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Informes Especiales - 28 noviembre, 2016

Así incide la mano de obra venezolana en el mercado cesarense

Entre los beneficios de la migración, según el Observatorio de Mercado de Trabajo del Cesar, Ormet, están: ganancias económicas, aumento de la diversidad cultural, fuerza de trabajo más joven y mano de obra calificada en más sectores.

Archivo/EL PILÓN
Archivo/EL PILÓN

Es incuestionable que una gran cantidad de venezolanos están llegando al departamento del Cesar, así como a otras regiones de Colombia, buscando oportunidades laborales, a raíz de la crisis económica que enfrenta el vecino país, lo cual desencadena diferentes reacciones en la comunidad. Mientras que unos lo perciben como una amenaza, otros la ven como una oportunidad para la región.

El coordinador del Observatorio de Mercado de Trabajo del Cesar, Ormet, Alexander Castrillo Galván, explicó que el fenómeno de migración se presenta a nivel mundial y no solo se limita a lo regional, que se da por los comportamientos de las economías de algunos países en desarrollo.

Revisando los indicadores y los estudios, el Banco Mundial para el 2015 registró cerca de 250 millones de migrantes, antecedente que poco se había registrado en las décadas anteriores, cifra que refleja no solo problemas políticos de algunas naciones, sino el interés de las personas de mejorar su calidad de vida porque están inconformes o en dificultades en sus países de origen.

“El fenómeno de migrantes venezolanos al Cesar históricamente se ha dado, pero la connotación política que ahora existe da una relevancia que llega a ser estigmatizada como negativa. Al revisar los anuncios de prensa local relacionados con migraciones, es posible encontrar mayormente noticias con titulares que informan sobre aprehensiones y capturas de venezolanos, investigaciones o cierre de establecimientos por tener mano de obra ilegal de venezolanos, generando en la opinión de la gente del común que los extranjeros representan un peligro o que ocuparan las pocas vacantes disponibles”, aseveró el analista.

En ese sentido, exhortó a la comunidad a que empiecen a ver diferente los procesos migratorios y que entiendan que de alguna manera existen beneficios, argumentando que muchas naciones han reforzado sus economías y tejidos productivos gracias a que otras personas en edad de trabajar han aportado a las cadenas productivas.

“Uno mira las cifras en Estados Unidos, donde el 15 por ciento de los trabajadores no son nacidos en el país; en Australia, el 27 por ciento son trabajadores extranjeros; y cuando se revisa Colombia solamente el 0.3 por ciento de quienes trabajan en el país no nacieron aquí, una cifra que es muy lejana al patrón mundial que está en el 3 por ciento”, explicó.

Lo anterior se da porque en principio Colombia no era un país tan atractivo para los migrantes en términos laborales y de calidad de vida, hoy en día esta situación cambia porque ha tenido importantes mejoras que han generado mayor confianza en los extranjeros.

“Es claro que cuando estos procesos migratorios se dan, algunos críticos se quejan de que los puestos libres son ocupados por migrantes. Hay que recordar que Colombia ha firmado tratados con Mercosur, los cuales permiten la movilidad laboral con el lleno de requisitos de los nacidos en los países firmantes de estos acuerdos. Con lo cual, tanto venezolanos como colombianos podrían luego de su estancia en el país, por un periodo, solicitar su visa de trabajo. Colombia se ha reservado de manera arbitraria el hecho de admitir venezolanos sin argumentos válidos, cuando debe respetar ciertos tratados. No se han dado cuenta que en algunos casos estos solicitantes están dispuestos a realizar aquellos trabajos u oficios que los colombianos no toman o en los cuales no son especialistas”, subrayó el experto.

Para Castrillo Galván, existen múltiples beneficios de la migración como: ganancias económicas, porque la mano de obra de migrantes es menos costosa, lo que finalmente se traduce en beneficios para el consumidor final; aumento de la diversidad cultural, puesto que los cesarenses se conectan de forma directa a diversas culturas, y calidad de vida de los migrantes, dado que la migración trae consigo posibilidades de desarrollo y mejores condiciones.

“Nosotros como vallenatos hemos sido beneficiados de poder trasladarnos a otros países. No podemos ser egoístas que otros también disfruten de la calidad de vida que existe en Valledupar como los bajos costos de vida”, afirmó.

Agregó que otros beneficios de la migración son: fuerza de trabajo más joven, anotando que la proporción de personas que se jubilan en proporción con las que trabajan está en aumento.

