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General - 9 mayo, 2017

Amenazas del río Guatapurí están latentes

Cultivos y algunas estructuras físicas, en los corregimientos al norte de Valledupar, sufrieron daños por la fuerza de la creciente súbita que tuvo el afluente el pasado sábado, que mantiene en alerta naranja a las autoridades del Cesar.

La margen derecha del río Guatapurí abarca gran parte de la comuna uno de Valledupar. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
La margen derecha del río Guatapurí abarca gran parte de la comuna uno de Valledupar. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

La furia del río Guatapurí afloró la tarde del sábado, desde la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta, su caudal aumentó más de tres metros de altura y prendió las alarmas especialmente en pueblos indígenas, como el Kankuamo.

Lluvias intensas provocaron sedimentación en distintas áreas, fue así como se presentaron deslizamientos con tierra y árboles, generando alto riesgo en la corriente del Guatapurí que surca el municipio de Valledupar.

El cabildo gobernador del Resguardo Kankuamo, Jaime Arias Arias, señala que es urgente de las entidades competentes realizar un recorrido a lo largo de la cuenca del Guatapurí, para caracterizar las afectaciones que van desde el daño en cultivos y acueductos corregimentales.

Y no solamente los kankuamos sufrieron por la gigantesca creciente del “goatapore” (palabra de la lengua arhuaca que traduce agua fría), pasó igual con pueblos de la etnia Kogui.

“Bajé ayer (domingo) por la tarde porque estuve revisando personalmente las áreas y hablando con los pobladores, además hermanos del pueblo Kogui que bajaron de la parte alta de la Sierra Nevada, como información preliminar tenemos que el día de la creciente se presentaron varios deslizamientos en distintos afluentes del río Guatapurí, eso producto básicamente de que hubo lluvias intensas, a cantaros. Obviamente, aflojó la tierra y no tengo la magnitud de los deslizamientos, por eso considero que debe habilitarse una comisión para determinar a ciencia cierta y el riesgo tenga para volver a deslizarse”, advirtió Jaime Arias Arias.

El líder indígena sostuvo que durante el sábado se registraron ciertas precipitaciones, ocasionado “una creciente normal o de cabecera como uno dice, pero como a los 15 minutos pasó una especie avalancha, que fue la que nos puso en alerta. Considero que si las dos hubiesen bajado juntas había sido peor el asunto”.

Cerca de siete lagunas, entre esas Kokigui, Curiba, Naboba, Dumariba, le dan vida a los ríos Guatapurí y Donachui, que se encuentran en Jordán (pueblo aruhaco), adquiriendo la misma cantidad de agua para posteriormente recorrer diferentes localidades del Cesar, La Guajira y Magdalena.

“Está lloviendo mucho en la Sierra Nevada, el domingo se registraron aguaceros pero no con la intensidad del sábado, sigue la preocupación de que sean prolongadas. Creo que los otros afluentes como Donachui y Templaito, no tuvieron la misma cantidad de agua que el Guatapurí porque si hubiesen crecido igual fuera grave la situación en Valledupar”, explicó el cabildo gobernador, haciendo alusión a la alerta roja emitida por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), para salvaguardar la integridad de los bañistas, visitantes y pobladores cercanos al Guatapurí.

La asesora de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres y Cambio Climático del Cesar, María José Páez, indicó que de la alerta roja el Ideam bajó a naranja después del paso de la creciente súbita, los niveles en la estación hidrológica de Chemesquemena, ubicada en la parte alta del río Guatapurí, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, han descendido y se localizaron durante la mañana de ayer en el rango de valores medios.

“Disminuyeron las precipitaciones y estos momentos hacemos un monitoreo permanente sobre la ribera del río y el punto de control. La idea era que el domingo estaba restringido el acceso al río Guatapurí, pero muchas personas no hicieron caso”, manifestó María José Páez, quien agregó existe alerta amarilla además sobre los ríos Fundación, Aracataca, Ariguaní y Cesar.

Indicó que hasta el momento se registran afectaciones en Bosconia, Agustín Codazzi por inundaciones y deterioros en cultivos en Manaure.

Sin agua al norte

Guatapurí es uno de los 25 corregimientos que pertenecen a Valledupar, se ubica al norte, a unos 60 kilómetros de la ciudad. Allí, la creciente que descendió de la Sierra Nevada dejó sin agua a esta población, así como a Chemesquemena y a Atánquez.

