Ante la originalidad de sus proyectos audiovisuales, la cineasta vallenata Nina Paola Marín Díaz obtuvo una residencia artística en Miami, Estados Unidos, convirtiéndose en la primera colombiana en ganarse una iniciativa de este tipo. Ella se va el 29 de junio y regresa el dos de agosto del presente año.

Aplicó con el corto documental ‘Lo que la distancia no borra’, el cual contará la historia de latinos que viven en Norteamérica tras el sueño americano y que están amarrados al recuerdo de su país de origen. “Es jugar con lo que ellos relatan de su país y lo que tienen que vivir tras dejar a familiares y amigos. La idea es contactar a ocho latinos, entre los que estarán nicaragüenses, peruanos, ecuatorianos y colombianos”, acotó la productora.

Los toques que le dará la cineasta vallenata a esta producción será la parte dramática, ‘alimentándose’ de todas las vivencias de un grupo de extranjeros que viven lejos de su país de origen, tratando de desnudar el alma de los seres humanos y jugar con las metáforas visuales.

De acuerdo con Nina, esta propuesta proviene del programa Estímulos del Ministerio de Cultura, que anualmente abre convocatorias para becas y residencias, confesando que “se inscribió como cosa pérdida porque veía muy lejano que ganara una iniciativa donde participaban varios cineastas del país. Incluso el de la idea fue mi esposo”.

El proceso de selección del Ministerio se dio luego que el jurado seleccionará las propuestas que consideraron viables y llamativas. Aunque esta residencia es más de artistas plásticos, este año la convocatoria abrió espacios para las artes visuales.

La residencia otorga dos mil dólares para alimentación, transporte local y materiales. El Ministerio de Cultura cubrirá los costos del transporte aéreo internacional ida y regreso, así como seguro médico. Por su parte, The Fountainhead Residency brindará el alojamiento, así como el estudio y espacio de presentación o exhibición pública de la obra.

Por su parte, Marín Díaz está obligada a entregar un informe final máximo un mes después de haber terminado la residencia, anexando material fotográfico, grabaciones en audio, video u otro tipo de registro de acuerdo con las características del proyecto; un informe de socialización con sus soportes, dirigido al programa Nacional de Estímulos; y llevar a cabo un plan de socialización en un plazo máximo de un mes a su regreso a Colombia. Al final debo hacer un cóctel para mostrar el proyecto en Miami, Bogotá y en Valledupar.