“Otros países de Latinoamérica tienen algunos reflejos de fuerza laboral más joven, que tendrá significativamente impacto en los sistemas de empleo porque los migrantes reflejan una fuerza de trabajo, que al llegar a nuestro país ayuda”, señaló.

Finalmente, anotó que también se presentan trabajadores calificados en sectores especializados, y puso por ejemplo: “Uno de los fuertes de Venezuela es el sector de hidrocarburos, como el petróleo, históricamente aprendieron a tratar con el crudo. Nosotros fuimos beneficiados de la mano de obra calificada de Venezuela que migró laboralmente hacia las refinerías colombianas”.

Esta posición la comparte el economista Carlos Alberto Maestre Maya, quien afirmó que para abordar este tema hay que tener un contexto general o universal.

“La mano de obra o el empleador busca ubicarse donde encuentre vacantes de trabajo y donde le paguen bien. Está ocurriendo en Europa, en Estados Unidos y en algunos países de América Latina, donde llegan personas de otras latitudes como Venezuela, que atraviesa una crisis económica que ha obligado a los venezolanos buscar otros rumbos. En el Cesar están llegando venezolanos profesionales en medicina, ingeniería, entre otras, así como en oficios varios, como belleza y albañilería”, anotó.

Maestre Maya considera que Colombia debe colaborarle a esa población, siempre y cuando tenga sus documentos en regla como: pasaporte, certificado de estudios y certificaciones laborales.

“El país no podría cerrársele a esa población que está llegando. Hay que tener en cuenta que Venezuela hace 40 a 50 años recibió una buena cantidad de colombianos que se fueron a trabajar allá. En mi opinión, el estado colombiano debe recibirlos y apoyarlos. Claro está, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Trabajo deben pensar en políticas específicas como volver a capacitar o reentrenar”, enfatizó.

Como estudioso de la economía señaló que este fenómeno va a presionar los salarios a la baja porque son profesionales que vienen con la expectativa de emplearse por menos de lo que se está empleando a los nacionales.

“El salario es una referencia de la oferta y demanda laboral; entre más personas lleguen buscando trabajo, este tiende a la baja. El empresario tiene la obligación de pagar por lo menos un salario mínimo, pero en ciertos campos laborales no regulados como: ingenieros, médicos, técnicos, tecnólogos, esos salarios tienden a la baja”.

Maestre Maya concluyó que es posible que se incremente la informalidad laboral.
Al respecto, el director encargado del Ministerio de Trabajo, seccional Cesar,  José Gregorio Márquez Cadena, dijo que hay extranjeros que cuentan con toda la legalidad para ejercer sus actividades económicas u oficio, lo cual es una situación que no puede prohibirse, para lo cual el Ministerio de Trabajo acompaña a ese trabajador que está legal en Colombia y que está en su derecho fundamental de buscar empleo.

“Hay otro fenómeno que ocurre en Colombia y que le ocurrió a Venezuela en el pasado, es que se fueron más de cinco millones de colombianos laborando ilegalmente. El Cesar por ser frontera no tiene un limitante, el problema es que los empresarios que están haciendo uso de esa mano de obra ilegal están ejerciendo presuntas violaciones a la Norma Laboral, al no contar con sistema de seguridad social, riesgos laborales y a Cajas de Compensación Familiar, pero el Ministerio de Trabajo a la hora de llegar a estas empresas y percibir el hecho, revisa e informa a Migración Colombia, verificando las presuntas violaciones laborales y acudimos a los instrumentos legales y si es de aplicar una sanción lo hacemos, que está entre uno a cinco mil salarios mínimos legales, de acuerdo al capital de la empresa”, señaló.

Sin embargo aclaró que estas situaciones son poco denunciadas porque los extranjeros ilegales no acuden al Ministerio de Trabajo. El funcionario considera que este proceso debe ser una acción articulada entre municipio, departamento, Migración Colombia y Ministerio de Trabajo para tomar acciones para formalizar a las personas que están ilegalmente en la región y que no se conviertan en una competencia desleal para los cesarenses.

Datos de Migración

De acuerdo con el director Regional Guajira – Cesar de Migración, Miguel Enrique Romo Barreto, la mayoría de los venezolanos ingresan en busca de mejores oportunidades para mejorar la calidad de vida, a través de una mayor remuneración en el país, porque al cambio de pesos a bolívares los ingresos de los migrantes representan unas cifras considerables.

