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Especiales - 6 octubre, 2011

Dice la candidata Omaira Herrera Miranda

Ya me aburre que me digan tú eres capaz … Por Mary Daza Orozco Omaira Herrera Miranda vive en un viejo y magnífico caserón, lleno de verde en todas las tonalidades, allí la naturaleza ha hecho de las suyas al regar vida fresca, el patio y un nostálgico traspatio son un pulmón dentro del corazón […]

Ya me aburre que me digan tú eres capaz …

Por Mary Daza Orozco

Omaira Herrera Miranda vive en un viejo y magnífico caserón, lleno de verde en todas las tonalidades, allí la naturaleza ha hecho de las suyas al regar vida fresca, el patio y un nostálgico traspatio son un pulmón dentro del corazón de Valledupar, a unos metros de la Plaza Alfonso López. Allí, en el quiosco conversamos.

El Pilón. Usted tiene fama de inteligente.
Omaira Herrera: Y ya estoy aburrida de eso, de que me digan: tú eres muy capaz, muy inteligente, pero los jefes políticos, que son los que más me decían y me dicen eso, no me daban una respuesta clara de por qué no podía aspirar a la alcaldía. Yo tengo ansias de detentar el poder y ejercerlo para beneficio de Valledupar.

EP. ¿Será por qué no pertenece a la clase política tradicional?
OH. No quiero pensar eso, pero los hechos me han demostrado que es así. No tengo un patrocinio político, no me respalda ningún jefe, aunque yo siempre he reconocido como jefe político a Aníbal Martínez Zuleta, porque me formé con él; claro que quien me fortaleció mi carácter, como mujer pública, fue Consuelo Araujo Noguera, con quien trabajé dieciocho años, no por un salario, hombro a hombro con ella en la Fundación de la Leyenda Vallenata.

EP. ¿La admiras mucho?
OH. Después de a mi mamá, son mujeres de carácter, de principios, con una visión del mundo interesante, me pregunto, ¿qué tal que hubieran estudiado?.

EP. Volvamos a sus aspiraciones, ¿va a ganar?
OH.  Esto es como un Baloto: lo compras y puedes ganar o perder hay que estar preparado para ambas posibilidades.

EP. ¿Qué opinas de las encuestas?
OH. Creo en ellas, lo que me molesta de la famosa “gran encuesta” es que sólo tuvo 300 muestras, ante un potencial de casi 400 mil votantes, además fue hecha por teléfono y sólo el 30 por ciento de la población tiene teléfono, y una gran mayoría son de oficinas. La pongo en duda.

EP. Y, ¿cómo le parecen los foros con los candidatos?
OH. Que deben ser con los candidatos y los periodistas, sin comités de aplausos. Los periodistas tienen la capacidad para hacer un análisis juicioso de los que escuchan y luego transmitirlo a la ciudadanía, algunos hasta los transmiten en directo.

Valledupar sin hambre

(La Hoja de Vida de Omaira Herrera es nutrida en realizaciones y logros, se haría extenso enumerarlos, la resumimos en: tres veces Jefe de la Oficina Asesora de Planeación Municipal; Jefe de la Oficina Asesora de Planeación del Departamento; Coordinadora del ACR, Alta Consejería para la Reintegración, programa de la Presidencia de la República; alcaldesa encargada de Valledupar y alcaldesa ad-hoc, para conocimiento y actuación administrativa del Plan de Ordenamiento Territorial)

EP. Se sabe que usted conoce profundamente al municipio de Valledupar, ¿cuál es el problema más espinoso que tiene?
OH. La inseguridad.

EP. ¿Cómo la va a atacar?
Hay que hacerle un análisis, tuve la oportunidad de trabajar con la Presidencia de la República, en el programa de los reinsertados, y entendí que el problema es puramente social: la falta de empleo, de oportunidades. Consideramos que esta es una ciudad linda, pero con unos cordones de miseria impresionantes. Proliferan las invasiones y no son de 20 o de 30 personas, son de 2000 familias; ahí comienza la violencia…

EP. ¿Falta educación para solucionar el problema?
OH. Yo lo he dicho: hay que fortalecer las escuelas para que no se fortalezcan las escuelas de sicarios. También propongo conformar grupos interdisciplinarios, en comunión con la academia y poder llegar al núcleo familiar. Si las familias están mal, Valledupar está mal. También propongo la creación de una policía comunitaria, que se gane la confianza de la ciudadanía.

EP. A sabiendas de que con el nuevo sistema de regalías, los municipios tienen acceso al Fondo de Regalías creado para inversiones de impacto regional, que proyectos presentarían para que los aprobaran.
OH. Mi proyecto de Valledupar sin hambre. Esa es una propuesta netamente social, en la que no se va a encontrar un TLC (techo, ladrillo y cemento) van a contar con obras sociales baratas con el compromiso político de ejecutarlas. Nosotros vamos a llegar al municipio de Valledupar con el convencimiento de que tenemos que presentar proyectos con un equipo de trabajo que se dedique a señalar propuestas.

