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Columnista - 2 febrero, 2018

Carlos Vives, el canciller

Ya no sorprende entre nosotros encontrarnos en cualquier lugar de la ciudad la figura de Carlos Vives, un personaje común y corriente, que lo puedes tocar y hablar sin ningún temor y sorprende más su manera espontánea de llegarle sin ningún tapujo que de pronto ronda algunos personajes nuestros, que para llegarles tenemos que hacerle […]

Ya no sorprende entre nosotros encontrarnos en cualquier lugar de la ciudad la figura de Carlos Vives, un personaje común y corriente, que lo puedes tocar y hablar sin ningún temor y sorprende más su manera espontánea de llegarle sin ningún tapujo que de pronto ronda algunos personajes nuestros, que para llegarles tenemos que hacerle una cacería impresionante, birlando la caterva de lambones que mantienen a su alrededor.

¡Qué lección para éstos, que no aprenden que la humildad y la sencillez valen más que andar montados en una camioneta blindada de no sé cuántos miles de millones! Que no lleva en sus dedos los anillos de diamantes ni los Rolex o zapatos de Gucci de nuestros “artistas”, sino un poco de aseguranzas de los Mamos de la Sierra y unos tenis sucios de cualquier marca. A Carlos si le pesa el “fundillo” en cualquier parte del mundo señores, por eso su valía de tenerlo entre nosotros.

Los miembros de la Fundación de la Leyenda Vallenata tuvimos la dicha de departir con Carlos y Claudia Elena, su espectacular mujer, y su equipo de trabajo, con quienes nos reunimos para coordinar lo coordinado por ellos y explicarnos sin ningún eufemismo el mejor espectáculo que tendremos para el próximo Festival de la Leyenda Vallenata. Esta pareja nos viene enseñando el valor que ha adquirido la cultura vallenata, el valor de la provincia del Antiguo Magdalena Grande, lo que representan nuestros paisajes, nuestras etnias y juglares, nuestros pueblos y costumbres. Hace rato me escribió a mi correo, el maravilloso proyecto de recuperar el emblemático espacio de la Plaza Alfonso López y sin duda le llegó el momento, lo tiene fresco y si las autoridades municipales le dan la mano, será sin dudas el gran aporte de Carlos para hacer del centro de la ciudad un lugar emblemático, donde el turismo tenga la oportunidad de darle el valor y disfrutar de nuestras tradiciones culturales como cualquiera de nuestras ciudades, llamase Cartagena o la mismísima Santa Marta que ya están rescatando el centro de la ciudad.

Carlos Vives fue declarado por unanimidad por la Junta de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata como el canciller de la cultura vallenata, en buena hora, esa tarde inolvidable donde expresó sus ideas que debemos aterrizarlas de alguna manera para darle vida, por ejemplo, al Parque de la Leyenda los 365 días del año, donde miles de visitantes puedan reencontrarse con todo ese acervo cultural que poseemos. Considero que existen dos proyectos importantes que de boca nuestra se los hice saber: El diseño y construcción de la Escuela Rafael Escalona, montada con todos sus juguetes y que él, se comprometió ayudarnos en su diseño, y el Museo Virtual de la Cultura Vallenata. Esos dos proyectos le darían una sinergia al lugar. Carlos y su equipo de trabajo si saben por dónde le corre el agua al molino, ojalá lo aprovechemos al máximo para que el canciller pueda desplegar y ejecutar su imaginación. Alcalde, Gobernador, declaremoslo hijo adoptivo de Valledupar y del Cesar y verán que Carlos si nos cumple.

Columnista
2 febrero, 2018

Carlos Vives, el canciller

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Efraín Quintero Molina

Ya no sorprende entre nosotros encontrarnos en cualquier lugar de la ciudad la figura de Carlos Vives, un personaje común y corriente, que lo puedes tocar y hablar sin ningún temor y sorprende más su manera espontánea de llegarle sin ningún tapujo que de pronto ronda algunos personajes nuestros, que para llegarles tenemos que hacerle […]


Ya no sorprende entre nosotros encontrarnos en cualquier lugar de la ciudad la figura de Carlos Vives, un personaje común y corriente, que lo puedes tocar y hablar sin ningún temor y sorprende más su manera espontánea de llegarle sin ningún tapujo que de pronto ronda algunos personajes nuestros, que para llegarles tenemos que hacerle una cacería impresionante, birlando la caterva de lambones que mantienen a su alrededor.

¡Qué lección para éstos, que no aprenden que la humildad y la sencillez valen más que andar montados en una camioneta blindada de no sé cuántos miles de millones! Que no lleva en sus dedos los anillos de diamantes ni los Rolex o zapatos de Gucci de nuestros “artistas”, sino un poco de aseguranzas de los Mamos de la Sierra y unos tenis sucios de cualquier marca. A Carlos si le pesa el “fundillo” en cualquier parte del mundo señores, por eso su valía de tenerlo entre nosotros.

Los miembros de la Fundación de la Leyenda Vallenata tuvimos la dicha de departir con Carlos y Claudia Elena, su espectacular mujer, y su equipo de trabajo, con quienes nos reunimos para coordinar lo coordinado por ellos y explicarnos sin ningún eufemismo el mejor espectáculo que tendremos para el próximo Festival de la Leyenda Vallenata. Esta pareja nos viene enseñando el valor que ha adquirido la cultura vallenata, el valor de la provincia del Antiguo Magdalena Grande, lo que representan nuestros paisajes, nuestras etnias y juglares, nuestros pueblos y costumbres. Hace rato me escribió a mi correo, el maravilloso proyecto de recuperar el emblemático espacio de la Plaza Alfonso López y sin duda le llegó el momento, lo tiene fresco y si las autoridades municipales le dan la mano, será sin dudas el gran aporte de Carlos para hacer del centro de la ciudad un lugar emblemático, donde el turismo tenga la oportunidad de darle el valor y disfrutar de nuestras tradiciones culturales como cualquiera de nuestras ciudades, llamase Cartagena o la mismísima Santa Marta que ya están rescatando el centro de la ciudad.

Carlos Vives fue declarado por unanimidad por la Junta de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata como el canciller de la cultura vallenata, en buena hora, esa tarde inolvidable donde expresó sus ideas que debemos aterrizarlas de alguna manera para darle vida, por ejemplo, al Parque de la Leyenda los 365 días del año, donde miles de visitantes puedan reencontrarse con todo ese acervo cultural que poseemos. Considero que existen dos proyectos importantes que de boca nuestra se los hice saber: El diseño y construcción de la Escuela Rafael Escalona, montada con todos sus juguetes y que él, se comprometió ayudarnos en su diseño, y el Museo Virtual de la Cultura Vallenata. Esos dos proyectos le darían una sinergia al lugar. Carlos y su equipo de trabajo si saben por dónde le corre el agua al molino, ojalá lo aprovechemos al máximo para que el canciller pueda desplegar y ejecutar su imaginación. Alcalde, Gobernador, declaremoslo hijo adoptivo de Valledupar y del Cesar y verán que Carlos si nos cumple.