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Editorial - 7 noviembre, 2017

Colegios sin vigilantes ni aseadoras

Lo que advirtió el diputado Alfredo Pinto en una reciente sesión de la Asamblea del Cesar, se cumplió. Dijo que la falta de vigilantes en las 130 instituciones educativas del departamento genera un gran peligro para la educación de los niños cesarenses porque los elementos tecnológicos con los que se educan y otros recursos pedagógicos […]

Lo que advirtió el diputado Alfredo Pinto en una reciente sesión de la Asamblea del Cesar, se cumplió. Dijo que la falta de vigilantes en las 130 instituciones educativas del departamento genera un gran peligro para la educación de los niños cesarenses porque los elementos tecnológicos con los que se educan y otros recursos pedagógicos pueden ser presa fácil de la delincuencia.

El primer caso ya se registró el fin de semana que acaba de pasar en el corregimiento de Boquerón, municipio de La Jagua de Ibirico, de donde los ladrones se llevaron cinco computadores portátiles marca Lenovo, del programa computadores para Educar, y cuatro acordeones marca Hohner, materiales avaluados en 10 millones de pesos.

El 30 de octubre todos los rectores de las instituciones oficiales del Cesar recibieron la circular número 0292 de parte de la Secretaría de Educación Departamental, en la que les anuncia que la suspensión del servicio de vigilancia. El motivo: se acabó el contrato. ¿Falta de planeación?

En el recinto de la Asamblea pusieron el tema, de pronto demasiado tarde, porque la realidad es que hoy no hay quien cuide las instalaciones de los colegios públicos y lo que hay dentro de ellos. ¿Por qué no lo advirtieron antes? Tal vez habrían alcanzado a hacer una nueva contratación o una adición al ya existente, porque si apenas se va a hacer, como bien lo afirma el diputado Pinto, dejaría sin celadores más de dos meses a las instituciones educativas.

Lo que roben, así parezca insignificante para algunos, hace falta. La educación pública no es fácil, la mayoría de los colegios hoy tienen computadores, tablas, laboratorios, que en la mayoría de los casos son entregados por entidades distintas a la Gobernación del Cesar, tal es el caso del Ministerio de Educación, Ministerio de la Tecnología, la Información y la Comunicación. Por eso es inconcebible que el gobierno departamental no prevea este tipo de necesidades, como son el servicio de vigilancia y aseo de los colegios públicos.

El año lectivo en pocos días culminará y los colegios quedarán solos. ¿Quién responderá por la infraestructura, su mobiliario y todo lo que haya en las instalaciones? Y de manera paralela, tampoco hay contrato de aseo, es decir, que los colegios no tienen quién los cuide ni quien los limpie. El secretario de Educación del Cesar, Jorge Araujo, solo ha dicho que no se alcanzó a hacer la adición al contrato. ¿Secretario cuál es el plan B o solo hay plan A: que los colegios se cuiden solos y permanezcan sucios?

 

 

Editorial
7 noviembre, 2017

Colegios sin vigilantes ni aseadoras

Lo que advirtió el diputado Alfredo Pinto en una reciente sesión de la Asamblea del Cesar, se cumplió. Dijo que la falta de vigilantes en las 130 instituciones educativas del departamento genera un gran peligro para la educación de los niños cesarenses porque los elementos tecnológicos con los que se educan y otros recursos pedagógicos […]


Lo que advirtió el diputado Alfredo Pinto en una reciente sesión de la Asamblea del Cesar, se cumplió. Dijo que la falta de vigilantes en las 130 instituciones educativas del departamento genera un gran peligro para la educación de los niños cesarenses porque los elementos tecnológicos con los que se educan y otros recursos pedagógicos pueden ser presa fácil de la delincuencia.

El primer caso ya se registró el fin de semana que acaba de pasar en el corregimiento de Boquerón, municipio de La Jagua de Ibirico, de donde los ladrones se llevaron cinco computadores portátiles marca Lenovo, del programa computadores para Educar, y cuatro acordeones marca Hohner, materiales avaluados en 10 millones de pesos.

El 30 de octubre todos los rectores de las instituciones oficiales del Cesar recibieron la circular número 0292 de parte de la Secretaría de Educación Departamental, en la que les anuncia que la suspensión del servicio de vigilancia. El motivo: se acabó el contrato. ¿Falta de planeación?

En el recinto de la Asamblea pusieron el tema, de pronto demasiado tarde, porque la realidad es que hoy no hay quien cuide las instalaciones de los colegios públicos y lo que hay dentro de ellos. ¿Por qué no lo advirtieron antes? Tal vez habrían alcanzado a hacer una nueva contratación o una adición al ya existente, porque si apenas se va a hacer, como bien lo afirma el diputado Pinto, dejaría sin celadores más de dos meses a las instituciones educativas.

Lo que roben, así parezca insignificante para algunos, hace falta. La educación pública no es fácil, la mayoría de los colegios hoy tienen computadores, tablas, laboratorios, que en la mayoría de los casos son entregados por entidades distintas a la Gobernación del Cesar, tal es el caso del Ministerio de Educación, Ministerio de la Tecnología, la Información y la Comunicación. Por eso es inconcebible que el gobierno departamental no prevea este tipo de necesidades, como son el servicio de vigilancia y aseo de los colegios públicos.

El año lectivo en pocos días culminará y los colegios quedarán solos. ¿Quién responderá por la infraestructura, su mobiliario y todo lo que haya en las instalaciones? Y de manera paralela, tampoco hay contrato de aseo, es decir, que los colegios no tienen quién los cuide ni quien los limpie. El secretario de Educación del Cesar, Jorge Araujo, solo ha dicho que no se alcanzó a hacer la adición al contrato. ¿Secretario cuál es el plan B o solo hay plan A: que los colegios se cuiden solos y permanezcan sucios?