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Columnista - 16 febrero, 2011

Dejémonos de vainas

Visión Universal Por: Luis Mendoza Sierra Las ganancias tempranas del proceso de formulación del Plan Regional de Competitividad del Cesar son hoy pérdidas tardías de esta dinámica que se empecinó en hastiar al sector productivo y a la misma a academia hasta casi desaparecerlos del proceso. El Plan mismo es un fardo insostenible para la […]

Visión Universal

Por: Luis Mendoza Sierra
Las ganancias tempranas del proceso de formulación del Plan Regional de Competitividad del Cesar son hoy pérdidas tardías de esta dinámica que se empecinó en hastiar al sector productivo y a la misma a academia hasta casi desaparecerlos del proceso.
El Plan mismo es un fardo insostenible para la Comisión Regional de Competitividad, que siendo un instrumento de consenso entre los actores, ha ido cayendo en brazos públicos hasta el punto que la gestión de la administración departamental es, según “sabios” de la competitividad, la muestra de lo que ha avanzado el proceso.
El Plan no es más que un documento yerto, desactualizado, desarticulado, solitario y lejano de las agendas de los actores que lo diseñaron y sin dientes para defenderse, especialmente, en los gobiernos que llegan, pues los actuales con el sol en la espalda, poco podrán hacer.
El Parque Industrial del área minera, el Centro Logístico y la Zona Franca Bosconia, Cesar Digital, el Tecnoparque, fueron iniciativas identificadas, desde el arranque el proceso, como motores de la competitividad regional, porque su viabilidad y posibilidades de avance, animarían el esfuerzo de todos para seguir impulsando la competitividad que por su complejidad misma, se alcanza luego de agotar muchos años. Un sector requiere, cuando menos, diez años, para alcanzar un adecuado nivel de competitividad.
Ocurrió todo lo contrario, el fallecimiento anticipado del Parque Industrial por miopía congénita de algunos de sus promotores, ha provocado del desencanto del sector privado, especialmente, el minero que ofreció, con entusiasmo, recursos para estudios de factibilidad y el compromiso de motivar a sus proveedores de bienes y servicios para que se instalaran en esa plataforma.
El Centro Logístico y Zona Franca Bosconia, ya agónico, debió huir de la esfera pública y con respiración boca a boca, de parte de intrépidos empresarios, ha resurgido como un nodo que jalonará el desarrollo en su área de influencia. Los sorprendentes avances de este proyecto hubieran podido ser, creo que algo podría aprovechar aun, conquistas del sector público.
Esta plataforma, tal como avanza, alcanzará su adultez en tiempo cercano y será un vivo ejemplo de cómo el sector productivo, que es el que compite, es capaz de hacer realidad aquello que, en el sector público duerme en el trancón.
La tecnología, ha sido definida, como eje transversal de la prosperidad y según el Ministro Molano, desarrollará inversiones, en el próximo cuatrienio, por encima de los 5,5 billones de pesos. La obligación de multiplicar el acceso a internet, la banda ancha y la necesidad de laptop por estudiante, son retos que antes que asumir debían estar en ejecución. Esa deuda corre por cuenta de Cesar Digital, que en compañía de Nicolla Stornelli, Álvaro Iglesia, ciertamente, con apoyo decidido del gobernador Moreno, el alcalde Carvajal y el entonces Ministerio de Comunicaciones, luego de una tarea encomiable de parte de María Teresa Cuello, ayudamos a promover, hace algo más de tres años.
Dejémonos de Vainas, la competitividad no es un documento. Es una estrategia concertada y en marcha. La competitividad es acción y compromiso. Si los que la hace son los privados con apoyo del sector público y la academia, no será posible concretarla, si aquellos siguen ausentes del proceso, aburridos, con razón de tanta reunión y discursos.
Convoquémoslos, nuevamente. Aprovechemos la oportunidad de oro de la elección de los nuevos dignatarios del poder público regional para que las propuestas estén encaminadas a impactar la competitividad. Enseñémosles, que en el plan actualizado, está el secreto para la prosperidad del Cesar. No permitamos, por favor, que cada gobierno sea una lista que aniquila la planeación estratégica.
SABLAZO
La designación de Evelio Daza, es como el comienzo del segundo tiempo de la gobernación de Cristian Moreno, a quien el sol amenaza con quemarle la espalda. Palguarata o turpial, canta tan bien, que ha estremecido la opinión. Me temo que si el gabinete no sigue en recomposición, la vitalidad y talante del brillante patillalero, aplastará y será, digo yo desde la cocina, el Supersecretario o, guardando las proporciones, un gran primer ministro.

