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Colombia - 16 agosto, 2018

Cambian los bidones por tambores de verdad – “La mejor banda marcial de Colombia”

Gracias a la ayuda de las redes, un grupo de jóvenes de una de las regiones más golpeadas por la violencia consiguen instrumentos nuevos.

Gracias a la ayuda de las redes, un grupo de jóvenes de una de las regiones más golpeadas por la violencia consiguen instrumentos nuevos.

En la tarde de Bogotá la lluvia amenazaba y un grupo de niños y adolescentes afrodescendientes de la costa del Pacífico tocaron marchas militares y desfilaron delante del presidente de Colombia Iván Duque, el ministro de Defensa y las Fuerzas Militares.

La banda marcial de Magüi Payán durante la ceremonia militar en Bogotá.

Siendo esa su primera vez en la capital del país con sus instrumentos hechos de bidones, latas, madera, tapas de ollas y palos. Los únicos materiales que se pueden permitir.

Cuatro días antes, el 10 de agosto, se convirtieron en estrellas de Internet cuando el fotógrafo @SenorCaicedo publicó en su cuenta un vídeo publicado en YouTube en 2016. Las imágenes se compartieron más de 9.000 veces, suficientes para que llamaran la atención del nuevo mandatario y les invitara personalmente a la ceremonia militar.

El profesor de este grupo, James Fernando Tenorio,  fue el primero que intentó viralizar el trabajo que la Fundación Jóvenes Educadores de Magüi Payán realiza en esta población de unos 25.000 habitantes.

Publicó el vídeo original en YouTube en julio de 2016 con el título: La mejor banda marcial de Colombia. Quería conseguir donaciones y que sus alumnos tuvieran instrumentos profesionales, pero no obtuvo más de 17.000 visualizaciones, es decir, no tuvo la repercusión necesaria. Desde hace más de cinco años, este joven de Magüi Payán ayuda a que los niños y niñas se olviden de su rutina de violencia a través de la cultura. Más de una treintena de ellos, de entre seis y 17 años, dedican parte de sus jornadas a ensayar marchas marciales. Aunque como ha recordado en varias entrevistas en medios colombianos, en su pueblo también hay talento futbolístico y de otras disciplinas artísticas.

Su empeño fue premiado el lunes, cuando se montaron en un helicóptero y, por primera vez desde las alturas, se despidieron de su pueblo, Magüi Payán, de unos 25.000 habitantes. La primera parada fue en Tumaco, capital portuaria del Pacífico. Allí, un grupo de militares les hicieron un pasillo de honor y entre aplausos les subieron al avión que esa misma tarde les llevó a Bogotá. Viajaron con sus mochilas y los precarios instrumentos que les han hecho famosos.

Después de la ceremonia, con sus chaquetas y gorras del Ejército, regresaron a sus casas convertidos en la banda marcial Hércules, el nombre de la unidad de la Fuerzas Armadas desplegada en el departamento de Nariño al que pertenece su pueblo. Al avión subieron con tambores, trompetas y platillos de verdad gracias a la donación de la “W Radio”. Desde el lunes Colombia volvió a situar en el mapa Magüi Payán y a sus habitantes.

 

Colombia
16 agosto, 2018

Cambian los bidones por tambores de verdad – “La mejor banda marcial de Colombia”

Gracias a la ayuda de las redes, un grupo de jóvenes de una de las regiones más golpeadas por la violencia consiguen instrumentos nuevos.


Gracias a la ayuda de las redes, un grupo de jóvenes de una de las regiones más golpeadas por la violencia consiguen instrumentos nuevos.

En la tarde de Bogotá la lluvia amenazaba y un grupo de niños y adolescentes afrodescendientes de la costa del Pacífico tocaron marchas militares y desfilaron delante del presidente de Colombia Iván Duque, el ministro de Defensa y las Fuerzas Militares.

La banda marcial de Magüi Payán durante la ceremonia militar en Bogotá.

Siendo esa su primera vez en la capital del país con sus instrumentos hechos de bidones, latas, madera, tapas de ollas y palos. Los únicos materiales que se pueden permitir.

Cuatro días antes, el 10 de agosto, se convirtieron en estrellas de Internet cuando el fotógrafo @SenorCaicedo publicó en su cuenta un vídeo publicado en YouTube en 2016. Las imágenes se compartieron más de 9.000 veces, suficientes para que llamaran la atención del nuevo mandatario y les invitara personalmente a la ceremonia militar.

El profesor de este grupo, James Fernando Tenorio,  fue el primero que intentó viralizar el trabajo que la Fundación Jóvenes Educadores de Magüi Payán realiza en esta población de unos 25.000 habitantes.

Publicó el vídeo original en YouTube en julio de 2016 con el título: La mejor banda marcial de Colombia. Quería conseguir donaciones y que sus alumnos tuvieran instrumentos profesionales, pero no obtuvo más de 17.000 visualizaciones, es decir, no tuvo la repercusión necesaria. Desde hace más de cinco años, este joven de Magüi Payán ayuda a que los niños y niñas se olviden de su rutina de violencia a través de la cultura. Más de una treintena de ellos, de entre seis y 17 años, dedican parte de sus jornadas a ensayar marchas marciales. Aunque como ha recordado en varias entrevistas en medios colombianos, en su pueblo también hay talento futbolístico y de otras disciplinas artísticas.

Su empeño fue premiado el lunes, cuando se montaron en un helicóptero y, por primera vez desde las alturas, se despidieron de su pueblo, Magüi Payán, de unos 25.000 habitantes. La primera parada fue en Tumaco, capital portuaria del Pacífico. Allí, un grupo de militares les hicieron un pasillo de honor y entre aplausos les subieron al avión que esa misma tarde les llevó a Bogotá. Viajaron con sus mochilas y los precarios instrumentos que les han hecho famosos.

Después de la ceremonia, con sus chaquetas y gorras del Ejército, regresaron a sus casas convertidos en la banda marcial Hércules, el nombre de la unidad de la Fuerzas Armadas desplegada en el departamento de Nariño al que pertenece su pueblo. Al avión subieron con tambores, trompetas y platillos de verdad gracias a la donación de la “W Radio”. Desde el lunes Colombia volvió a situar en el mapa Magüi Payán y a sus habitantes.