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Análisis - 14 agosto, 2017

El Cesar: ¿para dónde va en pobreza?

El economista Fernando Herrera Araujo analiza los datos de pobreza departamentales que dio a conocer el Dane y asegura que le preocupa que en los últimos cinco años el Cesar viene disminuyendo la pobreza solamente un 1 % anual, con altibajos, lo que quiere decir que en promedio 10.000 cesarenses anuales salen de la pobreza de 420.000 que se encuentran en esa situación. Si las cosas siguen así, se necesitarán más de 40 años para erradicar la pobreza del Departamento.

Según las cifras, 420.000 personas son pobres en el Cesar y de estas, 120.000 viven en pobreza extrema.
Según las cifras, 420.000 personas son pobres en el Cesar y de estas, 120.000 viven en pobreza extrema.
1. Evolución de la pobreza en el Cesar

Hace dos días publicó el Dane los datos de pobreza departamentales. El año pasado fue un año perdido en la lucha contra la pobreza. A nivel nacional en vez de bajar, subimos de 27.8 a 28 %. Fue una brusca parada en la tendencia que se traía. La crisis fiscal nacional, básicamente por la pérdida del ingreso petrolero, más de 20 billones anuales, el bajo crecimiento económico, más el estancamiento mundial de la economía que no jalona las exportaciones, influyeron para que la lucha contra la pobreza se estancara. Por más ayuda social, subsidios, etc., que se den, si no hay crecimiento económico, no hay efectividad en la lucha contra la pobreza.

En medio de esa situación nacional, de escaso avance, el Departamento del Cesar logra asomar la cara, mostrando que redujo la pobreza en un mero 0.4 %. A pesar de grandes inversiones que se vienen programando, sólo 4.000 cesarenses, salieron de la pobreza, en un Departamento que aún tiene a más de 420.000 habitantes sufriendo ese flagelo. Algo positivo es que se quebró la tendencia alcista del año pasado, cuando la pobreza, aumentó a nivel departamental.

El resultado para Valledupar de 2016 ya lo habíamos analizado hace unos meses y el resultado para nada fue alentador. Fue la tercera ciudad capital más pobre de Colombia (35.5%) y aumentó 5.5 puntos la pobreza entre 2015 y 2016. Es decir, a pesar de este descalabro, los otros municipios del Cesar lograron equilibrar las cargas para esta leve mejoría en el Departamento.

 

2. Comparativo Caribe

Si nos comparamos con los departamentos vecinos y con el mejor y el peor en el país, podemos tener una relación del contexto y de nuestros logros o pendientes. Estamos en la tabla superior de la pobreza, lo que no es honroso.

De 23 departamentos más Bogotá, somos el noveno más pobre, pero lo que preocupa es que en los últimos cinco años estamos disminuyendo la pobreza solamente un 1 % anual, con altibajos. Eso, son en promedio 10.000 cesarenses anuales que salen de la pobreza de 420.000 que se encuentran en esa situación. Vamos a necesitar más de 40 años para erradicar la pobreza del Departamento.

El Caribe no va bien. De los 10 departamentos más pobres, 6 son de nuestra región, con la notable excepción del Atlántico que se desprendió de ese lote puntero. San Andrés Islas, que no está incluido en estas cuentas del Dane, pero sí en otras, también muestra bajos niveles de pobreza.

3. Análisis nacional

A nivel nacional es interesante hacer un ejercicio e identificar a los departamentos que mejor les fue en reducción de pobreza y los que peor lo hicieron, y aventurarse a dar unas explicaciones de causas que determinaron dichos comportamientos. El que mejor lo hizo fue Caquetá, que disminuyó la pobreza en una asombrosa suma de 5.5 puntos. Lo más razonable aquí es que al terminar el conflicto interno en una de las regiones más afectadas por el mismo y empezar un proceso de aclimatación de la paz, debido a una serie de inversiones del Gobierno Nacional y apoyo de la cooperación internacional, el Caquetá está respondiendo y la pobreza bajando.

El segundo departamento que mejor lo hizo fue Boyacá, que en los últimos cuatro años trae una tendencia interesante de disminución de pobreza. No fue afectado directamente por el conflicto, pero al ser un departamento industrial, minero, agropecuario, pero sobre todo turístico, puede estar viendo los frutos del auge que tiene el turismo hoy día en el país. Eso genera empleo y por ahí baja la pobreza. Finalmente y para alegría de muchos de nosotros, el Chocó lo está haciendo bien. Redujo la pobreza en 3 puntos y podemos decir que al estar con niveles de pobreza tan altos, ya se ven los esfuerzos que a nivel nacional se están haciendo en esa región.