“Hay un alto riesgo con la bocatoma del acueducto que surte a Guatapurí, Chemesquema y a Atánquez porque está casi dañada. El río bajó con tanta furia que movía piedras, árboles y todo lo que estaba a su paso se lo iba llevando. Alteró considerablemente el paisaje, incluso, muchos dicen que hace mucho tiempo y otros que nunca se había dado una avalancha de esa magnitud. No hay servicio de agua en esas comunidades”, explicó el cabildo Jaime Arias.

El Cabildo Gobernador agregó que recolectó información que la creciente afectó cultivos establecidos cerca del río; en las planadas y pequeñas sabanas. “No sabemos en qué dimensión porque fue en todo el recorrido del río.

Hubo afectación en estructuras como el puente de Chemesquemena, es posible que tengan algún riesgo, así mismo en Guatapurí el puente lo sobrepasó la corriente; en Chemesquemena hay unas 20 viviendas, en la parte baja la comunidad tiene alto riesgo y el agua inundó el centro de reuniones. Además de todos los árboles y los terrenos que se llevó a su paso el río”.

Pero hay algo más preocupante para los habitantes ubicados en estas poblaciones ancladas en la parte norte de Valledupar. “La preocupación que tenemos en estos momentos es que se vuelva a generar un aguacero de esta magnitud, creo que estamos en un tiempo oportuno de tomar medidas preventivas para que no haya que lamentar más adelante”, concluyó Jaime Arias Arias.

Las crecientes presentadas en la parte alta y media de la cuenca del río Guatapurí, y que afectan a la ciudad de Valledupar, se pueden clasificar como crecientes rápidas, súbitas o de origen torrencial y con tiempos de viaje muy cortos, de pocas horas.
Atención municipal
La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres en Valledupar lideró la alerta del Ideam sobre la creciente súbita del río Guatapurí.

El encargado de tal dependencia, Omar Enrique Quintero, le dijo a EL PILÓN que una vez recibieron las indicaciones activaron las alarmas, se instaló el Puesto de Mando Unificado (PMU), en el balneario Hurtado, así como después informaron a los organismos de socorro, quienes evacuaron a los bañistas que se encontraban departiendo en el sitio turístico.

Quintero informó que no se registran personas lesionadas ni pérdidas materiales, aunque no se tiene reporte de corregimientos como Guatapurí y Chemesquemena, tal como lo indicó Jaime Arias Arias.

La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastre Municipal también realiza vigilancia a las cuencas hidrográficas y monitorea los corregimientos de Chemesquemena, Guatapurí y Atánquez, con el fin de implementar acciones de alistamiento y preparación en esta época del año; de igual manera está en alerta al proceso de sedimentación y material vegetal dispuestos en estos afluentes y reducir el riesgo de posibles inundaciones o deslizamientos en esta zona.

Advirtió a los habitantes y bañistas, especialmente balnearios como La Vega, El Mojao y Hurtado, no hacer uso de sus aguas sin antes tomar precauciones.

Por su parte, la Secretaría de Salud Municipal recomendó hacer seguimiento a los indicadores de salud pública y vigilancia epidemiológica para controlar la aparición de enfermedades como el dengue; activar y fortalecer acciones y programas de promoción y prevención en zonas de mayor susceptibilidad a enfermedades relacionadas con la temporada de lluvias.

Servicio continuo

El gerente de la empresa Emdupar, Armando Cuello Daza, dio un parte de tranquilidad a la ciudadanía de Valledupar respecto a la prestación del servicio de agua potable en el perímetro urbano.

“A pesar de la creciente y las altas lluvias estamos prestando normalmente el servicio de agua. El día de la creciente visitamos la planta de tratamiento, hasta las 12:00 de la noche, la preparamos y cuando llegó cerramos compuertas para que el agua no entrara a la planta. Suspendimos a las 10:00 de la noche y a las 3:00 de la madrugada reabrimos. La turbiedad llegó a 11.200 MTU, cuando bajó más o menos a 1.000 logramos tratarla nuevamente”, declaró Cuello Daza.

Recomendaciones

Omar Enrique Quintero explicó que para la temporada invernal se activan todos los organismos de socorro y la red de salud, para estar alertas en la atención de cualquier población que resulte afectada ante una emergencia de desastre.

En lo que respecta al sector agropecuario, invitó a los agricultores y ganaderos, tener en cuenta un posible aumento de la oferta hídrica y el aumento de las probabilidades de anegamiento en áreas de bajo drenaje; vigilar zonas con posibilidad de brotes infecciosos por plagas o enfermedades y toma de medidas de control sanitario.

