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Judicial - 15 junio, 2017

Comerciante se suicidó luego de que su mujer lo abandonó

Orlando Manuel Ospino Rivas, de 37 años de edad, fue encontrado colgado del cuello con un pedazo de nylon delgado, el cual amarró de una de las vigas del techo de la vivienda.

Orlando Manuel Ospino Rivas, de 37 años de edad, fue encontrado colgado del cuello con un pedazo de nylon delgado, el cual amarró de una de las vigas del techo de la vivienda.

El supuesto suicida era desmovilizado de las AUC y residía en una casa construida con láminas de zinc, tablas y cartón, en el sector de invasión ‘Altos de Pimienta’, noroccidente de Valledupar.

Ospino Rivas se dedicaba a la venta informal de espejos, cuadros y elementos de cocina por las calles de la capital del Cesar. Uno de los vecinos, quien no lo veía desde el martes último y alertado por el mal olor que salía del inmueble se asomó por la puerta y encontró el cadáver.

EL PILÓN conoció, que Ospino Rivas había intentado en otras ocasiones a atender contra su vida y no pudo superar el abandono de su mujer, quien no quiso seguir viviendo con él.

En la habitación encontraron varias botellas de licor y la última vez que fue visto por los vecinos, se encontraba ingiriendo bebidas embriagantes. Los restos mortales fueron trasladados por la Sijín de la Policía a la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

Ospino Rivas era natural de Ibagué, Tolima, dejó dos hijos de otro hogar y se había radicado en Valledupar hace más de 20 años.

Por Abdel Martínez Pérez

 

 

Judicial
15 junio, 2017

Comerciante se suicidó luego de que su mujer lo abandonó

Orlando Manuel Ospino Rivas, de 37 años de edad, fue encontrado colgado del cuello con un pedazo de nylon delgado, el cual amarró de una de las vigas del techo de la vivienda.


Orlando Manuel Ospino Rivas, de 37 años de edad, fue encontrado colgado del cuello con un pedazo de nylon delgado, el cual amarró de una de las vigas del techo de la vivienda.

El supuesto suicida era desmovilizado de las AUC y residía en una casa construida con láminas de zinc, tablas y cartón, en el sector de invasión ‘Altos de Pimienta’, noroccidente de Valledupar.

Ospino Rivas se dedicaba a la venta informal de espejos, cuadros y elementos de cocina por las calles de la capital del Cesar. Uno de los vecinos, quien no lo veía desde el martes último y alertado por el mal olor que salía del inmueble se asomó por la puerta y encontró el cadáver.

EL PILÓN conoció, que Ospino Rivas había intentado en otras ocasiones a atender contra su vida y no pudo superar el abandono de su mujer, quien no quiso seguir viviendo con él.

En la habitación encontraron varias botellas de licor y la última vez que fue visto por los vecinos, se encontraba ingiriendo bebidas embriagantes. Los restos mortales fueron trasladados por la Sijín de la Policía a la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

Ospino Rivas era natural de Ibagué, Tolima, dejó dos hijos de otro hogar y se había radicado en Valledupar hace más de 20 años.

Por Abdel Martínez Pérez