en ecoturismo con sus hermosos paisajes bañados por los ríos que descienden de la Sierra Nevada de Santa Marta.

De igual forma las puertas de los nativos están abiertas en Guacoche, Alto de la Vuelta, Río Seco, Patillal, La Mina, Atánquez y Chemesquemena, cuya ruta estuvo bañada en sangre entre 1999 y 2005; hoy son pueblos resilientes, que salieron del confinamiento impuesto por los grupos armados.

Las canciones de Rafael Escalona, Chiche Maestre, Octavio Daza, Chema Guerra y Julio García suenan más fuerte que los fusiles que en otrora atemorizaron a la tierra de los compositores, donde hoy recuerdan a estos juglares con monedas doradas gigantes, que demuestran que el folclor nunca sucumbió ante la violencia.

Apenas hace una semana, entre el 1 y el 8 de enero, quedó demostrado que está tierra de cantos y leyendas genera confianza a los turistas, pues los 150 hoteles, hostales y hospedajes registrados en Valledupar reportaron ocupación total. Además, en ese mismo periodo no se registraron homicidios, por lo que la capital del Cesar tuvo un inolvidable cumpleaños 468 años en el que compartieron propios y foráneos.

Esta explicación acerca de las cualidades de nuestro municipio es para a continuación hacer mención al nuevo sistema de Estados Unidos para evaluar el riesgo de visitar a otros países, en el que ubicó a Colombia en la categoría dos de cuatro y pidió a sus ciudadanos ejercer “precaución elevada” si viene a este país por causas como del “crimen y el terrorismo” que aun persiste.

El nuevo sistema reemplaza la antigua “Advertencia de Viaje” que se emitía periódicamente y solo para los países que representaban un riesgo concreto.

Llama mucho la atención que el nuevo documento sugiere “reconsiderar” visitas al norte de Antioquia, a los departamentos de Caquetá, Casanare, Cesar (con precauciones elevadas en Valledupar), Córdoba (con precauciones elevadas en Montería), Guainía, Guaviare, Meta, Nariño, Putumayo, Valle del Cauca (con precauciones elevadas en Cali), Vaupés y Vichada.

Consideramos que la advertencia de Estados Unidos a sus ciudadanos no debe ser mal interpretada, pues obviamente está categorización es influenciada por el fin de la tregua entre el Gobierno colombiano y la guerrilla del ELN, grupo subversivo que tiene presencia en el centro y sur del Cesar, pero las autoridades no han identificado que tengan incidencia armada en el norte. Así las cosas, que no se nos estigmatice con el anuncio de Estados Unidos, porque las garantías están dadas para que sus ciudadanos y demás extranjeros nos visiten, especialmente el próximo mes de abril que se realiza el Festival de la Leyenda Vallenata en homenaje a Carlos Vives, quien se ha declarado un soldado, armado de música, para dejar en ante el nombre de nuestra patria ante el resto del mundo.

Editorial
12 enero, 2018

Que EE.UU. no nos estigmatice

Hay que reconocer que no vivimos en un paraíso, Valledupar tiene serios problemas de seguridad y convivencia ciudadanía, como la mayoría de ciudades del país, pero aun así es una tierra agradable en la que hay garantías para los turistas nacionales y extranjeros que, con ciertas precauciones, pueden disfrutar de nuestra gastronomía, paisajes y música. […]


Hay que reconocer que no vivimos en un paraíso, Valledupar tiene serios problemas de seguridad y convivencia ciudadanía, como la mayoría de ciudades del país, pero aun así es una tierra agradable en la que hay garantías para los turistas nacionales y extranjeros que, con ciertas precauciones, pueden disfrutar de nuestra gastronomía, paisajes y música.

Las huellas del conflicto se han ido borrando de la capital del Cesar y los pueblos vecinos que fueron azotados por la guerrilla con secuestros y extorsiones, luego por los paramilitares que montaron sus emporios en los corregimientos, como el caso La Mesa, centro de operaciones de alias 39 y otros miembros de las extintas AUC. Hace más de 10 años el panorama cambió. Los viajeros pueden desplazarse con tranquilidad a ese pueblo que se está fortaleciendo en ecoturismo con sus hermosos paisajes bañados por los ríos que descienden de la Sierra Nevada de Santa Marta.

De igual forma las puertas de los nativos están abiertas en Guacoche, Alto de la Vuelta, Río Seco, Patillal, La Mina, Atánquez y Chemesquemena, cuya ruta estuvo bañada en sangre entre 1999 y 2005; hoy son pueblos resilientes, que salieron del confinamiento impuesto por los grupos armados.

Las canciones de Rafael Escalona, Chiche Maestre, Octavio Daza, Chema Guerra y Julio García suenan más fuerte que los fusiles que en otrora atemorizaron a la tierra de los compositores, donde hoy recuerdan a estos juglares con monedas doradas gigantes, que demuestran que el folclor nunca sucumbió ante la violencia.

Apenas hace una semana, entre el 1 y el 8 de enero, quedó demostrado que está tierra de cantos y leyendas genera confianza a los turistas, pues los 150 hoteles, hostales y hospedajes registrados en Valledupar reportaron ocupación total. Además, en ese mismo periodo no se registraron homicidios, por lo que la capital del Cesar tuvo un inolvidable cumpleaños 468 años en el que compartieron propios y foráneos.

Esta explicación acerca de las cualidades de nuestro municipio es para a continuación hacer mención al nuevo sistema de Estados Unidos para evaluar el riesgo de visitar a otros países, en el que ubicó a Colombia en la categoría dos de cuatro y pidió a sus ciudadanos ejercer “precaución elevada” si viene a este país por causas como del “crimen y el terrorismo” que aun persiste.

El nuevo sistema reemplaza la antigua “Advertencia de Viaje” que se emitía periódicamente y solo para los países que representaban un riesgo concreto.

Llama mucho la atención que el nuevo documento sugiere “reconsiderar” visitas al norte de Antioquia, a los departamentos de Caquetá, Casanare, Cesar (con precauciones elevadas en Valledupar), Córdoba (con precauciones elevadas en Montería), Guainía, Guaviare, Meta, Nariño, Putumayo, Valle del Cauca (con precauciones elevadas en Cali), Vaupés y Vichada.

Consideramos que la advertencia de Estados Unidos a sus ciudadanos no debe ser mal interpretada, pues obviamente está categorización es influenciada por el fin de la tregua entre el Gobierno colombiano y la guerrilla del ELN, grupo subversivo que tiene presencia en el centro y sur del Cesar, pero las autoridades no han identificado que tengan incidencia armada en el norte. Así las cosas, que no se nos estigmatice con el anuncio de Estados Unidos, porque las garantías están dadas para que sus ciudadanos y demás extranjeros nos visiten, especialmente el próximo mes de abril que se realiza el Festival de la Leyenda Vallenata en homenaje a Carlos Vives, quien se ha declarado un soldado, armado de música, para dejar en ante el nombre de nuestra patria ante el resto del mundo.