La Oficina de Gestión del Riesgo dijo que se requiere de parte de las entidades que atienden el tema desde diversos sectores, la aplicación inmediata de acciones y actividades de prevención y reducción del riesgo de manera oportuna y adecuada.

Por su pendiente fuerte, el Guatapurí genera la posibilidad de alteraciones de corriente alta en la parte baja de la capital del Cesar, estas, llamadas áreas inundables se ubican principalmente en la comuna uno, básicamente en los barrios Pescaíto, El Paraíso, Nueve de Marzo, Once de Noviembre y Nueva Colombia; en la comuna dos las inundaciones se presentan básicamente por el desbordamiento del canal de Panamá; en la comuna cuatro las inundaciones se presentan por el desbordamiento de la acequia Las Mercedes, la cual presenta afectaciones en los barrios La Victoria, Villa Taxi, 450 Años, y Galán; para la comuna cinco las inundaciones se presentan por el desbordamiento del Caño Oveja y la acequia Las Mercedes.

Lo que dejó La Niña

Algunas de las pérdidas y afectaciones registradas en el departamento del Cesar por efectos del fenómeno de La Niña, entre 2010 y 2011 fueron: sector agropecuario, 69.596 hectáreas cultivadas pérdidas; educativo, afectadas cerca de 73 escuelas en 13 municipios; agua potable, se registraron 18 acueductos municipales afectados; infraestructura vial, 5.409 kilómetros de vías terciarias afectadas, las cuales representan el 80 % de la movilidad de carga de centros de producción de alimentos; vivienda, 15.766 viviendas afectadas y 7.569 destruidas, 5.545 fincas/parcelas afectadas y 3.353 fincas/parcelas destruidas.
Según el IDEAM, las lluvias iniciarían el 15 de abril hasta el 15 de junio para el departamento del Cesar.
Los predios de mayor riesgo a la hora de lluvias fuertes se centran en la comuna uno, por donde pasa la margen derecha del río Guatapurí.

La Oficina de Gestión del Riesgo Municipal hizo un llamado a la ciudadanía para que evite bañarse por estos días en el río Guatapurí, en zonas de riesgo de inundación y deslizamiento, para evitar situaciones de riesgo. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]

General
9 mayo, 2017

Amenazas del río Guatapurí están latentes

Cultivos y algunas estructuras físicas, en los corregimientos al norte de Valledupar, sufrieron daños por la fuerza de la creciente súbita que tuvo el afluente el pasado sábado, que mantiene en alerta naranja a las autoridades del Cesar.


La margen derecha del río Guatapurí abarca gran parte de la comuna uno de Valledupar. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
La margen derecha del río Guatapurí abarca gran parte de la comuna uno de Valledupar. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

La furia del río Guatapurí afloró la tarde del sábado, desde la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta, su caudal aumentó más de tres metros de altura y prendió las alarmas especialmente en pueblos indígenas, como el Kankuamo.

Lluvias intensas provocaron sedimentación en distintas áreas, fue así como se presentaron deslizamientos con tierra y árboles, generando alto riesgo en la corriente del Guatapurí que surca el municipio de Valledupar.

El cabildo gobernador del Resguardo Kankuamo, Jaime Arias Arias, señala que es urgente de las entidades competentes realizar un recorrido a lo largo de la cuenca del Guatapurí, para caracterizar las afectaciones que van desde el daño en cultivos y acueductos corregimentales.

Y no solamente los kankuamos sufrieron por la gigantesca creciente del “goatapore” (palabra de la lengua arhuaca que traduce agua fría), pasó igual con pueblos de la etnia Kogui.

“Bajé ayer (domingo) por la tarde porque estuve revisando personalmente las áreas y hablando con los pobladores, además hermanos del pueblo Kogui que bajaron de la parte alta de la Sierra Nevada, como información preliminar tenemos que el día de la creciente se presentaron varios deslizamientos en distintos afluentes del río Guatapurí, eso producto básicamente de que hubo lluvias intensas, a cantaros. Obviamente, aflojó la tierra y no tengo la magnitud de los deslizamientos, por eso considero que debe habilitarse una comisión para determinar a ciencia cierta y el riesgo tenga para volver a deslizarse”, advirtió Jaime Arias Arias.

El líder indígena sostuvo que durante el sábado se registraron ciertas precipitaciones, ocasionado “una creciente normal o de cabecera como uno dice, pero como a los 15 minutos pasó una especie avalancha, que fue la que nos puso en alerta. Considero que si las dos hubiesen bajado juntas había sido peor el asunto”.

