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Columnista - 11 mayo, 2018

Dulce como la miel de abeja

¿Quién se ha beneficiado más, Vives del vallenato o el vallenato de Vives? me gustaría conocer la opinión de un Julio Oñate Martínez como analista sesudo de estos temas o de un Rosendo Romero como compositor y columnistas de El Pilón ambos. Para mí, profano en la materia pero con libertad de pensamiento creo que […]

¿Quién se ha beneficiado más, Vives del vallenato o el vallenato de Vives? me gustaría conocer la opinión de un Julio Oñate Martínez como analista sesudo de estos temas o de un Rosendo Romero como compositor y columnistas de El Pilón ambos.

Para mí, profano en la materia pero con libertad de pensamiento creo que Vives se ha ganado el Baloto con nuestra música, sin dejar de reconocer que ha ayudado mucho a su difusión por el mundo, o es que La Gota Fría, El Testamento, La Maye, El Alazanito y muchas de otros autores como Matilde Lina de Leandro y La Espinita de Gustavo Gutiérrez son clásicas y eternas del vallenato porque Vives las grabó, no, él las utilizó para engrandecerse e hizo unos trabajos musicales con arreglos innovadores porque tuvo la inteligencia e iniciativa que los nuestros no tuvieron a pesar de tenerlo todo a la mano; muchas veces se lo sugerí a Emiliano y a Poncho pero no pararon bolas porque estaban obnubilados por la fama alcanzada y creyeron que no se podía ascender más, pero todavía hay tiempo, Poncho, privilegiado de la naturaleza conserva su voz inigualable y atronadora y Emiliano también tiene todavía la destreza para tocar el acordeón como no hay otro, por algo el genial Colacho Mendoza, Rey de Reyes, me dijo varias veces que él “a ese zambo no se le metía”.

Ojalá nos sorprendieran con un trabajo musical cantando a dúo con Jorge, Iván, Peter, Silvio y Silvestre con los acordeones de Emiliano, Wilmer, Alfredo, Alvarito e Israel y las canciones con sabor a miel de abejas de Escalona, que no tiene presa mala, del viejo Mile y sin faltar Leandro, Tobías Enrique, Tavo Gutiérrez, Hernando Marín y el autor de Luna Sanjuanera que ahora no me acuerdo. Sería maravilloso y dejarían a los que nos gusta el vallenato, que “es como la yuca que no aburre un buen regalo con las rancheras, El Aventurero y Chabela incluidas” o es que creen que ellos solamente cantan vallenato. Hay que oírlos interpretar un bolero, una balada, un tango o una ranchera, como los he oído yo, eso da gusto.


Señor Alcalde, pásese por la calle 19 de Los Caciques para que llore de tristeza, hay viven los de menos mama del Valle y como el Secretario de Tránsito no ve, ni lee, le rogamos su intervención para ver si es posible que se nos instale un reducidor de velocidad en la carrera 11 con calle 9. Más vale prevenir que curar. Se lo suplicamos Tuto.

Columnista
11 mayo, 2018

Dulce como la miel de abeja

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

¿Quién se ha beneficiado más, Vives del vallenato o el vallenato de Vives? me gustaría conocer la opinión de un Julio Oñate Martínez como analista sesudo de estos temas o de un Rosendo Romero como compositor y columnistas de El Pilón ambos. Para mí, profano en la materia pero con libertad de pensamiento creo que […]


¿Quién se ha beneficiado más, Vives del vallenato o el vallenato de Vives? me gustaría conocer la opinión de un Julio Oñate Martínez como analista sesudo de estos temas o de un Rosendo Romero como compositor y columnistas de El Pilón ambos.

Para mí, profano en la materia pero con libertad de pensamiento creo que Vives se ha ganado el Baloto con nuestra música, sin dejar de reconocer que ha ayudado mucho a su difusión por el mundo, o es que La Gota Fría, El Testamento, La Maye, El Alazanito y muchas de otros autores como Matilde Lina de Leandro y La Espinita de Gustavo Gutiérrez son clásicas y eternas del vallenato porque Vives las grabó, no, él las utilizó para engrandecerse e hizo unos trabajos musicales con arreglos innovadores porque tuvo la inteligencia e iniciativa que los nuestros no tuvieron a pesar de tenerlo todo a la mano; muchas veces se lo sugerí a Emiliano y a Poncho pero no pararon bolas porque estaban obnubilados por la fama alcanzada y creyeron que no se podía ascender más, pero todavía hay tiempo, Poncho, privilegiado de la naturaleza conserva su voz inigualable y atronadora y Emiliano también tiene todavía la destreza para tocar el acordeón como no hay otro, por algo el genial Colacho Mendoza, Rey de Reyes, me dijo varias veces que él “a ese zambo no se le metía”.

Ojalá nos sorprendieran con un trabajo musical cantando a dúo con Jorge, Iván, Peter, Silvio y Silvestre con los acordeones de Emiliano, Wilmer, Alfredo, Alvarito e Israel y las canciones con sabor a miel de abejas de Escalona, que no tiene presa mala, del viejo Mile y sin faltar Leandro, Tobías Enrique, Tavo Gutiérrez, Hernando Marín y el autor de Luna Sanjuanera que ahora no me acuerdo. Sería maravilloso y dejarían a los que nos gusta el vallenato, que “es como la yuca que no aburre un buen regalo con las rancheras, El Aventurero y Chabela incluidas” o es que creen que ellos solamente cantan vallenato. Hay que oírlos interpretar un bolero, una balada, un tango o una ranchera, como los he oído yo, eso da gusto.


Señor Alcalde, pásese por la calle 19 de Los Caciques para que llore de tristeza, hay viven los de menos mama del Valle y como el Secretario de Tránsito no ve, ni lee, le rogamos su intervención para ver si es posible que se nos instale un reducidor de velocidad en la carrera 11 con calle 9. Más vale prevenir que curar. Se lo suplicamos Tuto.