EP. Esas propuestas se basarían en lo que usted llama los objetivos del Milenio.
OH. Sí,  esto encaja en los Objetivos del Milenio y ningún alcalde le ha parado bolas. Si ganamos, tenemos hasta el 2015 para lograrlos: erradicación de la pobreza, nutrición en los niños y vacunación, educación, ataque al analfabetismo.

Talante Miranda

(La arquitecta y abogada Omaira Herrera,  es conocida, además, por su carácter recio, habla alto y se atreve a medírsele a cualquier trabajo en beneficio de la comunidad. Dice que la creen brava, pero no, ese es su talante).

EP. ¿De quién heredó ese carácter tan fuerte, de Chepita de Ropaín?
OH. (Se ríe y no duda) De ella y de todas las Miranda, las mujeres de  mi familia, de parte de madre, han sido mujeres de carácter y emprendedoras.

EP. Háblenos de Chepita
OH. Además del amor filial que siento por ella, es de admirarla. Sin ser una profesional nos ha dado pautas de procedimiento, de cómo enfrentarnos a la vida, a los problemas y a las alegrías. Siempre a nuestro lado y con el apoyo permanente de Cástulo.

EP. ¿Su anhelo más acariciado?
OH. Una vejez como la de mis antepasados: lúcida y serena.

EP. ¿Qué le gusta de Valledupar?
OH. El calor humano de su gente.

EP. A pesar de eso y de que la gente sabe de su capacidad, de que sabe como la que más sobre los problemas de Valledupar, ¿Qué se siente al ver  que no la valoren  y prefieran las campañas con grandes sumas de dinero?
OH. Una gran impotencia por no tener acceso a eso con los que aquí se consigue el poder. Impotencia porque quiero tener el poder para ayudar a la ciudad, pero a la vez  una fuerza para decirle a la comunidad: ojo, mira lo que está haciendo; hay una alternativa de esas que muy rara vez se presentan, esa alternativa es Omaira Herrera Miranda.

EP. ¿Cómo le ha parecido la campaña política?
OH. Esta es una campaña teocrática. Todos los candidatos esgrimen el nombre de Dios para convencer. A Dios hay que llevarlo en el corazón  para poder actuar bien. Si todos los que acuden a Dios, como un comodín, sintieran lo que dicen, este pueblo y el mundo serían distintos.

(Allí, entre el verdor de su patio, quedó pensando en todo lo que puede hacer por la ciudad y  en que quizás símil que ella hace con el Baloto le sea favorable)

Especiales
6 octubre, 2011

Dice la candidata Omaira Herrera Miranda

Ya me aburre que me digan tú eres capaz … Por Mary Daza Orozco Omaira Herrera Miranda vive en un viejo y magnífico caserón, lleno de verde en todas las tonalidades, allí la naturaleza ha hecho de las suyas al regar vida fresca, el patio y un nostálgico traspatio son un pulmón dentro del corazón […]


Ya me aburre que me digan tú eres capaz …

Por Mary Daza Orozco

Omaira Herrera Miranda vive en un viejo y magnífico caserón, lleno de verde en todas las tonalidades, allí la naturaleza ha hecho de las suyas al regar vida fresca, el patio y un nostálgico traspatio son un pulmón dentro del corazón de Valledupar, a unos metros de la Plaza Alfonso López. Allí, en el quiosco conversamos.

El Pilón. Usted tiene fama de inteligente.
Omaira Herrera: Y ya estoy aburrida de eso, de que me digan: tú eres muy capaz, muy inteligente, pero los jefes políticos, que son los que más me decían y me dicen eso, no me daban una respuesta clara de por qué no podía aspirar a la alcaldía. Yo tengo ansias de detentar el poder y ejercerlo para beneficio de Valledupar.

EP. ¿Será por qué no pertenece a la clase política tradicional?
OH. No quiero pensar eso, pero los hechos me han demostrado que es así. No tengo un patrocinio político, no me respalda ningún jefe, aunque yo siempre he reconocido como jefe político a Aníbal Martínez Zuleta, porque me formé con él; claro que quien me fortaleció mi carácter, como mujer pública, fue Consuelo Araujo Noguera, con quien trabajé dieciocho años, no por un salario, hombro a hombro con ella en la Fundación de la Leyenda Vallenata.

EP. ¿La admiras mucho?
OH. Después de a mi mamá, son mujeres de carácter, de principios, con una visión del mundo interesante, me pregunto, ¿qué tal que hubieran estudiado?.

EP. Volvamos a sus aspiraciones, ¿va a ganar?
OH.  Esto es como un Baloto: lo compras y puedes ganar o perder hay que estar preparado para ambas posibilidades.

EP. ¿Qué opinas de las encuestas?
OH. Creo en ellas, lo que me molesta de la famosa “gran encuesta” es que sólo tuvo 300 muestras, ante un potencial de casi 400 mil votantes, además fue hecha por teléfono y sólo el 30 por ciento de la población tiene teléfono, y una gran mayoría son de oficinas. La pongo en duda.