Cerca de siete lagunas, entre esas Kokigui, Curiba, Naboba, Dumariba, le dan vida a los ríos Guatapurí y Donachui, que se encuentran en Jordán (pueblo aruhaco), adquiriendo la misma cantidad de agua para posteriormente recorrer diferentes localidades del Cesar, La Guajira y Magdalena.

“Está lloviendo mucho en la Sierra Nevada, el domingo se registraron aguaceros pero no con la intensidad del sábado, sigue la preocupación de que sean prolongadas. Creo que los otros afluentes como Donachui y Templaito, no tuvieron la misma cantidad de agua que el Guatapurí porque si hubiesen crecido igual fuera grave la situación en Valledupar”, explicó el cabildo gobernador, haciendo alusión a la alerta roja emitida por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), para salvaguardar la integridad de los bañistas, visitantes y pobladores cercanos al Guatapurí.

La asesora de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres y Cambio Climático del Cesar, María José Páez, indicó que de la alerta roja el Ideam bajó a naranja después del paso de la creciente súbita, los niveles en la estación hidrológica de Chemesquemena, ubicada en la parte alta del río Guatapurí, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, han descendido y se localizaron durante la mañana de ayer en el rango de valores medios.

“Disminuyeron las precipitaciones y estos momentos hacemos un monitoreo permanente sobre la ribera del río y el punto de control. La idea era que el domingo estaba restringido el acceso al río Guatapurí, pero muchas personas no hicieron caso”, manifestó María José Páez, quien agregó existe alerta amarilla además sobre los ríos Fundación, Aracataca, Ariguaní y Cesar.

Indicó que hasta el momento se registran afectaciones en Bosconia, Agustín Codazzi por inundaciones y deterioros en cultivos en Manaure.

Sin agua al norte

Guatapurí es uno de los 25 corregimientos que pertenecen a Valledupar, se ubica al norte, a unos 60 kilómetros de la ciudad. Allí, la creciente que descendió de la Sierra Nevada dejó sin agua a esta población, así como a Chemesquemena y a Atánquez.

“Hay un alto riesgo con la bocatoma del acueducto que surte a Guatapurí, Chemesquema y a Atánquez porque está casi dañada. El río bajó con tanta furia que movía piedras, árboles y todo lo que estaba a su paso se lo iba llevando. Alteró considerablemente el paisaje, incluso, muchos dicen que hace mucho tiempo y otros que nunca se había dado una avalancha de esa magnitud. No hay servicio de agua en esas comunidades”, explicó el cabildo Jaime Arias.

El Cabildo Gobernador agregó que recolectó información que la creciente afectó cultivos establecidos cerca del río; en las planadas y pequeñas sabanas. “No sabemos en qué dimensión porque fue en todo el recorrido del río.

Hubo afectación en estructuras como el puente de Chemesquemena, es posible que tengan algún riesgo, así mismo en Guatapurí el puente lo sobrepasó la corriente; en Chemesquemena hay unas 20 viviendas, en la parte baja la comunidad tiene alto riesgo y el agua inundó el centro de reuniones. Además de todos los árboles y los terrenos que se llevó a su paso el río”.

Pero hay algo más preocupante para los habitantes ubicados en estas poblaciones ancladas en la parte norte de Valledupar. “La preocupación que tenemos en estos momentos es que se vuelva a generar un aguacero de esta magnitud, creo que estamos en un tiempo oportuno de tomar medidas preventivas para que no haya que lamentar más adelante”, concluyó Jaime Arias Arias.

Las crecientes presentadas en la parte alta y media de la cuenca del río Guatapurí, y que afectan a la ciudad de Valledupar, se pueden clasificar como crecientes rápidas, súbitas o de origen torrencial y con tiempos de viaje muy cortos, de pocas horas.
Atención municipal
La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres en Valledupar lideró la alerta del Ideam sobre la creciente súbita del río Guatapurí.

El encargado de tal dependencia, Omar Enrique Quintero, le dijo a EL PILÓN que una vez recibieron las indicaciones activaron las alarmas, se instaló el Puesto de Mando Unificado (PMU), en el balneario Hurtado, así como después informaron a los organismos de socorro, quienes evacuaron a los bañistas que se encontraban departiendo en el sitio turístico.

Quintero informó que no se registran personas lesionadas ni pérdidas materiales, aunque no se tiene reporte de corregimientos como Guatapurí y Chemesquemena, tal como lo indicó Jaime Arias Arias.

