Una herida en el cuello que le afectó cuerdas vocales y la tráquea, mantienen a José del Carmen Sardo Moscote en la unidad de cuidados intensivos de la clínica Médicos de Valledupar. Este supervisor de vigilancia de Dimar Seguridad fue atacado en el interior de la empresa, ubicada en el tercer piso de un edificio de la carrera 12 con calle 18, en hechos que son investigados por las autoridades.

Faltando una hora para la media noche del pasado lunes festivo, el hombre de 31 años alcanzó a tocar la puerta de un apartamento ubicado en el segundo piso de la edificación para pedir auxilio. Allí fue encontrado moribundo con una herida abierta en el cuello. Los vecinos del sector lo auxiliaron y solicitaron una ambulancia que lo llevó con un delicado estado de salud a un centro asistencial.

Para esclarecer la brutal agresión contra el vigilante, las autoridades revisan los videos de las cámaras de seguridad en la oficina de Dimar, sin embargo ya hay otras pistas de lo sucedido, según el comandante de la Estación de Policía Valledupar, mayor José Neira.

“El compañero que salía y entregó turno a esta persona (Sardo) cuenta que él llegó a la oficina acompañado de dos personas y tenía aliento de licor, por lo que creemos que, al parecer, esta persona fue herida por las personas que lo acompañaban y estamos analizando los videos para identificarlos, aunque los delincuentes se robaron una CPU de las cámaras para tratar de borrar los rastros, pero hay unas grabaciones que quedan en las oficinas de Barranquilla y con esas estamos trabajando”, precisó el oficial.

Agregó que además de los elementos extraídos de la oficina, al supervisor de vigilancia le robaron una pistola de balines y una motocicleta.

“Estamos esperando que los médicos nos den un nuevo parte, sabemos que tiene afectadas las cuerdas vocales y la tráquea, pero confiamos en que se va a recuperar”, dijo ayer Luz Deris Sardo, hermana de la víctima.

EL PILÓN conoció que José del Carmen Sardo Moscote reside en el barrio Villa Castro y es reservista del Ejército, puesto que en el año 2004 prestó el servicio militar.

“Esta persona fue herida por las personas que lo acompañaban y estamos analizando los videos para identificarlos, aunque los delincuentes se robaron un computador con las imágenes de las cámaras para tratar de borrar los rastros, hay unas grabaciones que quedan en las oficinas de Barranquilla”: mayor José Neira.

En este edificio ocurrió la brutal agresión al supervisor de vigilancia.

Por Redacción Judicial / EL PILÓN