Publicidad
Categorías
Categorías
Editorial - 17 abril, 2011

Colombia vuelve y se blinda.

En medio de tantas noticias, incluyendo las del campo económico, y las políticas como la visita del Presidente Juan Manuel Santos a Europa, las mejores perspectivas para el TLC en Estados Unidos, y las emisiones de acciones de varias empresas de los grupos económicos del país, pasó desapercibida una noticia grande y buena para el […]

En medio de tantas noticias, incluyendo las del campo económico, y las políticas como la visita del Presidente Juan Manuel Santos a Europa, las mejores perspectivas para el TLC en Estados Unidos, y las emisiones de acciones de varias empresas de los grupos económicos del país, pasó desapercibida una noticia grande y buena para el país, como es el acceso a un cupo de crédito de emergencia del Fondo Monetario Internacional.
La decisión del equipo económico del Presidente Santos, con el aval de la Junta Directiva del Banco de la República, de acudir a un crédito de contingencia del FMI, demuestra la tradición de prudencia y ortodoxia que ha caracterizado el manejo de la economía de Colombia, en las últimas décadas.
Y es que a pesar de haber tenido un crecimiento económico de 4,3 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB), en 2010, y de haber logrado el grado de inversión por parte de la calificadora Standard and Poor, lo que le posibilita el acceso a financiamiento comercial sin ningún problema, el equipo económico quiso asegurarse y prefirió tener ese cupo en el FMI, que representa cinco veces asignadas por el país en esa entidad multilateral.
La decisión del gobierno colombiano se justifica debido a la gran incertidumbre que rodea a la economía internacional hoy y que, en un momento dado, puede desembocar en un cierre de los créditos comerciales para los países emergentes, incluyendo el nuestro a pesar de esos buenos indicadores antes señalados. Seguro mató a confianza, dice el adagio.
En efecto, aún es débil la recuperación de la economía de los Estados Unidos, en Europa hay varios países con problemas fiscales y financieros y los últimos sucesos políticos en el medio oriente, con su consecuente aumento en los precios del petróleo y otros productos, puede complicar aún más el panorama económico mundial.
Con este cupo asignado de endeudamiento, que se asemeja a los cupos rotativos de libre inversión que hoy ofrecen muchos bancos comerciales en el país a empresas, familias y personas, el gobierno del Presidente Santos se asegura un adecuado financiamiento en los próximos dos años, sin lugar a dudas, cuando le toca asumir los costos de la reconstrucción de buena parte de la infraestructura del país, duramente afectada por el invierno del año pasado y que, seguramente, también saldrá más averiada con el que está comenzando que ya lleva varios muertos, miles de damnificados y más daños a bienes públicos y privados.
Esta constituye una buena noticia, sin lugar a dudas, e insistimos en que ratifica esa buena tradición de Colombia de un manejo sano y prudente de su economía, principalmente en sus aspectos macro, como dicen los expertos.  Nuestro país ha honrado siempre sus deudas y – aunque a algunos populistas esto no les perece bueno- es lo más sano para el país en el mediano y largo plazo, ya que le permite contar con buen financiamiento en los mercados externos, tanto con entidades multilaterales como con la banca comercial. La economía colombiana vuelve y se blinda y esta constituye una muy buena noticia que, sorpresivamente, pasó relativamente desapercibida en distintos medios de comunicación.

Editorial
17 abril, 2011

Colombia vuelve y se blinda.

En medio de tantas noticias, incluyendo las del campo económico, y las políticas como la visita del Presidente Juan Manuel Santos a Europa, las mejores perspectivas para el TLC en Estados Unidos, y las emisiones de acciones de varias empresas de los grupos económicos del país, pasó desapercibida una noticia grande y buena para el […]


En medio de tantas noticias, incluyendo las del campo económico, y las políticas como la visita del Presidente Juan Manuel Santos a Europa, las mejores perspectivas para el TLC en Estados Unidos, y las emisiones de acciones de varias empresas de los grupos económicos del país, pasó desapercibida una noticia grande y buena para el país, como es el acceso a un cupo de crédito de emergencia del Fondo Monetario Internacional.
La decisión del equipo económico del Presidente Santos, con el aval de la Junta Directiva del Banco de la República, de acudir a un crédito de contingencia del FMI, demuestra la tradición de prudencia y ortodoxia que ha caracterizado el manejo de la economía de Colombia, en las últimas décadas.
Y es que a pesar de haber tenido un crecimiento económico de 4,3 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB), en 2010, y de haber logrado el grado de inversión por parte de la calificadora Standard and Poor, lo que le posibilita el acceso a financiamiento comercial sin ningún problema, el equipo económico quiso asegurarse y prefirió tener ese cupo en el FMI, que representa cinco veces asignadas por el país en esa entidad multilateral.
La decisión del gobierno colombiano se justifica debido a la gran incertidumbre que rodea a la economía internacional hoy y que, en un momento dado, puede desembocar en un cierre de los créditos comerciales para los países emergentes, incluyendo el nuestro a pesar de esos buenos indicadores antes señalados. Seguro mató a confianza, dice el adagio.
En efecto, aún es débil la recuperación de la economía de los Estados Unidos, en Europa hay varios países con problemas fiscales y financieros y los últimos sucesos políticos en el medio oriente, con su consecuente aumento en los precios del petróleo y otros productos, puede complicar aún más el panorama económico mundial.
Con este cupo asignado de endeudamiento, que se asemeja a los cupos rotativos de libre inversión que hoy ofrecen muchos bancos comerciales en el país a empresas, familias y personas, el gobierno del Presidente Santos se asegura un adecuado financiamiento en los próximos dos años, sin lugar a dudas, cuando le toca asumir los costos de la reconstrucción de buena parte de la infraestructura del país, duramente afectada por el invierno del año pasado y que, seguramente, también saldrá más averiada con el que está comenzando que ya lleva varios muertos, miles de damnificados y más daños a bienes públicos y privados.
Esta constituye una buena noticia, sin lugar a dudas, e insistimos en que ratifica esa buena tradición de Colombia de un manejo sano y prudente de su economía, principalmente en sus aspectos macro, como dicen los expertos.  Nuestro país ha honrado siempre sus deudas y – aunque a algunos populistas esto no les perece bueno- es lo más sano para el país en el mediano y largo plazo, ya que le permite contar con buen financiamiento en los mercados externos, tanto con entidades multilaterales como con la banca comercial. La economía colombiana vuelve y se blinda y esta constituye una muy buena noticia que, sorpresivamente, pasó relativamente desapercibida en distintos medios de comunicación.