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Editorial - 11 agosto, 2017

Que el deporte no sea la cenicienta

Aunque es una frase trillada, el deporte no debe ser la cenicienta en ningún nivel gubernamental. Lo que pasó esta semana con el pronunciamiento de los medallistas olímpicos Mariana Pajón, Yuberjen Martínez y Óscar Figueroa que criticaron al Gobierno Nacional porque se presagiaba una reducción de más de 60 % del presupuesto para el deporte en la vigencia […]

Aunque es una frase trillada, el deporte no debe ser la cenicienta en ningún nivel gubernamental. Lo que pasó esta semana con el pronunciamiento de los medallistas olímpicos Mariana Pajón, Yuberjen Martínez y Óscar Figueroa que criticaron al Gobierno Nacional porque se presagiaba una reducción de más de 60 % del presupuesto para el deporte en la vigencia 2018, abrió una discusión sobre la situación del deporte colombiano.

Aunque después del duro cuestionamiento por el recorte presupuestal, el mismo presidente Santos salió a decir que no habría recortes en el apoyo a deportistas y que revisaría el presupuesto para infraestructura, y provocó que hubiese reuniones con deportistas de alto rendimiento como el ciclista Nairo Quintana, quien reconoció en un boletín de prensa “que este gobierno ha ayudado mucho al deporte”, quedó el sinsabor en el deporte colombiano porque la tendencia es a disminuir los recursos con los que se supone se deben fortalecer las diferentes disciplinas que hoy tienen al país en el pódium de los mejores.

Lo que está pasando en el presupuesto nacional 2018, que según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, si tendrá una reducción del 7 %, también puede pasar en el nivel departamental y municipal. Son conocidas las dificultades por las que pasan los deportistas en las ciudades capitales y en los municipios, donde hay talentos, pero falta presupuesto. En el Cesar la tendencia es parecida, lo mismo en cada uno de los 25 municipios.

Por ahora el ministro Cárdenas dijo que el apoyo que se le da a todos los deportistas fue el menos afectado teniendo en cuenta que, si bien hay que hacer una reducción del gasto en todos los sectores, para estos recursos solo se ha propuesto una reducción del 7 % (de $82mil millones que están invirtiendo en 2017, a $77 mil millones).

Los deportistas necesitan el apoyo de los gobiernos (nacional, departamental y municipal), sin los recursos públicos no pueden formarse ni prepararse. No pueden tener liderazgo deportivo, ni participar en intercambios internacionales, fortalecer las ligas y escuelas deportivas, organizar y realizar juegos deportivos.

Que ‘El Pibe’ Valderrama y los medallistas olímpicos hayan hecho sentir su voz es un buen indicador, porque demuestran que están unidos para trabajar por el deporte, que tanto necesita el apoyo gubernamental. No es la primera vez que esta era de deportistas de alto rendimiento cuestiona las decisiones del gobierno. Este episodio sirvió para recordar que el gobierno Santos ha triplicado en los últimos siete años se triplicaron los recursos, pasando de menos de $700 mil millones a $2,6 billones, entre 2011 a 2017. ¿Será suficiente?

 

 

 

Editorial
11 agosto, 2017

Que el deporte no sea la cenicienta

Aunque es una frase trillada, el deporte no debe ser la cenicienta en ningún nivel gubernamental. Lo que pasó esta semana con el pronunciamiento de los medallistas olímpicos Mariana Pajón, Yuberjen Martínez y Óscar Figueroa que criticaron al Gobierno Nacional porque se presagiaba una reducción de más de 60 % del presupuesto para el deporte en la vigencia […]


Aunque es una frase trillada, el deporte no debe ser la cenicienta en ningún nivel gubernamental. Lo que pasó esta semana con el pronunciamiento de los medallistas olímpicos Mariana Pajón, Yuberjen Martínez y Óscar Figueroa que criticaron al Gobierno Nacional porque se presagiaba una reducción de más de 60 % del presupuesto para el deporte en la vigencia 2018, abrió una discusión sobre la situación del deporte colombiano.

Aunque después del duro cuestionamiento por el recorte presupuestal, el mismo presidente Santos salió a decir que no habría recortes en el apoyo a deportistas y que revisaría el presupuesto para infraestructura, y provocó que hubiese reuniones con deportistas de alto rendimiento como el ciclista Nairo Quintana, quien reconoció en un boletín de prensa “que este gobierno ha ayudado mucho al deporte”, quedó el sinsabor en el deporte colombiano porque la tendencia es a disminuir los recursos con los que se supone se deben fortalecer las diferentes disciplinas que hoy tienen al país en el pódium de los mejores.

Lo que está pasando en el presupuesto nacional 2018, que según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, si tendrá una reducción del 7 %, también puede pasar en el nivel departamental y municipal. Son conocidas las dificultades por las que pasan los deportistas en las ciudades capitales y en los municipios, donde hay talentos, pero falta presupuesto. En el Cesar la tendencia es parecida, lo mismo en cada uno de los 25 municipios.

Por ahora el ministro Cárdenas dijo que el apoyo que se le da a todos los deportistas fue el menos afectado teniendo en cuenta que, si bien hay que hacer una reducción del gasto en todos los sectores, para estos recursos solo se ha propuesto una reducción del 7 % (de $82mil millones que están invirtiendo en 2017, a $77 mil millones).

Los deportistas necesitan el apoyo de los gobiernos (nacional, departamental y municipal), sin los recursos públicos no pueden formarse ni prepararse. No pueden tener liderazgo deportivo, ni participar en intercambios internacionales, fortalecer las ligas y escuelas deportivas, organizar y realizar juegos deportivos.

Que ‘El Pibe’ Valderrama y los medallistas olímpicos hayan hecho sentir su voz es un buen indicador, porque demuestran que están unidos para trabajar por el deporte, que tanto necesita el apoyo gubernamental. No es la primera vez que esta era de deportistas de alto rendimiento cuestiona las decisiones del gobierno. Este episodio sirvió para recordar que el gobierno Santos ha triplicado en los últimos siete años se triplicaron los recursos, pasando de menos de $700 mil millones a $2,6 billones, entre 2011 a 2017. ¿Será suficiente?