Según los comerciantes de valledupar la alcaldía no controló la proliferación de vendedores ambulantes de otras partes del país durante el Festival y estos causaron graves problemas durante las fiestas.
En carta a la administración:
A través de una carta enviada a la administración municipal, más de 40 vendedores legalmente establecidos, ubicados en el marco de la plaza Alfonso López, reclamaron al alcalde por lo ocurrido durante el festival de la Leyenda Vallenata, cuando este escenario fue colmado de vendedores ambulantes y estacionarios que llegaron de distintas regiones del país ocupando el espacio público y las vías peatonales, -según ellos-, sin ningún tipo de control por parte de la administración municipal.
Los vendedores firmantes de la carta enviada al alcalde Luís Fabián Fernández aseguran que esta situación ocasionó graves problemas de tránsito y obstrucción a la libre locomoción de los ciudadanos y miles de turistas que visitaron la ciudad durante el certamen folclórico.
“Hasta la fuerza pública se vio totalmente inerme ante el grueso número de vendedores que llegaron a nuestra ciudad, ocasionando al comercio organizado, millonarias pérdidas económicas en nuestras ventas locales”, sostiene el documento.
Según los vendedores legalmente constituidos, la llegada de estos vendedores ambulantes durante el festival trajo como resultado una alta evasión fiscal a las arcas del municipio, lesionando el erario público debido a que la totalidad de estos vendedores ambulantes no pagaron los respectivos impuestos de industria y comercio por las ventas que realizaron durante el festival.
Igualmente, destacan los firmantes de la carta, se le vendió una mala imagen a la ciudad presentándole las principales calles del centro histórico como un mercado persa, sin control de las autoridades. Además, el expendio de comidas que se ofreció no contó con el riguroso estándar de calidad de higiene que deben tener los alimentos preparados en la vía pública por parte de las autoridades de salud, “se prohibió el paseo de olla al balneario Hurtado pero se trasladó a las calles del centro histórico”, afirman en la carta.
Otro de los reclamos de los comerciantes es el relacionado con la presencia de bandas de viento foráneas que no permitieron escuchar la interpretación de los aires vallenatos por parte de los acordeoneros profesionales, ocasionando confusión y molestia.
Otro de los lunares negros que destacaron fue el desaseo en el marco de este escenario por la falta de baños públicos en sitios estratégicos, lo que llevó a quienes participaron de este certamen, a utilizar los andenes.
En la carta, los comerciantes solicitan al mandatario local, garantizar el espacio público el cual se invadió de forma deliberada, “no fue capaz de defender el comercio organizado de nuestra ciudad y le dio prelación al comercio informal que nos ocupó durante Festival vallenato”.
Según los comerciantes de valledupar la alcaldía no controló la proliferación de vendedores ambulantes de otras partes del país durante el Festival y estos causaron graves problemas durante las fiestas.
En carta a la administración:
A través de una carta enviada a la administración municipal, más de 40 vendedores legalmente establecidos, ubicados en el marco de la plaza Alfonso López, reclamaron al alcalde por lo ocurrido durante el festival de la Leyenda Vallenata, cuando este escenario fue colmado de vendedores ambulantes y estacionarios que llegaron de distintas regiones del país ocupando el espacio público y las vías peatonales, -según ellos-, sin ningún tipo de control por parte de la administración municipal.
Los vendedores firmantes de la carta enviada al alcalde Luís Fabián Fernández aseguran que esta situación ocasionó graves problemas de tránsito y obstrucción a la libre locomoción de los ciudadanos y miles de turistas que visitaron la ciudad durante el certamen folclórico.
“Hasta la fuerza pública se vio totalmente inerme ante el grueso número de vendedores que llegaron a nuestra ciudad, ocasionando al comercio organizado, millonarias pérdidas económicas en nuestras ventas locales”, sostiene el documento.
Según los vendedores legalmente constituidos, la llegada de estos vendedores ambulantes durante el festival trajo como resultado una alta evasión fiscal a las arcas del municipio, lesionando el erario público debido a que la totalidad de estos vendedores ambulantes no pagaron los respectivos impuestos de industria y comercio por las ventas que realizaron durante el festival.
Igualmente, destacan los firmantes de la carta, se le vendió una mala imagen a la ciudad presentándole las principales calles del centro histórico como un mercado persa, sin control de las autoridades. Además, el expendio de comidas que se ofreció no contó con el riguroso estándar de calidad de higiene que deben tener los alimentos preparados en la vía pública por parte de las autoridades de salud, “se prohibió el paseo de olla al balneario Hurtado pero se trasladó a las calles del centro histórico”, afirman en la carta.
Otro de los reclamos de los comerciantes es el relacionado con la presencia de bandas de viento foráneas que no permitieron escuchar la interpretación de los aires vallenatos por parte de los acordeoneros profesionales, ocasionando confusión y molestia.
Otro de los lunares negros que destacaron fue el desaseo en el marco de este escenario por la falta de baños públicos en sitios estratégicos, lo que llevó a quienes participaron de este certamen, a utilizar los andenes.
En la carta, los comerciantes solicitan al mandatario local, garantizar el espacio público el cual se invadió de forma deliberada, “no fue capaz de defender el comercio organizado de nuestra ciudad y le dio prelación al comercio informal que nos ocupó durante Festival vallenato”.