EP. Y, ¿cómo le parecen los foros con los candidatos?
OH. Que deben ser con los candidatos y los periodistas, sin comités de aplausos. Los periodistas tienen la capacidad para hacer un análisis juicioso de los que escuchan y luego transmitirlo a la ciudadanía, algunos hasta los transmiten en directo.

Valledupar sin hambre

(La Hoja de Vida de Omaira Herrera es nutrida en realizaciones y logros, se haría extenso enumerarlos, la resumimos en: tres veces Jefe de la Oficina Asesora de Planeación Municipal; Jefe de la Oficina Asesora de Planeación del Departamento; Coordinadora del ACR, Alta Consejería para la Reintegración, programa de la Presidencia de la República; alcaldesa encargada de Valledupar y alcaldesa ad-hoc, para conocimiento y actuación administrativa del Plan de Ordenamiento Territorial)

EP. Se sabe que usted conoce profundamente al municipio de Valledupar, ¿cuál es el problema más espinoso que tiene?
OH. La inseguridad.

EP. ¿Cómo la va a atacar?
Hay que hacerle un análisis, tuve la oportunidad de trabajar con la Presidencia de la República, en el programa de los reinsertados, y entendí que el problema es puramente social: la falta de empleo, de oportunidades. Consideramos que esta es una ciudad linda, pero con unos cordones de miseria impresionantes. Proliferan las invasiones y no son de 20 o de 30 personas, son de 2000 familias; ahí comienza la violencia…

EP. ¿Falta educación para solucionar el problema?
OH. Yo lo he dicho: hay que fortalecer las escuelas para que no se fortalezcan las escuelas de sicarios. También propongo conformar grupos interdisciplinarios, en comunión con la academia y poder llegar al núcleo familiar. Si las familias están mal, Valledupar está mal. También propongo la creación de una policía comunitaria, que se gane la confianza de la ciudadanía.

EP. A sabiendas de que con el nuevo sistema de regalías, los municipios tienen acceso al Fondo de Regalías creado para inversiones de impacto regional, que proyectos presentarían para que los aprobaran.
OH. Mi proyecto de Valledupar sin hambre. Esa es una propuesta netamente social, en la que no se va a encontrar un TLC (techo, ladrillo y cemento) van a contar con obras sociales baratas con el compromiso político de ejecutarlas. Nosotros vamos a llegar al municipio de Valledupar con el convencimiento de que tenemos que presentar proyectos con un equipo de trabajo que se dedique a señalar propuestas.

EP. Esas propuestas se basarían en lo que usted llama los objetivos del Milenio.
OH. Sí,  esto encaja en los Objetivos del Milenio y ningún alcalde le ha parado bolas. Si ganamos, tenemos hasta el 2015 para lograrlos: erradicación de la pobreza, nutrición en los niños y vacunación, educación, ataque al analfabetismo.

Talante Miranda

(La arquitecta y abogada Omaira Herrera,  es conocida, además, por su carácter recio, habla alto y se atreve a medírsele a cualquier trabajo en beneficio de la comunidad. Dice que la creen brava, pero no, ese es su talante).

EP. ¿De quién heredó ese carácter tan fuerte, de Chepita de Ropaín?
OH. (Se ríe y no duda) De ella y de todas las Miranda, las mujeres de  mi familia, de parte de madre, han sido mujeres de carácter y emprendedoras.

EP. Háblenos de Chepita
OH. Además del amor filial que siento por ella, es de admirarla. Sin ser una profesional nos ha dado pautas de procedimiento, de cómo enfrentarnos a la vida, a los problemas y a las alegrías. Siempre a nuestro lado y con el apoyo permanente de Cástulo.

EP. ¿Su anhelo más acariciado?
OH. Una vejez como la de mis antepasados: lúcida y serena.

EP. ¿Qué le gusta de Valledupar?
OH. El calor humano de su gente.

EP. A pesar de eso y de que la gente sabe de su capacidad, de que sabe como la que más sobre los problemas de Valledupar, ¿Qué se siente al ver  que no la valoren  y prefieran las campañas con grandes sumas de dinero?
OH. Una gran impotencia por no tener acceso a eso con los que aquí se consigue el poder. Impotencia porque quiero tener el poder para ayudar a la ciudad, pero a la vez  una fuerza para decirle a la comunidad: ojo, mira lo que está haciendo; hay una alternativa de esas que muy rara vez se presentan, esa alternativa es Omaira Herrera Miranda.

EP. ¿Cómo le ha parecido la campaña política?
OH. Esta es una campaña teocrática. Todos los candidatos esgrimen el nombre de Dios para convencer. A Dios hay que llevarlo en el corazón  para poder actuar bien. Si todos los que acuden a Dios, como un comodín, sintieran lo que dicen, este pueblo y el mundo serían distintos.

(Allí, entre el verdor de su patio, quedó pensando en todo lo que puede hacer por la ciudad y  en que quizás símil que ella hace con el Baloto le sea favorable)