Por otro lado a los que les fue mal, empiezan con Nariño, que aumentó la pobreza en 5.7 puntos, lo que es algo descomunal. Podría uno argumentar que al no estar consolidada la paz en dicho territorio, sino el conflicto por el tema de las drogas, existe cualquier cantidad de dificultades para poner en marcha una economía que beneficie a los nariñenses. Se necesita controlar los cultivos ilícitos y aclimatar la paz.

El segundo que se vio más perjudicado fue Magdalena, quien venía con una muy interesante tendencia de disminución de la pobreza. No tengo clara las razones y habría que estudiar el caso con más detalle, sobre todo porque su capital, Santa Marta, viene comportándose económicamente bastante bien. Finalmente el Meta aumentó su pobreza en 2.7 y es el reflejo de la crisis petrolera que de una parte disminuyó la actividad de la industria con cierre de pozos y de cientos de proveedores y de otra parte el cambio en la Ley de Regalías le redujo recursos importantes al Departamento.

Conclusiones

Podemos concluir de dos formas. La pesimista es que siendo el Cesar un departamento que ha recibido en regalías billones de pesos, que tiene tierras productivas, capital humano de primera, y muchas cosas más, tenga a su población con casi una de cada dos en la pobreza, eso es lamentable. Que 420.000 sean pobres y de ellos 120.000

–10.000 más que en 2015- estén en la pobreza extrema, pasando hambre y necesidades primarias, es aún peor e inaceptable desde un punto de vista de derechos humanos.

La conclusión optimista es que se quebró la tendencia alcista de la pobreza del año 2015 y volvimos a la senda descendente, poquito pero bajando, en un contexto nacional que fue bastante difícil el año pasado. Lo otro positivo es que a pesar de que Valledupar incrementó su pobreza 5.5 % y es casi la mitad poblacional del departamento, la otra mitad que es más pobre y más necesitada se comportó tan bien que logró bajar la pobreza para un balance final positivo. Escoja usted con cual conclusión se queda.

*M. Sc London School of Economics – M.A University of Manchester.

 

Por Fernando Herrera Araújo

 

Análisis
14 agosto, 2017

El Cesar: ¿para dónde va en pobreza?

El economista Fernando Herrera Araujo analiza los datos de pobreza departamentales que dio a conocer el Dane y asegura que le preocupa que en los últimos cinco años el Cesar viene disminuyendo la pobreza solamente un 1 % anual, con altibajos, lo que quiere decir que en promedio 10.000 cesarenses anuales salen de la pobreza de 420.000 que se encuentran en esa situación. Si las cosas siguen así, se necesitarán más de 40 años para erradicar la pobreza del Departamento.


Según las cifras, 420.000 personas son pobres en el Cesar y de estas, 120.000 viven en pobreza extrema.
Según las cifras, 420.000 personas son pobres en el Cesar y de estas, 120.000 viven en pobreza extrema.
1. Evolución de la pobreza en el Cesar

Hace dos días publicó el Dane los datos de pobreza departamentales. El año pasado fue un año perdido en la lucha contra la pobreza. A nivel nacional en vez de bajar, subimos de 27.8 a 28 %. Fue una brusca parada en la tendencia que se traía. La crisis fiscal nacional, básicamente por la pérdida del ingreso petrolero, más de 20 billones anuales, el bajo crecimiento económico, más el estancamiento mundial de la economía que no jalona las exportaciones, influyeron para que la lucha contra la pobreza se estancara. Por más ayuda social, subsidios, etc., que se den, si no hay crecimiento económico, no hay efectividad en la lucha contra la pobreza.

En medio de esa situación nacional, de escaso avance, el Departamento del Cesar logra asomar la cara, mostrando que redujo la pobreza en un mero 0.4 %. A pesar de grandes inversiones que se vienen programando, sólo 4.000 cesarenses, salieron de la pobreza, en un Departamento que aún tiene a más de 420.000 habitantes sufriendo ese flagelo. Algo positivo es que se quebró la tendencia alcista del año pasado, cuando la pobreza, aumentó a nivel departamental.

El resultado para Valledupar de 2016 ya lo habíamos analizado hace unos meses y el resultado para nada fue alentador. Fue la tercera ciudad capital más pobre de Colombia (35.5%) y aumentó 5.5 puntos la pobreza entre 2015 y 2016. Es decir, a pesar de este descalabro, los otros municipios del Cesar lograron equilibrar las cargas para esta leve mejoría en el Departamento.

 

2. Comparativo Caribe

Si nos comparamos con los departamentos vecinos y con el mejor y el peor en el país, podemos tener una relación del contexto y de nuestros logros o pendientes. Estamos en la tabla superior de la pobreza, lo que no es honroso.

De 23 departamentos más Bogotá, somos el noveno más pobre, pero lo que preocupa es que en los últimos cinco años estamos disminuyendo la pobreza solamente un 1 % anual, con altibajos. Eso, son en promedio 10.000 cesarenses anuales que salen de la pobreza de 420.000 que se encuentran en esa situación. Vamos a necesitar más de 40 años para erradicar la pobreza del Departamento.

El Caribe no va bien. De los 10 departamentos más pobres, 6 son de nuestra región, con la notable excepción del Atlántico que se desprendió de ese lote puntero. San Andrés Islas, que no está incluido en estas cuentas del Dane, pero sí en otras, también muestra bajos niveles de pobreza.

3. Análisis nacional

A nivel nacional es interesante hacer un ejercicio e identificar a los departamentos que mejor les fue en reducción de pobreza y los que peor lo hicieron, y aventurarse a dar unas explicaciones de causas que determinaron dichos comportamientos. El que mejor lo hizo fue Caquetá, que disminuyó la pobreza en una asombrosa suma de 5.5 puntos. Lo más razonable aquí es que al terminar el conflicto interno en una de las regiones más afectadas por el mismo y empezar un proceso de aclimatación de la paz, debido a una serie de inversiones del Gobierno Nacional y apoyo de la cooperación internacional, el Caquetá está respondiendo y la pobreza bajando.

El segundo departamento que mejor lo hizo fue Boyacá, que en los últimos cuatro años trae una tendencia interesante de disminución de pobreza. No fue afectado directamente por el conflicto, pero al ser un departamento industrial, minero, agropecuario, pero sobre todo turístico, puede estar viendo los frutos del auge que tiene el turismo hoy día en el país. Eso genera empleo y por ahí baja la pobreza. Finalmente y para alegría de muchos de nosotros, el Chocó lo está haciendo bien. Redujo la pobreza en 3 puntos y podemos decir que al estar con niveles de pobreza tan altos, ya se ven los esfuerzos que a nivel nacional se están haciendo en esa región.

Por otro lado a los que les fue mal, empiezan con Nariño, que aumentó la pobreza en 5.7 puntos, lo que es algo descomunal. Podría uno argumentar que al no estar consolidada la paz en dicho territorio, sino el conflicto por el tema de las drogas, existe cualquier cantidad de dificultades para poner en marcha una economía que beneficie a los nariñenses. Se necesita controlar los cultivos ilícitos y aclimatar la paz.

El segundo que se vio más perjudicado fue Magdalena, quien venía con una muy interesante tendencia de disminución de la pobreza. No tengo clara las razones y habría que estudiar el caso con más detalle, sobre todo porque su capital, Santa Marta, viene comportándose económicamente bastante bien. Finalmente el Meta aumentó su pobreza en 2.7 y es el reflejo de la crisis petrolera que de una parte disminuyó la actividad de la industria con cierre de pozos y de cientos de proveedores y de otra parte el cambio en la Ley de Regalías le redujo recursos importantes al Departamento.

Conclusiones

Podemos concluir de dos formas. La pesimista es que siendo el Cesar un departamento que ha recibido en regalías billones de pesos, que tiene tierras productivas, capital humano de primera, y muchas cosas más, tenga a su población con casi una de cada dos en la pobreza, eso es lamentable. Que 420.000 sean pobres y de ellos 120.000

–10.000 más que en 2015- estén en la pobreza extrema, pasando hambre y necesidades primarias, es aún peor e inaceptable desde un punto de vista de derechos humanos.

La conclusión optimista es que se quebró la tendencia alcista de la pobreza del año 2015 y volvimos a la senda descendente, poquito pero bajando, en un contexto nacional que fue bastante difícil el año pasado. Lo otro positivo es que a pesar de que Valledupar incrementó su pobreza 5.5 % y es casi la mitad poblacional del departamento, la otra mitad que es más pobre y más necesitada se comportó tan bien que logró bajar la pobreza para un balance final positivo. Escoja usted con cual conclusión se queda.

*M. Sc London School of Economics – M.A University of Manchester.

 

Por Fernando Herrera Araújo