La Oficina de Gestión del Riesgo de Desastre Municipal también realiza vigilancia a las cuencas hidrográficas y monitorea los corregimientos de Chemesquemena, Guatapurí y Atánquez, con el fin de implementar acciones de alistamiento y preparación en esta época del año; de igual manera está en alerta al proceso de sedimentación y material vegetal dispuestos en estos afluentes y reducir el riesgo de posibles inundaciones o deslizamientos en esta zona.

Advirtió a los habitantes y bañistas, especialmente balnearios como La Vega, El Mojao y Hurtado, no hacer uso de sus aguas sin antes tomar precauciones.

Por su parte, la Secretaría de Salud Municipal recomendó hacer seguimiento a los indicadores de salud pública y vigilancia epidemiológica para controlar la aparición de enfermedades como el dengue; activar y fortalecer acciones y programas de promoción y prevención en zonas de mayor susceptibilidad a enfermedades relacionadas con la temporada de lluvias.

Servicio continuo

El gerente de la empresa Emdupar, Armando Cuello Daza, dio un parte de tranquilidad a la ciudadanía de Valledupar respecto a la prestación del servicio de agua potable en el perímetro urbano.

“A pesar de la creciente y las altas lluvias estamos prestando normalmente el servicio de agua. El día de la creciente visitamos la planta de tratamiento, hasta las 12:00 de la noche, la preparamos y cuando llegó cerramos compuertas para que el agua no entrara a la planta. Suspendimos a las 10:00 de la noche y a las 3:00 de la madrugada reabrimos. La turbiedad llegó a 11.200 MTU, cuando bajó más o menos a 1.000 logramos tratarla nuevamente”, declaró Cuello Daza.

Recomendaciones

Omar Enrique Quintero explicó que para la temporada invernal se activan todos los organismos de socorro y la red de salud, para estar alertas en la atención de cualquier población que resulte afectada ante una emergencia de desastre.

En lo que respecta al sector agropecuario, invitó a los agricultores y ganaderos, tener en cuenta un posible aumento de la oferta hídrica y el aumento de las probabilidades de anegamiento en áreas de bajo drenaje; vigilar zonas con posibilidad de brotes infecciosos por plagas o enfermedades y toma de medidas de control sanitario.

La Oficina de Gestión del Riesgo dijo que se requiere de parte de las entidades que atienden el tema desde diversos sectores, la aplicación inmediata de acciones y actividades de prevención y reducción del riesgo de manera oportuna y adecuada.

Por su pendiente fuerte, el Guatapurí genera la posibilidad de alteraciones de corriente alta en la parte baja de la capital del Cesar, estas, llamadas áreas inundables se ubican principalmente en la comuna uno, básicamente en los barrios Pescaíto, El Paraíso, Nueve de Marzo, Once de Noviembre y Nueva Colombia; en la comuna dos las inundaciones se presentan básicamente por el desbordamiento del canal de Panamá; en la comuna cuatro las inundaciones se presentan por el desbordamiento de la acequia Las Mercedes, la cual presenta afectaciones en los barrios La Victoria, Villa Taxi, 450 Años, y Galán; para la comuna cinco las inundaciones se presentan por el desbordamiento del Caño Oveja y la acequia Las Mercedes.

Lo que dejó La Niña

Algunas de las pérdidas y afectaciones registradas en el departamento del Cesar por efectos del fenómeno de La Niña, entre 2010 y 2011 fueron: sector agropecuario, 69.596 hectáreas cultivadas pérdidas; educativo, afectadas cerca de 73 escuelas en 13 municipios; agua potable, se registraron 18 acueductos municipales afectados; infraestructura vial, 5.409 kilómetros de vías terciarias afectadas, las cuales representan el 80 % de la movilidad de carga de centros de producción de alimentos; vivienda, 15.766 viviendas afectadas y 7.569 destruidas, 5.545 fincas/parcelas afectadas y 3.353 fincas/parcelas destruidas.
Según el IDEAM, las lluvias iniciarían el 15 de abril hasta el 15 de junio para el departamento del Cesar.
Los predios de mayor riesgo a la hora de lluvias fuertes se centran en la comuna uno, por donde pasa la margen derecha del río Guatapurí.

La Oficina de Gestión del Riesgo Municipal hizo un llamado a la ciudadanía para que evite bañarse por estos días en el río Guatapurí, en zonas de riesgo de inundación y deslizamiento, para evitar situaciones de riesgo. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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