Por Basilio Padilla

A poco menos de un año de iniciado el tratado de libre comercio con los E.U., los resultados han sido mixtos. Durante el año de 2012 y de acuerdo con las cifras del Ministerio de Comercio, Industria y turismo se registró un crecimiento de 6.7% de las exportaciones hacia los E.U. Así mismo durante este mismo periodo se exportaron más de mil millones de dólares más que en el mismo periodo del 2011.

Paradójicamente los lácteos fueron los productos que más terreno han ganado gracias al TLC. Exportaciones de este tipo han ganado un 200%, a pesar que este fue uno de los sectores más reacios a las negociaciones, con el argumento que nos iban a inundar con la leche en polvo. Es de notar que estas ganancias en nada se han manifestado en el mercado local del departamento del Cesar, donde los precios de la leche cada día son más bajos a pesar de la sequía que actualmente afecta esta producción.

Un segundo renglón que se ha favorecido con el tratado es el de las perlas finas, piedras y metales preciosos que subieron en un 48.2%. Históricamente esta industria colombiana ha sido reconocida por la belleza de sus materiales y la calidad de sus productos, pero los aranceles aduaneros las hacían mucho menos atractivas en el mercado norteamericano. En cuanto a las importaciones, solo la de leche en polvo muestra un comportamiento esperado: se han importado 2.5 de los 5.5 millones de kilogramos autorizados a entrar al país. En el caso del queso se han importado el 21.5% del cupo permitido, 4.6% de la carne bovina y 3.9% de productos lácteos procesados. Hasta el 31 de Diciembre del 2012 no se produjo ninguna importación del frijol seco que cuenta con un cupo de 16 millones de kilogramos. Vale la pena mencionar que en las últimas 2 semanas comenzaron a llegar las importaciones de cuartos traseros de pollo y arroz, cuyo impacto genera mucho interés. Se produce aquí una dicotomía: por una parte los productores se preocupan por estas importaciones y la competencia que esto pueda generar mientras que al mismo tiempo los consumidores esperan que estas importaciones hagan la canasta familiar mucho más accesible. De hecho ya se ven los comerciales en televisión de los productores nacionales instando al consumo del producto local, que indiscutiblemente les va a resultar difícil ante un consumidor en busca de ahorros y reducción del costo de estos productos. Para la región Caribe, el éxito de las exportaciones tienen mucho que ver con las infraestructuras locales, educación, sanidad y calidad así como también el comportamiento de la economía americana, que creció poco en el 2012, pero que permanece a la expectativa de resolver muchos de sus problemas este año. Para el pequeño empresario las cosas no lucen bien, debido a la burocracia reinante en las esferas administrativas, las largas esperas en los puertos de importación y la consecución de los permisos adecuados. Para el individuo poder importar un vehículo, por ejemplo, resulta difícil debido a la falta de información y la incertidumbre que rodea este procedimiento. Lo claro es que hoy podrían despegar buques de E.U., cargados con camionetas 4X4, de 3.000 centímetros cúbicos, motos de alto cilindraje (800 c.c.), pero que irónicamente estos elementos, ni se encuentran en las concesionarias colombianas, ni el precio ha bajado significativamente. Permanecemos a la expectativa de cómo van a proceder las regiones para mejorar sus asuntos en el contexto nacional, es decir a algunos departamentos le ira mejor que a otros.