En muchas ocasiones, por distintos motivos, nos hemos sentido tristes, melancólicos y sentimentales. Generalmente estos sentimientos suelen ser pasajeros y tienden a desaparecer con el transcurrir de algunas horas o días. Los sentimientos de alegría y euforia, así como de tristeza y melancolía, son normales en la vida de todo ser humano, pero ¿qué pasa cuando estos sentimientos tienden a permanecer más de lo habitual en nuestros estados de ánimo e interfieren en el desempeño de nuestra vida diaria?

¿Qué es la depresión?

La depresión es una enfermedad en la cual los sentimientos de tristeza, melancolía, frustración, pérdida o ira persisten por periodos de tiempo prolongado y tienen la capacidad de alterar las funciones de la vida diaria, como la interacción y relación con otras personas, el desarrollo adecuado de labores como el estudio y el trabajo, los ciclos alimenticios y en muchas ocasiones, al no recibir ayuda, puede culminar en autoinflicción de heridas e intento de suicidio.

¿Por qué ocurre la depresión?

Las causas de la depresión son variadas y su origen aparenta serel resultado de una combinación de factores genéticos, bioquímicos, y psicológicos. Las personas deprimidas muestran niveles alterados de cortisol y de varios agentes bioquímicos que actúan en el cerebro, como los neurotransmisores serotonina, dopamina y noradrenalina. Estos niveles pueden estar elevados por motivos hereditarios.

Signos y síntomas de la depresión

• Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, según lo indica el propio sujeto o la observación realizada por otros. En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable.
• Disminución importante del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades que normalmente encontraba placenteras.
• Dificultad para conciliar el sueño y en ocasiones exceso de este.
• Cansancio, fatiga y falta de energía sin haber realizado actividades físicas.
• Cambios en el apetito, en muchos casos acompañado con pérdida de peso.
• Dificultad para concentrarse en las actividades, bajo rendimiento laboral y escolar.
• Agitación o lentitud de los movimientos psicomotores.
• Sentimiento de inutilidad, culpa, odio a sí mismo.
• Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.

Existen varios tipos de depresión

La depresión mayor sucede cuando los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria por semanas, o periodos más largos de tiempo.

El trastorno depresivo persistente se trata de un estado de ánimo depresivo que dura dos o más años. A lo largo de ese período de tiempo, se pueden presentar momentos de depresión mayor junto con episodios en las que los síntomas son menos graves.

La depresión postparto ocurre en muchas mujeres luego del parto. Un gran número de mujeres se siente algo deprimidas después de dar a luz, pero la verdadera depresión posparto es más intensa e incluye los síntomas de la depresión mayor.

La distimia es un tipo de depresión menos grave. Los síntomas se mantienen a largo plazo, pero no evitan la actividad de las personas. También puede ser recurrente, es decir aparecer más de una vez en la vida.

El trastorno afectivo bipolar o enfermedad maniaco-depresiva se caracteriza por cambios de humor que alternan entre estados de ánimo muy altos (alegría excesiva y euforia), los cuales se ven sucedidos por otros muy bajos (tristeza y angustia).

Tratamiento

El ambiente y el círculo social que rodea a una persona que sufre de depresión son fundamentales para una rehabilitación satisfactoria. La comprensión y la paciencia de los familiares de gran importancia ya que la tristeza, falta de interés y de motivación pueden crear desesperación en su círculo familiar. Los terapistas profesionales recomiendan sugerir y no ordenar actividades, así como proponer y no imponer conversaciones sobre su enfermedad y desarrollo.

Uno de los problemas más importantes que presenta este tipo de personas es el abandono de las terapias, por lo que es fundamental inducirle así, como a su grupo de allegados, seguir el tratamiento hasta el final.

El tratamiento especializado contra la depresión es de dos tipos: farmacológico y psicoterapia. Dependiendo de la gravedad del cuadro y el contexto de la persona puede ser necesario uno u otro, o una combinación de los dos.

Cuando los casos son graves hay profesionales que recuren a la terapia electroconvulsiva o electroshock.

En general, el tratamiento farmacológico es necesario. En una primera fase se medica de forma intensa al paciente para conseguir que los síntomas desaparezcan y se pueda iniciar su recuperación. Posteriormente, en una segunda fase se suministra medicación para impedir la manifestación de la enfermedad a lo largo del tiempo. No obstante, el acompañamiento de los familiares y círculo social es imprescindible para la mejoría del paciente.

El tratamiento especializado contra la depresión es de dos tipos: farmacológico y psicoterapia.

Por Iván José Castro López

Médico General – Universidad de Cartagena.