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General - 28 agosto, 2015

Culminó primer proyecto productivo en restitución de tierras

Una familia de la vereda Las Palmas en zona rural de Mariangola fue la primera en terminar con éxito su proyecto productivo financiado por la unidad territorial en el Cesar.

Tatiana Orozco/El Pilón
Rosabel Sánchez y Jaime Cantillo mostraron en la finca Altiplano de la vereda Las Palmas, todo lo que han conseguido con el proyecto.
Tatiana Orozco/El Pilón Rosabel Sánchez y Jaime Cantillo mostraron en la finca Altiplano de la vereda Las Palmas, todo lo que han conseguido con el proyecto.

El día en que Jaime Rafael Cantillo Muñoz, de 67 años, y Rosabel Sánchez Pérez, de 57, conocieron que podían volver a su rancho ubicado en la vereda Las Palmas, jurisdicción de Mariangola, corregimiento de Valledupar, (Cesar), fue el más feliz de sus vidas. Eso fue hace seis años, y desde entonces han continuado su camino lejos de la violencia que los despojó de sus tierras el 16 de marzo de 2005, cuando hombres armados llegaron hasta su hogar y los amenazaron de muerte.

Pero ahora tienen otra fecha más para anotar en el calendario de los buenos momentos, porque llegaron a la recta final del proyecto productivo que les ayuda con el sustento de su familia y a recuperar a los animales que se perdieron en medio del terror.

“Estoy muy agradecida por todo lo que han hecho por nosotros, ahora no solo estamos bien porque volvimos a nuestro hogar, sino que tenemos un trabajo, algo que nos gusta hacer, porque cuando salimos de aquí, amenazados por hombres armados, tuve que ir a Valledupar a trabajar lavando o planchando ropa, y eso no era lo mío, a mí me gustan los animales”, dijo Rosabel Sánchez.

Se trata de uno de los 15 proyectos productivos que son financiados por el fondo de la Unidad de Restitución de Tierras en el departamento del Cesar y el primero en culminar exitosamente.

El director de la Unidad Territorial Cesar-La Guajira, Luis Alfonso Ruiz Alegría, indicó que “con esto la familia tiene un sustento económico que le permite subsistir en el nuevo entorno social. El proyecto comprende semovientes porque es ganadería doble propósito, además se deja una capacidad instalada para que puedan seguir percibiendo dividendos aun cuando finalice el proceso”.

Después de la sentencia proferida por un juez de restitución de tierras, se trabajó en las especificaciones técnicas del proyecto. Aunque el término inicial es de un año, la asistencia se mantiene para acompañar a la familia y así cumplir con el objetivo principal de reparación.
“El proceso de restitución de tierras no se agota con la sentencia, es un proyecto de vida y una de las formas que existe en ese camino es la financiación de los proyectos productivos. En el caso del Cesar, estos comprenden inversión agropecuaria, insumos y semillas para el caso de semovientes. También se pueden adelantar respecto a los cultivos tradicionales de la región”, indicó.

¿Cómo es el proceso?
El proceso se realiza a partir de la caracterización, en el que se estudia la necesidad que tienen las personas favorecidas con la sentencia. Luego se expide un certificado del uso del suelo por medio de la Alcaldía, en el que se determina la aptitud; después se realiza la parte técnica en el que la entidad prestadora de servicios agropecuarios concreta las opciones y ejecuta un proyecto bajo la supervisión de la Organización de las Naciones Unidas, ONU.

Generalmente se trabaja con tres desembolsos, en el que se pueden hacer procesos de adecuación de tierras, modificar estipulaciones, contratar mano de obra, instalar cercas, sembrar, se buscan los insumos y se realizan otras acciones como la compra de los animales con todos los registros.

Posteriormente se ejecuta todo el plan del proyecto productivo hasta que se termine con los objetivos de dejar un plan sostenible para la familia beneficiada que al final se quedará con todo lo hecho. Pese a que el proyecto culmina, la familia puede seguir pidiendo ayuda. Entre el proceso de restitución de tierras también está concebido el de restablecer la vivienda.

Un día oscuro
El 16 de marzo de 2005, es un día que Rosabel Sánchez y Jaime Cantillo quieren borrar de su memoria. En esa fecha varios hombres armados ingresaron a la finca de la vereda Las Palmas y se llevaron a su yerno Eduar Alfonso Medina, estaba semidesnudo, mientras que amenazaron de muerte a toda la familia.

“Ese día estábamos durmiendo cuando llegaron esos hombres y desaparecieron a Eduar Medina, nos dijeron también que desocupáramos y por eso nos fuimos para el pueblo. Teníamos miedo, lo perdimos todo, pero ahora que estamos de vuelta y trabajando con animales, estamos mejor y por eso agradecemos a la Unidad de Restitución de Tierras”, dijo Rosabel Sánchez.

Actualmente se adelantan de manera exitosa 15 proyectos productivos financiados por la Unidad Territorial de Restitución de Tierras. El primero en finalizar fue el de la familia Cantillo Sánchez.

