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Columnista - 13 diciembre, 2017

Chisme, calumnia y rumor

En la época electoral se alborota el chisme, la calumnia y el rumor. Aquí en nuestra ciudad hemos sido muy dados a tocar estos tres temas. Nunca ha faltado un grupo pequeño o grande donde uno llegue y estén hablando en voz baja, otros en voz alta. Aquí juega mucho “según lo dijeron, según lo […]

En la época electoral se alborota el chisme, la calumnia y el rumor. Aquí en nuestra ciudad hemos sido muy dados a tocar estos tres temas. Nunca ha faltado un grupo pequeño o grande donde uno llegue y estén hablando en voz baja, otros en voz alta. Aquí juega mucho “según lo dijeron, según lo escucharon y según lo hablaron”.

De vez en cuando suena una carcajada o una risita sospechosa, las miradas cómplices van y vienen y apenas si se escucha un ¡quien lo dijo! ¿Dónde lo escuchaste? ¿Se unió con quién?, se desmontarán varias candidaturas, a fulanito le dieron tanto, etc., etc.

Estos chismosos y calumniadores se encuentran en todas partes y se pueden ver como una creación colectiva: cuando un rumor, calumnia o chisme empieza a rodar, todos los que lo escuchan y cuentan ponen un granito de arena para hacerlo más atractivo mientras dura. Que tire la primera piedra quien no ha participado en un chisme o rumor como autor, narrador o auditorio, son tan populares en la sociedad que chismosear es una práctica cotidiana tan importante que la psicología se ha ocupado de ellos.

En todo caso, el tema varía: la política, la sexualidad, el deseo, el odio y la esperanza. Ellos toman forma distinta: una cosa es el chisme blanco que difícilmente sale de un grupo social o el comentario mal intencionado que se convierte en calumnia y que causa daño no solo a la víctima del chisme, sino también a todos los que involucra a sus familiares. Y aunque no son nada nuevo, en situaciones de tensiones y miedos esta práctica crece para manejar las restricciones y temores. ¿La razón? Rumores y chismes sirven para disminuir la ansiedad. Si el rumor que oímos nos proporciona una interpretación caprichosa de la realidad que sea agradable para nuestra vida secreta nos inclinamos a creerlo y transmitirlo. Otro extremo es el de los chismosos crónicos, son personas con la autoestima muy baja, muy lesionados, sienten miedo de que hablen de ellos y no entienden el daño que producen.

Entre esos extremos hay varias causas para contar chismes: atraer la atención a los oyentes y subir el amor propio por estar enterado de lo último, todo esto mientras dura la chismografía. En la vida cotidiana, chisme y rumor son uno solo, pero algunas diferencias, entre unos y otros. El primero siempre pone en público hechos de la vida privada de la persona. Otra misión muestra que ambos comparten en ser dañinos, detrás del chisme están los elementos destructivos y sádicos de una persona y detrás del rumor, los temores. Ojalá los vallenatos nos acostumbremos a otras cosas mejores.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: ¡Cero quemados en esta navidad! Son mis deseos. El propósito es no quemarle el futuro a los niños; que no le propiciemos el peor día de sus vidas; nunca nos perdonarán el no haberle evitado momentos fatales; sus desfiguraciones físicas no cicatrizan en el alma. Estas frases persuasivas y mil más son pocas, si con ellas algunos niños se salvan de ser quemados por la pólvora. Por eso estoy pidiendo a padres y adultos la máxima prudencia posible con la infancia en estas festividades. Los niños inocentes como los adolescentes desbocados no miden las funestas consecuencias que puede tener un descuido.

Sólo cuando se produce daño y las familias experimentan en carne propia la tragedia de un niño quemado, se atienden tardíamente, los consejos de abandonar esta perjudicial tradición.
Quiero recordarles a los vallenatos que en esta fecha de navidad es frecuente la adulteración habitual de los licores, circunstancia que obviamente debe obligar a todos nosotros a tomar las más celosas precauciones para proteger la salud y aun nuestras vidas, porque el licor adulterado constituye una seria amenaza.

POSTDATA 1: Esta semana destaco la iluminación de parques y glorietas como Los Algarrobillos, Hurtado y Playa Maravilla. Se lució la Alcaldía en cabeza de nuestro alcalde Tuto Uhía. Se lleva los aplausos y felicitaciones. Se rajan los mototaxistas como siempre irresponsables, irrespetuosos y violadores de todas las normas de tránsito. Por eso se siguen matando. En rojo: La cantidad de venezolanos e indigentes en las calles de Valledupar.

POSTDATA 2: Hoy recibo la noticia del fallecimiento de la prima Vicky Lobo, a su distinguida familia mis sentimientos de pesar. Paz en su tumba.

