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Cultura - 22 abril, 2017

Centro Histórico se engalana con murales

En Valledupar se adelanta el Festival de Muralismo ‘Valle de Colores’, una idea del Colectivo Artístico Somos Once que cuenta con el respaldo de entidades privadas. Esta actividad no cuenta con el apoyo de la Administración Municipal.

Algunas casas del barrio La Guajira y parte del Centro Histórico de Valledupar se adornan con murales plasmados por artistas locales y de otros rincones del país, en el marco del Festival de Murales ‘Un Valle de Colores’. Joaquín Ramírez/EL PILÓN.
Algunas casas del barrio La Guajira y parte del Centro Histórico de Valledupar se adornan con murales plasmados por artistas locales y de otros rincones del país, en el marco del Festival de Murales ‘Un Valle de Colores’. Joaquín Ramírez/EL PILÓN.

Historias que se tejen del Viejo Valledupar, mitos, leyendas, tradiciones y algunos personajes emblemáticos de la capital del Cesar conforman el hilo conductor de los murales que se plasman en el barrio La Guajira y parte del Centro Histórico de la ciudad, en el marco del Festival de Muralismo ‘Un Valle de Colores’.

La iniciativa del Colectivo Somos Once, que inició el jueves 20 y culmina el lunes 24 de abril, pretende narrar de manera alternativa el pasado de la ciudad, dándole vida a viejas casonas o paredes olvidadas, convirtiéndolas así en atractivos para propios y turistas, que se detienen a apreciar las obras, interpretarlas o a tomarse una fotografía detrás de ellas.

Erly Rico, el líder del Festival de Muralismo, explicó que las obras de arte están concentradas entre las calles 13 hasta la 15 y las carreras cuarta y séptima, las cuales son creadas por artistas de Valledupar, Medellín, Barranquilla y Bogotá.

“En la casa de ‘Panao’ se realiza un homenaje a las lavanderas, que era una tradición de antaño donde algunas mujeres se iban para el río a lavar con sus poncheras. En la ‘casita abandonada’, ubicada en la carrera quinta con 14A, se hizo un homenaje a Carlos Romero, que fue uno de los primeros carteros de Valledupar, que se desplazaba en largas distancias en corto tiempo. En Maderos Teatro se pintó una pared, haciendo referencia a la ilustración de un cuento del vallenato Moisés Perea, que hace parte de una recopilación que hizo el periodista German Castro Caicedo denominado ‘El Cachalandrán Amarillo, que relata la historia de un personaje que se inventó una máquina para manejar por los túneles que están por debajo del río Guatapurí, descubriendo tesoros escondidos”, acotó.

Para el artista colombo francés Loran Dandriud Reyes, la iniciativa es destacable porque Valledupar no tenía una verdadera cultura de muralismo, argumentando que “lo interesante que veo es que los gestores de la idea han sabido crear un puente entre las nuevas generaciones y los ancianos, al rescatar a través de murales la tradición oral, las historias de los cuenteros y de personajes característicos del Viejo Valledupar, cuando nacieron ciertos barrios”.

El muralista paisa Freddy Leal considera que la importancia de este tipo de eventos es que la gente está visibilizando el muralismo y el arte urbano con una connotación más artística y no de tipo vandálica, como muchos erróneamente consideran.

Al respecto, la artista barranquillera Yoise Obregón, comentó que hace tres años que visitó Valledupar percibió que la escena en cuanto al ante urbano, graffitis e intervención en espacio público estaba virgen. “Luego vine en otras ocasiones donde tuve la oportunidad de conocer a integrantes de Somos Once, quienes realizaron ciertas intervenciones en las calles. Es bueno que esas ideas se articulen y hayan logrado un Festival, es un ejemplo que la unión hace la fuerza”, precisó.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN

 

 

Cultura
22 abril, 2017

Centro Histórico se engalana con murales

En Valledupar se adelanta el Festival de Muralismo ‘Valle de Colores’, una idea del Colectivo Artístico Somos Once que cuenta con el respaldo de entidades privadas. Esta actividad no cuenta con el apoyo de la Administración Municipal.


Algunas casas del barrio La Guajira y parte del Centro Histórico de Valledupar se adornan con murales plasmados por artistas locales y de otros rincones del país, en el marco del Festival de Murales ‘Un Valle de Colores’. Joaquín Ramírez/EL PILÓN.
Algunas casas del barrio La Guajira y parte del Centro Histórico de Valledupar se adornan con murales plasmados por artistas locales y de otros rincones del país, en el marco del Festival de Murales ‘Un Valle de Colores’. Joaquín Ramírez/EL PILÓN.

Historias que se tejen del Viejo Valledupar, mitos, leyendas, tradiciones y algunos personajes emblemáticos de la capital del Cesar conforman el hilo conductor de los murales que se plasman en el barrio La Guajira y parte del Centro Histórico de la ciudad, en el marco del Festival de Muralismo ‘Un Valle de Colores’.

La iniciativa del Colectivo Somos Once, que inició el jueves 20 y culmina el lunes 24 de abril, pretende narrar de manera alternativa el pasado de la ciudad, dándole vida a viejas casonas o paredes olvidadas, convirtiéndolas así en atractivos para propios y turistas, que se detienen a apreciar las obras, interpretarlas o a tomarse una fotografía detrás de ellas.

Erly Rico, el líder del Festival de Muralismo, explicó que las obras de arte están concentradas entre las calles 13 hasta la 15 y las carreras cuarta y séptima, las cuales son creadas por artistas de Valledupar, Medellín, Barranquilla y Bogotá.

“En la casa de ‘Panao’ se realiza un homenaje a las lavanderas, que era una tradición de antaño donde algunas mujeres se iban para el río a lavar con sus poncheras. En la ‘casita abandonada’, ubicada en la carrera quinta con 14A, se hizo un homenaje a Carlos Romero, que fue uno de los primeros carteros de Valledupar, que se desplazaba en largas distancias en corto tiempo. En Maderos Teatro se pintó una pared, haciendo referencia a la ilustración de un cuento del vallenato Moisés Perea, que hace parte de una recopilación que hizo el periodista German Castro Caicedo denominado ‘El Cachalandrán Amarillo, que relata la historia de un personaje que se inventó una máquina para manejar por los túneles que están por debajo del río Guatapurí, descubriendo tesoros escondidos”, acotó.

Para el artista colombo francés Loran Dandriud Reyes, la iniciativa es destacable porque Valledupar no tenía una verdadera cultura de muralismo, argumentando que “lo interesante que veo es que los gestores de la idea han sabido crear un puente entre las nuevas generaciones y los ancianos, al rescatar a través de murales la tradición oral, las historias de los cuenteros y de personajes característicos del Viejo Valledupar, cuando nacieron ciertos barrios”.

El muralista paisa Freddy Leal considera que la importancia de este tipo de eventos es que la gente está visibilizando el muralismo y el arte urbano con una connotación más artística y no de tipo vandálica, como muchos erróneamente consideran.

Al respecto, la artista barranquillera Yoise Obregón, comentó que hace tres años que visitó Valledupar percibió que la escena en cuanto al ante urbano, graffitis e intervención en espacio público estaba virgen. “Luego vine en otras ocasiones donde tuve la oportunidad de conocer a integrantes de Somos Once, quienes realizaron ciertas intervenciones en las calles. Es bueno que esas ideas se articulen y hayan logrado un Festival, es un ejemplo que la unión hace la fuerza”, precisó.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN