Después de 48 horas de permanecer atrapado entre rocas y agua, el cadáver de la adolescente Valentina Valbuena Pérez salió a flote por las aguas del río Guatapurí, después de caer a la altura del puente de cemento.

Con 15 años de edad y sin permanecer en estado de gestación, como se había informado de manera preliminar, el cuerpo fue arrastrado por las corrientes río abajo. Hacia las 10:40 de la noche del viernes, un grupo personas que se encontraban departiendo en el sector de playa Maravilla observaron y de inmediato comunicaron a las autoridades en el sector.

Este hecho ocasionó por cerca de dos días una intensa búsqueda por parte de los miembros del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja y Defensa Civil, que se aglomeraron en el sitio donde se había sumergido la joven. Con resultados negativos, debido a la turbiedad del agua que les impedía visibilizar los sectores más recónditos del río, los socorristas buscaban con equipos de buceo y lámparas especiales dentro del agua.

En la base de la unidad bomberil, según el sargento Tomás Charrys, recibieron una llamada hacia las 10:40 de la noche del viernes y 10 minutos más tarde llegaron al sitio.

“Ya las corrientes habían arrastrado al cuerpo y lo encontramos en la curva que hace el río Guatapurí por el sector del bosque del amor, unos metros más delante de playa Maravilla. De inmediato la agarramos, la montamos en una camilla y la sacamos hacia la orilla mientras llegaban los de criminalística del Cuerpo Técnico de Investigación, para llevar a cabo el protocolo de inspección y reconocimiento del cadáver, tras acordonar ese sitio, para impedir el acercamiento de curiosos”, explicó el oficial del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de esta capital.

Una vez los miembros del CTI concluyeron la actividad judicial, el cuerpo fue trasladado hasta la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde en la mañana de este sábado le fue practicada la autopsia al cadáver y luego entregado a sus familiares.

“Si no conocen el río, no se tiren desde las piedras”

Esta fue la declaración de un los buzos que realizaron la búsqueda con seis inmersiones en la parte norte. Pasaron por sectores como El Muñeco y en una palizada, pero con resultados negativos. Señaló también que una vez suspendieron las labores de rescate, el cadáver ya habría sido rodado por las corrientes. “Y pensamos que podría estar un poco más arriba, porque en ese lugar ya no estaba, y era lo que íbamos a llevar a cabo desde las 6:00 de la mañana del día siguiente (ayer sábado) reanudando la búsqueda, pero horas antes flotó”, sostuvo.

El vocero de la unidad bomberil hizo una advertencia a los bañistas, especialmente a los turistas y que por primera vez llegan al balneario Hurtado, para que no se lancen de las piedras, ni del puente, si no conocen, para evitar que el disfrute del paseo se convierta en tragedia, como la que vivió la joven Valentina Valbuena Pérez.

Explicó que el Cuerpo de Bomberos los fines de semana hacen presencia en ese sector turístico de la ciudad, adelantan campañas con los bañistas e inclusive les advierten sobre el peligro que les puede representar, pero muchos hacen caso omiso a las recomendaciones.

¿Quién era la adolescente?

Valentina Valbuena Pérez era hija única de Elaine Valbuena Pérez, de quien heredó sus dos apellidos y desde muy pequeña tuvo el calor de su padrastro, Jairo Molano González, quien desmintió que ella estuviera embarazada. “Ella siempre anhelaba quedar en estado de gestación, lo anunciaba por la redes sociales que ahora sí había quedado en cinta, pero solo eran falsos anuncios e inclusive lo pueden determinar en Medicina Legal. Hacen 25 días que ella decidió irse de mi casa con Francisco, su novio, porque uno como padre se da cuenta de todos los movimientos de sus hijos y por esa razón puedo manifestar que no estaba embarazada”, declaró.

Su padrastro la consideró como una joven muy alegre, divertida, espontánea, con una sonrisa contagiosa muy creativa, con una facilidad de relacionarse con sus amigos, emprendedora, quería siempre echar hacia adelante y que quiso experimentar el mundo desde muy temprano, “pero que siempre, nosotros como padres, estábamos pendiente de ella para orientarla por un buen camino”.

“Estudió la primaria en un colegio oficial y logró llegar hasta séptimo grado en el colegio militar Murillo Toro, sede central. En noviembre del año anterior, ella y su compañero sentimental decidieron buscar mejores horizontes en Bogotá, pero debido a que se suscitaron algunos conflictos con su pareja le dijimos que se viniera, le buscamos y enviamos el dinero para el pasaje”. Indicó Molano González, además aclaró que al llegar, la recibieron con los brazos abiertos el 7 de diciembre.

Para los padres de la joven Valentina terminó el calvario de permanecer en los alrededores del balneario Hurtado pendiente con angustia si el cadáver de ella era rescatado. “Gracias a Dios que ya terminó este viacrucis porque el cadáver flotó, pero ahora viene la parte más fuerte para nosotros, el dolor por la pérdida temprana de nuestra hija única”, reveló el padrastro.

Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN