Entre lágrimas y lamentos la familia de Andrés Camilo Becerra Vásquez, asesinado por ladrones en medio de un hurto, exigió a las autoridades dar con los responsables del crimen que hoy los enluta.

La reciente víctima de la delincuencia que aqueja Valledupar tenía 19 años y murió por un disparo en el tórax.

A los Becerra Vásquez la ola de atracos en la capital del Cesar les quitó a un miembro de la familia, a quien hoy darán el último adiós.

Como un joven lleno de vida, emprendedor y con ganas de salir adelante, describieron a Andrés Becerra, los parientes que llegaron ayer en las afueras de Medicina Legal de Valledupar para reclamar el cadáver.

Los dolientes explicaron que Andrés Becerra había salido en una motocicleta desde su casa ubicada en el barrio El Oasis hacia Villa Haydith, donde estuvo visitando a unos familiares. A las 8:00 de la noche decidió regresar porque era demasiado tarde y en la carrera 45 con calle 45, cerca al colegio Milciades Cantillo, fue interceptado por dos sujetos que también iban en una moto.

Las autoridades indicaron que, al parecer, hubo un forcejeo entre el joven y uno de los delincuentes que estaba armado. Se conoció que los ladrones intentaron arrebatarle un celular y el vehículo a Becerra Vásquez, pero este se negó.

Malherido el joven alcanzó a recorrer una cuadra y luego cayó al suelo, algunas personas que transitaban por el sector vieron a Andrés Becerra agonizando en un charco de sangre y lo trasladaron de urgencias al hospital Eduardo Arredondo Daza, sede San Martín.

En el centro asistencial los galenos le brindaron los primeros auxilios para reanimarlo, pero el proyectil que ingresó por la espalda con orificio de salida en el tórax, le comprometió órganos vitales y falleció.

La familia del joven dijo que se enteró de lo ocurrido por medio de una llamada telefónica en la que les manifestaron que Andrés Becerra estaba muerto en el hospital.

Las autoridades analizan los videos de las cámaras de seguridad del sector para tratar de establecer las identidades y la ruta de escape de los delincuentes.

Andrés Becerra, era el menor de seis hermanos, estudiaba tecnología en redes y mantenimiento para computadoras en el Sena y trabajaba con su padre en un almacén de venta de cascos y confecciones para motociclistas en la avenida Simón Bolívar.

Redacción Judicial / EL PILÓN