Por Tatiana Orozco Mazzilli

Tatiana.orozco@elpilon.com.co

 

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28 agosto, 2015

Culminó primer proyecto productivo en restitución de tierras

Una familia de la vereda Las Palmas en zona rural de Mariangola fue la primera en terminar con éxito su proyecto productivo financiado por la unidad territorial en el Cesar.


Tatiana Orozco/El Pilón
Rosabel Sánchez y Jaime Cantillo mostraron en la finca Altiplano de la vereda Las Palmas, todo lo que han conseguido con el proyecto.
Tatiana Orozco/El Pilón Rosabel Sánchez y Jaime Cantillo mostraron en la finca Altiplano de la vereda Las Palmas, todo lo que han conseguido con el proyecto.

El día en que Jaime Rafael Cantillo Muñoz, de 67 años, y Rosabel Sánchez Pérez, de 57, conocieron que podían volver a su rancho ubicado en la vereda Las Palmas, jurisdicción de Mariangola, corregimiento de Valledupar, (Cesar), fue el más feliz de sus vidas. Eso fue hace seis años, y desde entonces han continuado su camino lejos de la violencia que los despojó de sus tierras el 16 de marzo de 2005, cuando hombres armados llegaron hasta su hogar y los amenazaron de muerte.

Pero ahora tienen otra fecha más para anotar en el calendario de los buenos momentos, porque llegaron a la recta final del proyecto productivo que les ayuda con el sustento de su familia y a recuperar a los animales que se perdieron en medio del terror.

“Estoy muy agradecida por todo lo que han hecho por nosotros, ahora no solo estamos bien porque volvimos a nuestro hogar, sino que tenemos un trabajo, algo que nos gusta hacer, porque cuando salimos de aquí, amenazados por hombres armados, tuve que ir a Valledupar a trabajar lavando o planchando ropa, y eso no era lo mío, a mí me gustan los animales”, dijo Rosabel Sánchez.

Se trata de uno de los 15 proyectos productivos que son financiados por el fondo de la Unidad de Restitución de Tierras en el departamento del Cesar y el primero en culminar exitosamente.

El director de la Unidad Territorial Cesar-La Guajira, Luis Alfonso Ruiz Alegría, indicó que “con esto la familia tiene un sustento económico que le permite subsistir en el nuevo entorno social. El proyecto comprende semovientes porque es ganadería doble propósito, además se deja una capacidad instalada para que puedan seguir percibiendo dividendos aun cuando finalice el proceso”.

Después de la sentencia proferida por un juez de restitución de tierras, se trabajó en las especificaciones técnicas del proyecto. Aunque el término inicial es de un año, la asistencia se mantiene para acompañar a la familia y así cumplir con el objetivo principal de reparación.
“El proceso de restitución de tierras no se agota con la sentencia, es un proyecto de vida y una de las formas que existe en ese camino es la financiación de los proyectos productivos. En el caso del Cesar, estos comprenden inversión agropecuaria, insumos y semillas para el caso de semovientes. También se pueden adelantar respecto a los cultivos tradicionales de la región”, indicó.

¿Cómo es el proceso?
El proceso se realiza a partir de la caracterización, en el que se estudia la necesidad que tienen las personas favorecidas con la sentencia. Luego se expide un certificado del uso del suelo por medio de la Alcaldía, en el que se determina la aptitud; después se realiza la parte técnica en el que la entidad prestadora de servicios agropecuarios concreta las opciones y ejecuta un proyecto bajo la supervisión de la Organización de las Naciones Unidas, ONU.

Generalmente se trabaja con tres desembolsos, en el que se pueden hacer procesos de adecuación de tierras, modificar estipulaciones, contratar mano de obra, instalar cercas, sembrar, se buscan los insumos y se realizan otras acciones como la compra de los animales con todos los registros.

Posteriormente se ejecuta todo el plan del proyecto productivo hasta que se termine con los objetivos de dejar un plan sostenible para la familia beneficiada que al final se quedará con todo lo hecho. Pese a que el proyecto culmina, la familia puede seguir pidiendo ayuda. Entre el proceso de restitución de tierras también está concebido el de restablecer la vivienda.

Un día oscuro
El 16 de marzo de 2005, es un día que Rosabel Sánchez y Jaime Cantillo quieren borrar de su memoria. En esa fecha varios hombres armados ingresaron a la finca de la vereda Las Palmas y se llevaron a su yerno Eduar Alfonso Medina, estaba semidesnudo, mientras que amenazaron de muerte a toda la familia.

“Ese día estábamos durmiendo cuando llegaron esos hombres y desaparecieron a Eduar Medina, nos dijeron también que desocupáramos y por eso nos fuimos para el pueblo. Teníamos miedo, lo perdimos todo, pero ahora que estamos de vuelta y trabajando con animales, estamos mejor y por eso agradecemos a la Unidad de Restitución de Tierras”, dijo Rosabel Sánchez.

Actualmente se adelantan de manera exitosa 15 proyectos productivos financiados por la Unidad Territorial de Restitución de Tierras. El primero en finalizar fue el de la familia Cantillo Sánchez.

Por Tatiana Orozco Mazzilli

Tatiana.orozco@elpilon.com.co