Columnista
13 diciembre, 2017

Chisme, calumnia y rumor

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

En la época electoral se alborota el chisme, la calumnia y el rumor. Aquí en nuestra ciudad hemos sido muy dados a tocar estos tres temas. Nunca ha faltado un grupo pequeño o grande donde uno llegue y estén hablando en voz baja, otros en voz alta. Aquí juega mucho “según lo dijeron, según lo […]


En la época electoral se alborota el chisme, la calumnia y el rumor. Aquí en nuestra ciudad hemos sido muy dados a tocar estos tres temas. Nunca ha faltado un grupo pequeño o grande donde uno llegue y estén hablando en voz baja, otros en voz alta. Aquí juega mucho “según lo dijeron, según lo escucharon y según lo hablaron”.

De vez en cuando suena una carcajada o una risita sospechosa, las miradas cómplices van y vienen y apenas si se escucha un ¡quien lo dijo! ¿Dónde lo escuchaste? ¿Se unió con quién?, se desmontarán varias candidaturas, a fulanito le dieron tanto, etc., etc.

Estos chismosos y calumniadores se encuentran en todas partes y se pueden ver como una creación colectiva: cuando un rumor, calumnia o chisme empieza a rodar, todos los que lo escuchan y cuentan ponen un granito de arena para hacerlo más atractivo mientras dura. Que tire la primera piedra quien no ha participado en un chisme o rumor como autor, narrador o auditorio, son tan populares en la sociedad que chismosear es una práctica cotidiana tan importante que la psicología se ha ocupado de ellos.

En todo caso, el tema varía: la política, la sexualidad, el deseo, el odio y la esperanza. Ellos toman forma distinta: una cosa es el chisme blanco que difícilmente sale de un grupo social o el comentario mal intencionado que se convierte en calumnia y que causa daño no solo a la víctima del chisme, sino también a todos los que involucra a sus familiares. Y aunque no son nada nuevo, en situaciones de tensiones y miedos esta práctica crece para manejar las restricciones y temores. ¿La razón? Rumores y chismes sirven para disminuir la ansiedad. Si el rumor que oímos nos proporciona una interpretación caprichosa de la realidad que sea agradable para nuestra vida secreta nos inclinamos a creerlo y transmitirlo. Otro extremo es el de los chismosos crónicos, son personas con la autoestima muy baja, muy lesionados, sienten miedo de que hablen de ellos y no entienden el daño que producen.

Entre esos extremos hay varias causas para contar chismes: atraer la atención a los oyentes y subir el amor propio por estar enterado de lo último, todo esto mientras dura la chismografía. En la vida cotidiana, chisme y rumor son uno solo, pero algunas diferencias, entre unos y otros. El primero siempre pone en público hechos de la vida privada de la persona. Otra misión muestra que ambos comparten en ser dañinos, detrás del chisme están los elementos destructivos y sádicos de una persona y detrás del rumor, los temores. Ojalá los vallenatos nos acostumbremos a otras cosas mejores.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: ¡Cero quemados en esta navidad! Son mis deseos. El propósito es no quemarle el futuro a los niños; que no le propiciemos el peor día de sus vidas; nunca nos perdonarán el no haberle evitado momentos fatales; sus desfiguraciones físicas no cicatrizan en el alma. Estas frases persuasivas y mil más son pocas, si con ellas algunos niños se salvan de ser quemados por la pólvora. Por eso estoy pidiendo a padres y adultos la máxima prudencia posible con la infancia en estas festividades. Los niños inocentes como los adolescentes desbocados no miden las funestas consecuencias que puede tener un descuido.

Sólo cuando se produce daño y las familias experimentan en carne propia la tragedia de un niño quemado, se atienden tardíamente, los consejos de abandonar esta perjudicial tradición.
Quiero recordarles a los vallenatos que en esta fecha de navidad es frecuente la adulteración habitual de los licores, circunstancia que obviamente debe obligar a todos nosotros a tomar las más celosas precauciones para proteger la salud y aun nuestras vidas, porque el licor adulterado constituye una seria amenaza.

POSTDATA 1: Esta semana destaco la iluminación de parques y glorietas como Los Algarrobillos, Hurtado y Playa Maravilla. Se lució la Alcaldía en cabeza de nuestro alcalde Tuto Uhía. Se lleva los aplausos y felicitaciones. Se rajan los mototaxistas como siempre irresponsables, irrespetuosos y violadores de todas las normas de tránsito. Por eso se siguen matando. En rojo: La cantidad de venezolanos e indigentes en las calles de Valledupar.

POSTDATA 2: Hoy recibo la noticia del fallecimiento de la prima Vicky Lobo, a su distinguida familia mis sentimientos de pesar. Paz en su tumba.