De acuerdo con una investigación de Blanca Montañez Orozco, profesora de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales, UDCA, el Cesar lidera junto a los departamentos de La Guajira, Magdalena y Huila los riesgos por erosión en el país.

El panorama nacional es desalentador. En todo el país hay un riesgo de perderse unos 19 millones de hectáreas de suelo productivo por este factor que pone en peligro la seguridad alimentaria, lo que es grave porque la contaminación y el maltrato a la tierra, cada vez dejan más consecuencias.
Para la especialista, una de las causas de esta erosión tiene que ver con el uso inadecuado de la ganadería y la agricultura. “La ganadería compacta el suelo, lo que no permite que el agua entre fácilmente a la tierra”, afirmó.
Las prácticas inadecuadas en la agricultura y la ganadería, la deforestación, la tala indiscriminada de árboles y los incendios forestales son los principales detonantes de este fenómeno. Según el reciente estudio los departamentos más perjudicados por la erosión son: Cesar, con el 82 % de su superficie afectada, seguido por La Guajira con 79 %, Magdalena con un 77 % y Huila con el 73 %. Sin embargo la problemática no deja de ser grave en Antioquia, Boyacá, Casanare, Córdoba, Cundinamarca o Tolima.

Andrés Felipe Meza, secretario de Ambiente del Cesar, dijo que hay diferentes estudios que ratifican lo mismo y es que el departamento tiene sus suelos altamente erosionados con un proceso de desertificación bastante alto y esto se debe principalmente a que históricamente esta región fue algodonera con actividades agropecuarias intensivas y ahora el desarrollo de actividades mineras.

El funcionario aseguró que debido esta problemática que presenta el departamento, desde la Gobernación del Cesar desarrollan proyectos encaminados a reducir esa alta tasa de erosión. “Principalmente ahora se desarrolla un proyecto importante de arborización y recuperación de cuencas que proveen acueductos municipales. Se tiende a recuperar esa zona vegetal, no solamente en las zonas cercanas a los ríos sino en los cascos urbanos de los diferentes municipios del Cesar. Como segundo punto importante está un ejercicio de articulación con los sectores productivos en función de incitarlos a todos a que conserven y que logremos una recuperación pasiva de algunas de las áreas que no utilicen en las fincas. Dado el caso del sector caficultor, en la Serranía de Perijá donde se logró que por cada parcela de finca dejarán una o dos hectáreas sin utilizar”, expresó Andrés Felipe.
Agregó que con las empresas mineras también se hizo un importante esquema de pago por servicios ambientales que contempla los sistemas forestales.

“Además del trabajo que realizan las entidades públicas, se requiere el apoyo de toda la comunidad. Proteger la tierra no significa invertirle recursos, sino dejarla en procesos de restauración pasiva de tal manera que el suelo se recupere y evitar así la erosión que se viene presentando”, acotó el funcionario.

Datos de interés

– Se calcula que al actual ritmo de degradación de suelos, la superficie cultivable del planeta pasará de los 1.500 millones de hectáreas que se poseían en 1975 a 1.000 millones en el año 2025, es decir que la pérdida de suelos afectará posiblemente a una tercera parte de la superficie cultivable de la tierra.

– El 3 % del territorio colombiano sufre de erosión severa, un nivel irreversible que provoca la muerte del suelo. El 17 % tiene un grado moderado de afectación y el 20 % ligero.

– La erosión, según la investigación realizada por la UDCA, junto al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia genera pérdidas hasta por 25 mil millones de pesos en el país.

Andreina Bandera/ EL PILÓN
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