[email protected]

Columnista
16 febrero, 2011

Dejémonos de vainas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Mendoza S.

Visión Universal Por: Luis Mendoza Sierra Las ganancias tempranas del proceso de formulación del Plan Regional de Competitividad del Cesar son hoy pérdidas tardías de esta dinámica que se empecinó en hastiar al sector productivo y a la misma a academia hasta casi desaparecerlos del proceso. El Plan mismo es un fardo insostenible para la […]


Visión Universal

Por: Luis Mendoza Sierra
Las ganancias tempranas del proceso de formulación del Plan Regional de Competitividad del Cesar son hoy pérdidas tardías de esta dinámica que se empecinó en hastiar al sector productivo y a la misma a academia hasta casi desaparecerlos del proceso.
El Plan mismo es un fardo insostenible para la Comisión Regional de Competitividad, que siendo un instrumento de consenso entre los actores, ha ido cayendo en brazos públicos hasta el punto que la gestión de la administración departamental es, según “sabios” de la competitividad, la muestra de lo que ha avanzado el proceso.
El Plan no es más que un documento yerto, desactualizado, desarticulado, solitario y lejano de las agendas de los actores que lo diseñaron y sin dientes para defenderse, especialmente, en los gobiernos que llegan, pues los actuales con el sol en la espalda, poco podrán hacer.
El Parque Industrial del área minera, el Centro Logístico y la Zona Franca Bosconia, Cesar Digital, el Tecnoparque, fueron iniciativas identificadas, desde el arranque el proceso, como motores de la competitividad regional, porque su viabilidad y posibilidades de avance, animarían el esfuerzo de todos para seguir impulsando la competitividad que por su complejidad misma, se alcanza luego de agotar muchos años. Un sector requiere, cuando menos, diez años, para alcanzar un adecuado nivel de competitividad.
Ocurrió todo lo contrario, el fallecimiento anticipado del Parque Industrial por miopía congénita de algunos de sus promotores, ha provocado del desencanto del sector privado, especialmente, el minero que ofreció, con entusiasmo, recursos para estudios de factibilidad y el compromiso de motivar a sus proveedores de bienes y servicios para que se instalaran en esa plataforma.
El Centro Logístico y Zona Franca Bosconia, ya agónico, debió huir de la esfera pública y con respiración boca a boca, de parte de intrépidos empresarios, ha resurgido como un nodo que jalonará el desarrollo en su área de influencia. Los sorprendentes avances de este proyecto hubieran podido ser, creo que algo podría aprovechar aun, conquistas del sector público.
Esta plataforma, tal como avanza, alcanzará su adultez en tiempo cercano y será un vivo ejemplo de cómo el sector productivo, que es el que compite, es capaz de hacer realidad aquello que, en el sector público duerme en el trancón.
La tecnología, ha sido definida, como eje transversal de la prosperidad y según el Ministro Molano, desarrollará inversiones, en el próximo cuatrienio, por encima de los 5,5 billones de pesos. La obligación de multiplicar el acceso a internet, la banda ancha y la necesidad de laptop por estudiante, son retos que antes que asumir debían estar en ejecución. Esa deuda corre por cuenta de Cesar Digital, que en compañía de Nicolla Stornelli, Álvaro Iglesia, ciertamente, con apoyo decidido del gobernador Moreno, el alcalde Carvajal y el entonces Ministerio de Comunicaciones, luego de una tarea encomiable de parte de María Teresa Cuello, ayudamos a promover, hace algo más de tres años.
Dejémonos de Vainas, la competitividad no es un documento. Es una estrategia concertada y en marcha. La competitividad es acción y compromiso. Si los que la hace son los privados con apoyo del sector público y la academia, no será posible concretarla, si aquellos siguen ausentes del proceso, aburridos, con razón de tanta reunión y discursos.
Convoquémoslos, nuevamente. Aprovechemos la oportunidad de oro de la elección de los nuevos dignatarios del poder público regional para que las propuestas estén encaminadas a impactar la competitividad. Enseñémosles, que en el plan actualizado, está el secreto para la prosperidad del Cesar. No permitamos, por favor, que cada gobierno sea una lista que aniquila la planeación estratégica.
SABLAZO
La designación de Evelio Daza, es como el comienzo del segundo tiempo de la gobernación de Cristian Moreno, a quien el sol amenaza con quemarle la espalda. Palguarata o turpial, canta tan bien, que ha estremecido la opinión. Me temo que si el gabinete no sigue en recomposición, la vitalidad y talante del brillante patillalero, aplastará y será, digo yo desde la cocina, el Supersecretario o, guardando las proporciones, un gran primer ministro.

[email protected]