“En cuanto al nivel educativo de estos inmigrantes, en la mayoría de los casos se constituyen personas con niveles de escolaridad primaria y secundaria, los cuales se dedican a desarrollar actividades de comercio informal de productos de la canasta familiar, en zona de frontera en municipios de La Guajira, otro grupo se dedican a labores de albañilería y trabajo doméstico. En cuanto a los profesionales generalmente médicos y afines son empleados en clínicas y hospitales en los departamentos de la Costa”, aseguró el funcionario.

Para Romo Barreto, “es importante resaltar que en Cesar viven además un gran número de extranjeros de varias nacionalidades con visas temporales, que es una población flotante; es decir, generalmente llegan al país a ejercer una labor y luego se regresan a su país de origen, por lo que la información suministrada es de los extranjeros que registraron visa en el Centro Facilitador de Valledupar, desconociendo la cifra que aún se encuentre con residencia habitual”.

Los extranjeros con visas temporales son 422, los cuales se distribuyen así: 107 venezolanos, 41 estadounidense, 39 españoles, 24 peruanos, 20 ecuatorianos, 18 italianos, 16 argentinos, 13 franceses, 13 canadienses, 10 mexicanos, 10 chinos, 12 brasileños y 99 de otras procedencias, como de Salvador, Dinamarca, Rumanía y Alemania, entre otras.

“La crisis económica de Venezuela y otras causas como el desabastecimiento, desempleo, inseguridad, la devaluación del bolívar, han incidido de manera directa, en los altos flujos de migrantes de nacionalidad venezolana, que ingresan al país de manera regular y otros que lo hacen a través de las numerosas trochas que tiene el sector fronterizo de La Guajira colombiana y venezolana, evadiendo el Puesto de Control Migratorio de Paraguachón- La Guajira”, agregó Romo Barreto.

Los venezolanos han encontrado en el Cesar y otras regiones de Colombia un lugar ideal para laborar y girar dinero a sus familias, situación contraria a otros años en los que los colombianos iban a Venezuela a probar suerte y se quedaban allá al percibir que el cambio de bolívares representaban más pesos.

En calidad de residente, en el Cesar existen extranjeros de diversas procedencias: 49 de Ecuador, 36 de Venezuela, 16 de China, 16 de España, 14 del Líbano, 9 de Cuba, 7 de Argentina, 5 de Perú, 4 de México y 37 de otras nacionalidades.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN

 

 

Informes Especiales
28 noviembre, 2016

Así incide la mano de obra venezolana en el mercado cesarense

Entre los beneficios de la migración, según el Observatorio de Mercado de Trabajo del Cesar, Ormet, están: ganancias económicas, aumento de la diversidad cultural, fuerza de trabajo más joven y mano de obra calificada en más sectores.


Archivo/EL PILÓN
Archivo/EL PILÓN

Es incuestionable que una gran cantidad de venezolanos están llegando al departamento del Cesar, así como a otras regiones de Colombia, buscando oportunidades laborales, a raíz de la crisis económica que enfrenta el vecino país, lo cual desencadena diferentes reacciones en la comunidad. Mientras que unos lo perciben como una amenaza, otros la ven como una oportunidad para la región.

El coordinador del Observatorio de Mercado de Trabajo del Cesar, Ormet, Alexander Castrillo Galván, explicó que el fenómeno de migración se presenta a nivel mundial y no solo se limita a lo regional, que se da por los comportamientos de las economías de algunos países en desarrollo.

Revisando los indicadores y los estudios, el Banco Mundial para el 2015 registró cerca de 250 millones de migrantes, antecedente que poco se había registrado en las décadas anteriores, cifra que refleja no solo problemas políticos de algunas naciones, sino el interés de las personas de mejorar su calidad de vida porque están inconformes o en dificultades en sus países de origen.

“El fenómeno de migrantes venezolanos al Cesar históricamente se ha dado, pero la connotación política que ahora existe da una relevancia que llega a ser estigmatizada como negativa. Al revisar los anuncios de prensa local relacionados con migraciones, es posible encontrar mayormente noticias con titulares que informan sobre aprehensiones y capturas de venezolanos, investigaciones o cierre de establecimientos por tener mano de obra ilegal de venezolanos, generando en la opinión de la gente del común que los extranjeros representan un peligro o que ocuparan las pocas vacantes disponibles”, aseveró el analista.

En ese sentido, exhortó a la comunidad a que empiecen a ver diferente los procesos migratorios y que entiendan que de alguna manera existen beneficios, argumentando que muchas naciones han reforzado sus economías y tejidos productivos gracias a que otras personas en edad de trabajar han aportado a las cadenas productivas.

