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Editorial - 30 octubre, 2016

¿Crisis de energía?

Lo que acaba de ocurrir con Electricaribe y el riesgo de que se quedaran los usuarios sin el servicio de energía por la crisis financiera que atraviesa esta empresa y su morosidad con los generadores, es un gran campanazo de alerta que debe mover a toda la dirigencia costeña porque tarde que temprano se romperá […]

Lo que acaba de ocurrir con Electricaribe y el riesgo de que se quedaran los usuarios sin el servicio de energía por la crisis financiera que atraviesa esta empresa y su morosidad con los generadores, es un gran campanazo de alerta que debe mover a toda la dirigencia costeña porque tarde que temprano se romperá el hilo y ya no se podrá soportar la pesada carga.

Bien lo dijo el director de la Federación Nacional de Departamentos, Amilkar Acosta, al advertir las consecuencias de los incumplimientos de Electricaribe con el pago de la energía a las empresas generadoras de energía.

Esta vez la cosa es seria, si no se hubiese dado el pago de más de 28 mil millones de pesos que hizo Electricaribe, desde el miércoles dos de noviembre los racionamientos serían el pan diario de los costeños.

El pago que acaba de hacer la empresa a los que venden energía es apenas un pañito de agua tibia, porque en noviembre deberá pagarles más de 68 mil millones de pesos.

El Superintendente de Servicios públicos, José Miguel Mendoza, anunció que no queda le quitará los ojos de encima a Electricaribe porque a pesar de que “se logró dar continuidad del suministro de energía por algunos días más, la Superservicios seguirá monitoreando minuto a minuto la situación energética de la región a través del grupo especializado creado recientemente”.

Así como lo hace la Superservicios también debería hacerlo la clase dirigente de la Costa Atlántica, incluidos la del Cesar, que a veces parece que viviera en otro país y poca atención le ponen a temas tan cruciales para la comunidad. Es demasiado evidente la crisis de Electricaribe que después de llevar años diciendo que su mala situación se debía a la cultura de no pago de los costeños, se le cayó la careta al confirmar que los habitantes de los departamentos de la Costa sí pagan de manera oportuna la factura. La fama de mala paga no es tan cierta porque sí algo ocurre con este servicio, es el temor de quedarse sin el fluido eléctrico, del cual depende la familia de hoy para hacer su vida cotidiana.

Ya es un hecho que Electricaribe no va a poder seguir contando con el respirador artificial en el que se había convertido el recurso destinado al subsidio de energía, y deberá por lo tanto aportar durante todo el mes de noviembre garantías que ascienden a 68.275 millones de pesos.

Editorial
30 octubre, 2016

¿Crisis de energía?

Lo que acaba de ocurrir con Electricaribe y el riesgo de que se quedaran los usuarios sin el servicio de energía por la crisis financiera que atraviesa esta empresa y su morosidad con los generadores, es un gran campanazo de alerta que debe mover a toda la dirigencia costeña porque tarde que temprano se romperá […]


Lo que acaba de ocurrir con Electricaribe y el riesgo de que se quedaran los usuarios sin el servicio de energía por la crisis financiera que atraviesa esta empresa y su morosidad con los generadores, es un gran campanazo de alerta que debe mover a toda la dirigencia costeña porque tarde que temprano se romperá el hilo y ya no se podrá soportar la pesada carga.

Bien lo dijo el director de la Federación Nacional de Departamentos, Amilkar Acosta, al advertir las consecuencias de los incumplimientos de Electricaribe con el pago de la energía a las empresas generadoras de energía.

Esta vez la cosa es seria, si no se hubiese dado el pago de más de 28 mil millones de pesos que hizo Electricaribe, desde el miércoles dos de noviembre los racionamientos serían el pan diario de los costeños.

El pago que acaba de hacer la empresa a los que venden energía es apenas un pañito de agua tibia, porque en noviembre deberá pagarles más de 68 mil millones de pesos.

El Superintendente de Servicios públicos, José Miguel Mendoza, anunció que no queda le quitará los ojos de encima a Electricaribe porque a pesar de que “se logró dar continuidad del suministro de energía por algunos días más, la Superservicios seguirá monitoreando minuto a minuto la situación energética de la región a través del grupo especializado creado recientemente”.

Así como lo hace la Superservicios también debería hacerlo la clase dirigente de la Costa Atlántica, incluidos la del Cesar, que a veces parece que viviera en otro país y poca atención le ponen a temas tan cruciales para la comunidad. Es demasiado evidente la crisis de Electricaribe que después de llevar años diciendo que su mala situación se debía a la cultura de no pago de los costeños, se le cayó la careta al confirmar que los habitantes de los departamentos de la Costa sí pagan de manera oportuna la factura. La fama de mala paga no es tan cierta porque sí algo ocurre con este servicio, es el temor de quedarse sin el fluido eléctrico, del cual depende la familia de hoy para hacer su vida cotidiana.

Ya es un hecho que Electricaribe no va a poder seguir contando con el respirador artificial en el que se había convertido el recurso destinado al subsidio de energía, y deberá por lo tanto aportar durante todo el mes de noviembre garantías que ascienden a 68.275 millones de pesos.