Sin lugar a dudas el artista con mayor proyección internacional que tiene el mundo de la música vallenata es Silvestre Dangond. Razones hay de sobra porque su calidad artística es inconmensurable a pesar de haber nacido en un entorno donde el quehacer artístico presenta serias dificultades para cultivar lo que la naturaleza da como verdolaga en playa. En la tierra de Silvestre, que es la misma de todos nosotros, sabemos y sufrimos en carne propia del abandono del estado a fortalecer las actividades artísticas. La vena artística, musical de Silvestre todos la sabemos proviene en parte de su padre el “Palomo Dangond”, ha sido un fiel representante de la música vallenata tradicional que entró a engrosar la larga lista de los artistas frustrados de nuestro folclor y de su madre Delis Corrales, nada más y nada menos integrante de la dinastía Corrales.

Silvestre no recoge del suelo el ser un artista integral, de esos que pare la tierra pocas veces y que tenemos la obligación de protegerlo y de vez en cuando insinuarle por nuestra experticia artística senderos que le permitan crecer como persona y como un ser virtuoso.

Indiscutiblemente que su trabajo “Gente Valiente” le volteó la arepa a mucha gente en la provincia, a los vallenatologos y folcloristas criollos que no les gustó la maravillosa propuesta musical que puso a Silvestre en la punta del Iceberg, catapultándolo a otro nivel. Su puesta en escena, su banda, sus presentaciones en la tele, el buen uso de los medios de comunicación, su lenguaje comedido le están dando un plus diferente que marca diferencias muy grandes con los artistas latinos actuales.

Haciendo un parangón con el producto musical de Carlos Vives, donde logró a través de talleres de formación musical con otras ondas músicos y ritmos del folclor colombiano y universal, logrando nuevos sonidos que le dieron su propia identidad. Así lo hace Silvestre y me parece oportuno al escuchar esos ensambles musicales que en la medida que crezca su oficio creativo los resultados serán mucho mejores y la música vallenata será más universal.

En un encuentro casual que sostuvimos en Miami le comenté que a mis hijas pequeñas no le gustaba el vallenato y le expresé que cuando les compré el CD y lo coloqué en el carro no lo quitan y santo remedio para que ahora sean su fans numero 1. Esa es una de las muchas razones para no dar marcha atrás aunque los críticos locales digan o apunten otra vaina, para que nuevas generaciones comiencen a sentir afecto por una “Nueva Onda” que marca lo universal de su música y lo urbano en el vallenato actual. Una vez más, no se puede echar marcha atrás, el camino Silvestre, lo estás trabajando con un equipo donde el “Producto musical” es de altísima calidad que incluye todos los factores que implica esa labor.

“No eche rever” mi hermano se lo digo de corazón, deje que el triple “A” y asociados le hagan la labor mesiánica de “lengua” en la provincia y usted dedíquese a lo que sabe que Dios se la puso de papayita para no lamentarnos más adelante… ¡Pá tras ni pá coge impulso!