“Uno mira las cifras en Estados Unidos, donde el 15 por ciento de los trabajadores no son nacidos en el país; en Australia, el 27 por ciento son trabajadores extranjeros; y cuando se revisa Colombia solamente el 0.3 por ciento de quienes trabajan en el país no nacieron aquí, una cifra que es muy lejana al patrón mundial que está en el 3 por ciento”, explicó.

Lo anterior se da porque en principio Colombia no era un país tan atractivo para los migrantes en términos laborales y de calidad de vida, hoy en día esta situación cambia porque ha tenido importantes mejoras que han generado mayor confianza en los extranjeros.

“Es claro que cuando estos procesos migratorios se dan, algunos críticos se quejan de que los puestos libres son ocupados por migrantes. Hay que recordar que Colombia ha firmado tratados con Mercosur, los cuales permiten la movilidad laboral con el lleno de requisitos de los nacidos en los países firmantes de estos acuerdos. Con lo cual, tanto venezolanos como colombianos podrían luego de su estancia en el país, por un periodo, solicitar su visa de trabajo. Colombia se ha reservado de manera arbitraria el hecho de admitir venezolanos sin argumentos válidos, cuando debe respetar ciertos tratados. No se han dado cuenta que en algunos casos estos solicitantes están dispuestos a realizar aquellos trabajos u oficios que los colombianos no toman o en los cuales no son especialistas”, subrayó el experto.

Para Castrillo Galván, existen múltiples beneficios de la migración como: ganancias económicas, porque la mano de obra de migrantes es menos costosa, lo que finalmente se traduce en beneficios para el consumidor final; aumento de la diversidad cultural, puesto que los cesarenses se conectan de forma directa a diversas culturas, y calidad de vida de los migrantes, dado que la migración trae consigo posibilidades de desarrollo y mejores condiciones.

“Nosotros como vallenatos hemos sido beneficiados de poder trasladarnos a otros países. No podemos ser egoístas que otros también disfruten de la calidad de vida que existe en Valledupar como los bajos costos de vida”, afirmó.

Agregó que otros beneficios de la migración son: fuerza de trabajo más joven, anotando que la proporción de personas que se jubilan en proporción con las que trabajan está en aumento.

“Otros países de Latinoamérica tienen algunos reflejos de fuerza laboral más joven, que tendrá significativamente impacto en los sistemas de empleo porque los migrantes reflejan una fuerza de trabajo, que al llegar a nuestro país ayuda”, señaló.

Finalmente, anotó que también se presentan trabajadores calificados en sectores especializados, y puso por ejemplo: “Uno de los fuertes de Venezuela es el sector de hidrocarburos, como el petróleo, históricamente aprendieron a tratar con el crudo. Nosotros fuimos beneficiados de la mano de obra calificada de Venezuela que migró laboralmente hacia las refinerías colombianas”.

Esta posición la comparte el economista Carlos Alberto Maestre Maya, quien afirmó que para abordar este tema hay que tener un contexto general o universal.

“La mano de obra o el empleador busca ubicarse donde encuentre vacantes de trabajo y donde le paguen bien. Está ocurriendo en Europa, en Estados Unidos y en algunos países de América Latina, donde llegan personas de otras latitudes como Venezuela, que atraviesa una crisis económica que ha obligado a los venezolanos buscar otros rumbos. En el Cesar están llegando venezolanos profesionales en medicina, ingeniería, entre otras, así como en oficios varios, como belleza y albañilería”, anotó.

Maestre Maya considera que Colombia debe colaborarle a esa población, siempre y cuando tenga sus documentos en regla como: pasaporte, certificado de estudios y certificaciones laborales.

“El país no podría cerrársele a esa población que está llegando. Hay que tener en cuenta que Venezuela hace 40 a 50 años recibió una buena cantidad de colombianos que se fueron a trabajar allá. En mi opinión, el estado colombiano debe recibirlos y apoyarlos. Claro está, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Trabajo deben pensar en políticas específicas como volver a capacitar o reentrenar”, enfatizó.

Como estudioso de la economía señaló que este fenómeno va a presionar los salarios a la baja porque son profesionales que vienen con la expectativa de emplearse por menos de lo que se está empleando a los nacionales.

“El salario es una referencia de la oferta y demanda laboral; entre más personas lleguen buscando trabajo, este tiende a la baja. El empresario tiene la obligación de pagar por lo menos un salario mínimo, pero en ciertos campos laborales no regulados como: ingenieros, médicos, técnicos, tecnólogos, esos salarios tienden a la baja”.

