El otrora glorioso Hospital Rosario Pumarejo nos tiene verdes, a mi juicio es el ejemplo clásico donde la politiquería, la mezquindad, la corrupción e ignorancia administrativa acaban una institución.
El insomnio ha sido el mejor compañero para mi intensa lectura, obligándome a visitar con más frecuencia librerías, invirtiendo por estos días más dinero en libros que en restaurantes.