“Quietos todo el mundo, no se muevan y se dejen matar, entreguen todo y no habrá problemas. Dónde queda la oficina del director, Alberto Luis Maya; quién tiene las llaves para que abra la puerta”.

Con estos términos y con palabras de grueso calibre, nerviosos y un poco desorientados, Hernando Iván Pacheco Navarro señaló que los delincuentes ingresaron al sitio, donde uno de ellos amenazó a varios pacientes del centro asistencial, mientras que el segundo preguntaba dónde quedaba la oficina del propietario de la clínica, porque allí estaba la caja fuerte, donde según ellos allí había algún dinero depositado.

La acción delictiva se registró en la Clínica de Fracturas Valledupar ubicada en la diagonal 20B número 18-76 del barrio Las Delicias, cuyos protagonistas utilizaron cachuchas o gorras para que no fueran identificados, pero en el vídeo de la entidad quedaron registrados y se observa claramente sus rostros. Las autoridades tratan de identificarlos para después dar con su captura.

El atraco colectivo en el que los asaltantes no duraron más de tres minutos, fue perpetrado por dos hombres armados con pistola y revólver a las 2:50 de la tarde del pasado domingo, en el que redujeron a la impotencia a los que allí se encontraban incluyendo al gerente y una empleada, toda vez que no había vigilancia privada. La gente se quedó quieta, ninguno se movió porque sus vidas corrían peligro y entregaron todo lo que tenían, porque esa fue la advertencia de ellos.

“Los afectados fueron solo usuarios que a esa hora veían televisión y mi persona, porque se metieron a mi oficina. Los médicos, enfermeras y otros empleados que estaban en sus sitios de trabajo, ni siquiera se dieron cuenta en el momento del atraco, ellos se enteran cuando los asaltantes salen de la clínica”, agregó el funcionario.

Según indicó Pacheco Navarro, gerente de la clínica, ellos lo tenían todo estudiado y poseían información precisa en donde se guardaba el dinero, porque el afán de ellos era llegar hasta la oficina del director para apropiarse de los recursos que había en la caja fuerte. Los autores de este nuevo asalto fueron hombres.

“Al momento que ellos llegaron el director no se encontraba y les manifesté que solamente él tenía acceso a esa oficina, sin embargo insistían en que les consiguieran las llaves para lograr su objetivo. Toda esta maniobra la realizaba el sujeto más corpulento, mientras que el hombre delgado se dedicó a despojar del dinero, los celulares de alta gama y demás pertenencias de los usuarios. A mí me quitaron el teléfono, un dinero en efectivo y hasta la billetera. Me preguntaban por la llave de la oficina del director y les dije que no la tenía, ni ningún otro empleado, que el único que tiene esas llaves, era el director, y él no estaba”, agregó Pacheco Navarro.

De acuerdo a lo manifestado por los afectados, los atracadores se llevaron más de un millón y 500 mil pesos en efectivo, porque le quietaron hasta la plata a los usuarios que tenían destinado para el pago de consultas médicas y demás, al igual que cinco celulares.

“Una vez cometieron el asalto y se disponían a salir del inmueble, gritaron con tono amenazante y apuntándolos con las armas de fuego, que si salían enseguida a la puerta, no respondían y que no fueran a informar a las autoridades sobre el suceso”, explicó uno de los testigos.

¿Por dónde huyeron?

Al cometer el hurto, los hombres emprendieron la huida en una motocicleta de la línea Bóxer de color azul, hacia el barrio Los Fundadores, por el sector del coliseo gallístico ‘Miguel Yaneth’. Tres minutos después de lo ocurrido, llegaron varios agentes de la Policía que hacen parte del cuadrante del sector e iniciaron la búsqueda de los delincuentes por diferentes sitios de la ciudad, pero con resultados negativos. Así mismo se acercaron miembros del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI de la Fiscalía, inspeccionaron y revisaron el vídeo de las cámaras que posee el centro asistencial.

“Vi que sacaron las armas”

Fanny Quiroga Vásquez, integrante de la clínica, sin desconocer el nerviosismo, dijo que una vez observó que los hombres sacaron sus armas de fuego, enseguida escondió celulares y la cartera donde estaba el dinero de la caja menor.

“Ellos miraron el cubículo por encima y no me dijeron que abriera las gavetas y seguían insistiendo que dónde estaban las llaves de la oficina del director. Ellos estaban seguro de lo iban a hacer; alguien les informó sobre el manejo de plata, pero no lograron su objetivo”, precisó.

De acuerdo a lo manifestado por los afectados, los atracadores se llevaron más de un millón y 500 mil pesos en efectivo.

Por Abdel Martínez Pérez