No han comenzado oficialmente en términos de publicidad las campañas políticas con miras a las elecciones de alcaldes, gobernadores, diputados y concejales del próximo 25 de octubre, y ya en Valledupar hay indicios de esta y lo peor, de publicidad negra.

Ayer las autoridades capturaron a una persona que repartía volantes de un candidato, pero hablando mal de otro. Tuto Uhía y Jaime González eran los dos protagonistas. Si así van a comenzar, lo que se avizora es una campaña sucia y rastrera. Son diez candidatos a la Alcaldía de Valledupar y tres a la Gobernación, eso sin contar con los que aspiran a concejo y asamblea.

¿Se imaginan a Valledupar empapelada de afiches, pintada de avisos y con vallas por doquier? Pobre ciudad, no se merece tanto maltrato de los políticos que dicen que la quieren ver mejor. La mejor muestra de sus nobles intenciones, como lo pregonan, es haciendo una campaña limpia, sin dañar al otro, si no mostrando sus fortalezas y sus conocimientos.

Hace pocos días vino a Valledupar el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, para recordar que existen las comisiones de seguimiento electoral para vigilar la financiación de campañas, el trasteo de votos y otras malas prácticas que realizan los políticos. En esa reunión realizada en la Gobernación del Cesar anunció que en el Cesar hay 47 denuncias por publicidad extemporánea, de las cuales ya varias son investigadas por el Consejo Nacional Electoral. Supuestamente pronto conoceremos resultados, eso esperamos.

Esas reuniones de seguimiento electoral deben hacerse con más frecuencia después del 25 de julio, serán justas y necesarias. Afortunadamente ahí tienen asiento los delegados de la Registraduría, la Procuraduría, la Fiscalía, la Dijín, entre otros.

El hecho de ayer debe servir de ejemplo. Las autoridades sabrán qué hacer y los candidatos también.

La comunidad, la que tiene el poder del voto, debe estar atenta a conocer quiénes aspiran a dirigir los destinos de la ciudad para que escojan bien. Por sus actos los conoceréis.