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Editorial - 17 noviembre, 2017

Colombia Viva

Fue publicado ayer el informe ‘Colombia Viva’, una guía para la toma de decisiones políticas y económicas enfocadas al desarrollo sustentable y el manejo de los recursos naturales. Es la primera vez que se publica en Colombia un documento de esta dimensión, es una revisión histórica de la transformación de los ecosistemas del país, un […]

Fue publicado ayer el informe ‘Colombia Viva’, una guía para la toma de decisiones políticas y económicas enfocadas al desarrollo sustentable y el manejo de los recursos naturales. Es la primera vez que se publica en Colombia un documento de esta dimensión, es una revisión histórica de la transformación de los ecosistemas del país, un examen detallado del estado actual de la biodiversidad y de sus servicios ecosistémicos.

‘Colombia viva’ debe ser el informe de consulta de los gobernantes para reenfocar sus acciones y empalmarlas con lo consignado en sus planes de desarrollo (alcaldes y gobernadores), que ya están a medio camino.

El WWF, capítulo Colombia, (del inglés World Wildlife Fund, en español: Fondo Mundial para la Naturaleza) presenta una propuesta concreta para encauzar a Colombia por una senda de desarrollo socio-económico incluyente, equitativo y bajo en carbono.

Los resultados de este informe no son alentadores. De los 85 tipos de ecosistemas que hay en Colombia, 20 se encuentran en estado crítico y otros 17 están en peligro. Lo que quiere decir que cerca de la mitad de los entornos naturales del país están en un alto grado de deterioro, comprometiendo seriamente la supervivencia de muchas especies y limitando la provisión de servicios que permiten la supervivencia y bienestar de los colombianos.

Entre los detalles que se destacan y que tienen relación con el Cesar, se encuentra la cuenca del río Magdalena, que presenta signos claros de una declinación alarmante de sus pesquerías, pues las capturas en este cauce disminuyeron casi 90 % desde la década de 1970. El bocachico del Magdalena (Prochilodus magdalenae) o el bagre tigre (Pseudoplatystoma fasciatum) prácticamente han desaparecido de las cocinas de los colombianos. ¿Qué estamos haciendo en el Cesar para atender este tema?

Recomendamos este informe para los gobernantes, los políticos que tienen aspiraciones de llegar a un cargo público, los rectores de universidades, los empresarios, los estudiantes, en fin, lo recomendamos para que reafirmemos que estamos mal en el tema ambiental, pero sobre todo para que nos pellizquemos y reaccionemos, aún se puede salvar el planeta.

El WWF-Colombia formuló un plan de conservación que se fundamenta en tres grandes estrategias, enmarcadas en líneas temáticas transversales definidas por la organización a nivel mundial: (i) Diversificar los enfoques al momento de abordar el mantenimiento futuro de los complejos gradientes ambientales, (ii) Implementar mecanismos para una gobernanza social, política, legal e institucional efectiva, y (iii) Desarrollar mercados y sistemas financieros en los que la planeación sectorial y los modelos de producción y aprovechamiento reduzcan la deforestación, los cambios de uso del suelo o la sobreexplotación de recursos.

Es un trabajo mancomunado: Gobiernos nacional, territorial y municipal, de la mano de la comunidad. El documento busca iniciar y desarrollar diálogos con audiencias claves –tomadores de decisiones, público general, organizaciones filantrópicas, empresas e industria– y, en ese sentido, puede ser usado también por otros actores en la búsqueda de soluciones colectivas frente a la crisis ambiental contemporánea.

Editorial
17 noviembre, 2017

Colombia Viva

Fue publicado ayer el informe ‘Colombia Viva’, una guía para la toma de decisiones políticas y económicas enfocadas al desarrollo sustentable y el manejo de los recursos naturales. Es la primera vez que se publica en Colombia un documento de esta dimensión, es una revisión histórica de la transformación de los ecosistemas del país, un […]


Fue publicado ayer el informe ‘Colombia Viva’, una guía para la toma de decisiones políticas y económicas enfocadas al desarrollo sustentable y el manejo de los recursos naturales. Es la primera vez que se publica en Colombia un documento de esta dimensión, es una revisión histórica de la transformación de los ecosistemas del país, un examen detallado del estado actual de la biodiversidad y de sus servicios ecosistémicos.

‘Colombia viva’ debe ser el informe de consulta de los gobernantes para reenfocar sus acciones y empalmarlas con lo consignado en sus planes de desarrollo (alcaldes y gobernadores), que ya están a medio camino.

El WWF, capítulo Colombia, (del inglés World Wildlife Fund, en español: Fondo Mundial para la Naturaleza) presenta una propuesta concreta para encauzar a Colombia por una senda de desarrollo socio-económico incluyente, equitativo y bajo en carbono.

Los resultados de este informe no son alentadores. De los 85 tipos de ecosistemas que hay en Colombia, 20 se encuentran en estado crítico y otros 17 están en peligro. Lo que quiere decir que cerca de la mitad de los entornos naturales del país están en un alto grado de deterioro, comprometiendo seriamente la supervivencia de muchas especies y limitando la provisión de servicios que permiten la supervivencia y bienestar de los colombianos.

Entre los detalles que se destacan y que tienen relación con el Cesar, se encuentra la cuenca del río Magdalena, que presenta signos claros de una declinación alarmante de sus pesquerías, pues las capturas en este cauce disminuyeron casi 90 % desde la década de 1970. El bocachico del Magdalena (Prochilodus magdalenae) o el bagre tigre (Pseudoplatystoma fasciatum) prácticamente han desaparecido de las cocinas de los colombianos. ¿Qué estamos haciendo en el Cesar para atender este tema?

Recomendamos este informe para los gobernantes, los políticos que tienen aspiraciones de llegar a un cargo público, los rectores de universidades, los empresarios, los estudiantes, en fin, lo recomendamos para que reafirmemos que estamos mal en el tema ambiental, pero sobre todo para que nos pellizquemos y reaccionemos, aún se puede salvar el planeta.

El WWF-Colombia formuló un plan de conservación que se fundamenta en tres grandes estrategias, enmarcadas en líneas temáticas transversales definidas por la organización a nivel mundial: (i) Diversificar los enfoques al momento de abordar el mantenimiento futuro de los complejos gradientes ambientales, (ii) Implementar mecanismos para una gobernanza social, política, legal e institucional efectiva, y (iii) Desarrollar mercados y sistemas financieros en los que la planeación sectorial y los modelos de producción y aprovechamiento reduzcan la deforestación, los cambios de uso del suelo o la sobreexplotación de recursos.

Es un trabajo mancomunado: Gobiernos nacional, territorial y municipal, de la mano de la comunidad. El documento busca iniciar y desarrollar diálogos con audiencias claves –tomadores de decisiones, público general, organizaciones filantrópicas, empresas e industria– y, en ese sentido, puede ser usado también por otros actores en la búsqueda de soluciones colectivas frente a la crisis ambiental contemporánea.