Maestre Maya concluyó que es posible que se incremente la informalidad laboral.
Al respecto, el director encargado del Ministerio de Trabajo, seccional Cesar,  José Gregorio Márquez Cadena, dijo que hay extranjeros que cuentan con toda la legalidad para ejercer sus actividades económicas u oficio, lo cual es una situación que no puede prohibirse, para lo cual el Ministerio de Trabajo acompaña a ese trabajador que está legal en Colombia y que está en su derecho fundamental de buscar empleo.

“Hay otro fenómeno que ocurre en Colombia y que le ocurrió a Venezuela en el pasado, es que se fueron más de cinco millones de colombianos laborando ilegalmente. El Cesar por ser frontera no tiene un limitante, el problema es que los empresarios que están haciendo uso de esa mano de obra ilegal están ejerciendo presuntas violaciones a la Norma Laboral, al no contar con sistema de seguridad social, riesgos laborales y a Cajas de Compensación Familiar, pero el Ministerio de Trabajo a la hora de llegar a estas empresas y percibir el hecho, revisa e informa a Migración Colombia, verificando las presuntas violaciones laborales y acudimos a los instrumentos legales y si es de aplicar una sanción lo hacemos, que está entre uno a cinco mil salarios mínimos legales, de acuerdo al capital de la empresa”, señaló.

Sin embargo aclaró que estas situaciones son poco denunciadas porque los extranjeros ilegales no acuden al Ministerio de Trabajo. El funcionario considera que este proceso debe ser una acción articulada entre municipio, departamento, Migración Colombia y Ministerio de Trabajo para tomar acciones para formalizar a las personas que están ilegalmente en la región y que no se conviertan en una competencia desleal para los cesarenses.

Datos de Migración

De acuerdo con el director Regional Guajira – Cesar de Migración, Miguel Enrique Romo Barreto, la mayoría de los venezolanos ingresan en busca de mejores oportunidades para mejorar la calidad de vida, a través de una mayor remuneración en el país, porque al cambio de pesos a bolívares los ingresos de los migrantes representan unas cifras considerables.

“En cuanto al nivel educativo de estos inmigrantes, en la mayoría de los casos se constituyen personas con niveles de escolaridad primaria y secundaria, los cuales se dedican a desarrollar actividades de comercio informal de productos de la canasta familiar, en zona de frontera en municipios de La Guajira, otro grupo se dedican a labores de albañilería y trabajo doméstico. En cuanto a los profesionales generalmente médicos y afines son empleados en clínicas y hospitales en los departamentos de la Costa”, aseguró el funcionario.

Para Romo Barreto, “es importante resaltar que en Cesar viven además un gran número de extranjeros de varias nacionalidades con visas temporales, que es una población flotante; es decir, generalmente llegan al país a ejercer una labor y luego se regresan a su país de origen, por lo que la información suministrada es de los extranjeros que registraron visa en el Centro Facilitador de Valledupar, desconociendo la cifra que aún se encuentre con residencia habitual”.

Los extranjeros con visas temporales son 422, los cuales se distribuyen así: 107 venezolanos, 41 estadounidense, 39 españoles, 24 peruanos, 20 ecuatorianos, 18 italianos, 16 argentinos, 13 franceses, 13 canadienses, 10 mexicanos, 10 chinos, 12 brasileños y 99 de otras procedencias, como de Salvador, Dinamarca, Rumanía y Alemania, entre otras.

“La crisis económica de Venezuela y otras causas como el desabastecimiento, desempleo, inseguridad, la devaluación del bolívar, han incidido de manera directa, en los altos flujos de migrantes de nacionalidad venezolana, que ingresan al país de manera regular y otros que lo hacen a través de las numerosas trochas que tiene el sector fronterizo de La Guajira colombiana y venezolana, evadiendo el Puesto de Control Migratorio de Paraguachón- La Guajira”, agregó Romo Barreto.

Los venezolanos han encontrado en el Cesar y otras regiones de Colombia un lugar ideal para laborar y girar dinero a sus familias, situación contraria a otros años en los que los colombianos iban a Venezuela a probar suerte y se quedaban allá al percibir que el cambio de bolívares representaban más pesos.

En calidad de residente, en el Cesar existen extranjeros de diversas procedencias: 49 de Ecuador, 36 de Venezuela, 16 de China, 16 de España, 14 del Líbano, 9 de Cuba, 7 de Argentina, 5 de Perú, 4 de México y 37 de otras nacionalidades.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN