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General - 28 mayo, 2015

Adiós a ‘Don Vale’, luchador innato en Valledupar

Hoy será sepultado Valentín Quintero Rengifo, propietario del Hotel Vajamar, quien falleció a los 90 años en la capital del Cesar.

Valentín Quintero fue fundador de empresas como 'La Tostadora Café Mary', el 'Café Don Vale', 'Arroz Don Vale', 'Hielo Don Vale', y el más recordado de sus negocios, el Hotel Vajamar. EL PILÓN / Cortesía.
Valentín Quintero fue fundador de empresas como 'La Tostadora Café Mary', el 'Café Don Vale', 'Arroz Don Vale', 'Hielo Don Vale', y el más recordado de sus negocios, el Hotel Vajamar. EL PILÓN / Cortesía.

El conflicto armado en Colombia, que ha dejado alrededor de siete millones de víctimas, alejó del lecho familiar a muchas personas, a quienes les tocó emigrar a otras poblaciones por la simple razón de que alguien no compartía su creencia política.

Uno de los afectados por el desplazamiento forzado fue Valentín Dolores Quintero Rengifo, un hombre nacido en El Carmen, Norte de Santander, el 5 de noviembre de 1924, bajo un hogar humilde y sencillo de Bonifacio Quintero Bonett y María Rengifo de Quintero, que después lo llevó a su familia que conformó con Rosario Julio Jaimes.

Al ser víctima de la violencia en su territorio, ‘Don Vale’ como es conocido por sus amigos más cercanos, en 1950 decidió venirse a Valledupar y emprender un nuevo sendero junto a su familia.

“En Valledupar vio un sitio ideal para venir, porque Barranquilla no les pareció. Mi papá decidió liderar un grupo de personas y se vinieron de El Carmen, llegaron esta ciudad y aquí gracias a Dios y al difunto Clemente y Efraín Quintero, y a Óscar Pupo, les dieron hospedaje en sus fincas, siempre y cuando se portaban bien”, recuerda su hijo Javier Quintero Julio.

Ya ‘armado’ de valor, coraje e ideas, Valentín Quintero arrancó un proceso de éxito en el comercio en la capital del Cesar. Claro, ya había recibido un terreno en el centro de esta ciudad al que junto a sus compañeros decidieron llamar El Carmen, por ser fieles fervientes de la Virgen del Carmen.

“Mi papá dijo que una vez aquí se hizo amigo de las personas respetables de la ciudad, el primero Clemente Quintero (fallecido)”, relata Javier su hijo mayor, recordando que su papá arrancó en el comercio vallenato trayendo cebolla desde El Carmen, Norte de Santander.

En el libro ‘Don Vale, ejemplo de trabajo y superación’, escrito por la también desaparecida Lolita Acosta, ella narra que Valentín observó un letrero en todo el sector conocido como Cinco Esquinas de se arrienda; “la propiedad era del patricio vallenato don Oscarito Pupo Martínez”.

“Yo le caí como corbatín al cuello. Lo visité en su casa para proponerle el arriendo. Enseguida llamó a su hija Leticia para que me mostrara el sitio que estaba cerrado. Le dijo que si yo aceptaba, hiciera una lista de lo que allí existía y que después me entendiera con él”, de esta manera ‘Don Vale’ inició sus negocios en Valledupar, dice el tomo de 60 páginas.

Y de ahí en adelante las ideas de Valentín Quintero nunca pararon. Le trajo al pueblo vallenato todo lo que pudo: ‘Bar Nevada’, un bar que contaba con un salón de billar, luego organizó un local para expender víveres,
“Mi papá fue muy asequible al modus vivendi de los vallenatos, eso lo acercó a ellos y ya él era el líder”.

Cuando organizaron el barrio El Carmen, Valentín estableció durante 10 años los festejos en honor a la Virgen por cinco días seguidos. Era seguidor de quemar pólvora como buen norte santandereano.

La periodista Lolita Acosta narró que entre 1958 y 1960, ‘Don Vale’ construyó su primer edificio en Valledupar, información que confirma su hijo al decir “hizo la primera casa de dos pisos donde hoy queda la Galería Popular”.

En 1958 nació el negocio ‘La Tostadora Café Mary’, marca que hace honor a su hija nacida en 1955 y con la que permaneció más de 30 años y cuya última etapa recayó en ‘Café Don Vale’, como segunda marca.

Al final de cuentas, ‘Don Vale’ creó estos establecimientos y otros como ‘Arroz Don Vale’, ‘Hielo Don Vale’, y el quizás más recordado de sus negocios, el Hotel Vajamar, en el año de 1980. El nombre Vajamar, es la sigla de la familia, en honor a sus nombres: Valentín, Javier, Mary y Rosario.

Además del comercio, también fue concejal de esta ciudad en 1984.

“Si pensamos pequeño, lo pequeño nos vendrá. Si pensamos firmemente en lo mejor, en lo positivo y luchamos por alcanzarlo, lo mejor va a venir a nuestras vidas”, dijo Valentín Quintero a través del libro escrito por Lolita Acosta.

Después de batallar por muchos años, Valentín Dolores Quintero Rengifo falleció en Valledupar a sus 90 años, las honras fúnebres se cumplirán hoy las 3:00 de la tarde en el cementerio Jardines del Ecce Homo, en donde sus hijos, familiares y amigos darán el último adiós a ‘Don Vale’, el hombre de los recuerdos imborrables para el comercio vallenato.

‘Don Vale’ recibió cualquier cantidad de reconocimientos por su liderazgo y espíritu emprendedor de comerciante. Uno recordado fue la Medalla de Honor al Mérito Cacique Upar por el Departamento.
“Don Vale no tenía dinero, pero pedía prestado a 15 días hasta cuando vendía el producto y de inmediato iba a pagar”: Javier Quintero.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]

 

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28 mayo, 2015

Adiós a ‘Don Vale’, luchador innato en Valledupar

Hoy será sepultado Valentín Quintero Rengifo, propietario del Hotel Vajamar, quien falleció a los 90 años en la capital del Cesar.


Valentín Quintero fue fundador de empresas como 'La Tostadora Café Mary', el 'Café Don Vale', 'Arroz Don Vale', 'Hielo Don Vale', y el más recordado de sus negocios, el Hotel Vajamar. EL PILÓN / Cortesía.
Valentín Quintero fue fundador de empresas como 'La Tostadora Café Mary', el 'Café Don Vale', 'Arroz Don Vale', 'Hielo Don Vale', y el más recordado de sus negocios, el Hotel Vajamar. EL PILÓN / Cortesía.

El conflicto armado en Colombia, que ha dejado alrededor de siete millones de víctimas, alejó del lecho familiar a muchas personas, a quienes les tocó emigrar a otras poblaciones por la simple razón de que alguien no compartía su creencia política.

Uno de los afectados por el desplazamiento forzado fue Valentín Dolores Quintero Rengifo, un hombre nacido en El Carmen, Norte de Santander, el 5 de noviembre de 1924, bajo un hogar humilde y sencillo de Bonifacio Quintero Bonett y María Rengifo de Quintero, que después lo llevó a su familia que conformó con Rosario Julio Jaimes.

Al ser víctima de la violencia en su territorio, ‘Don Vale’ como es conocido por sus amigos más cercanos, en 1950 decidió venirse a Valledupar y emprender un nuevo sendero junto a su familia.

“En Valledupar vio un sitio ideal para venir, porque Barranquilla no les pareció. Mi papá decidió liderar un grupo de personas y se vinieron de El Carmen, llegaron esta ciudad y aquí gracias a Dios y al difunto Clemente y Efraín Quintero, y a Óscar Pupo, les dieron hospedaje en sus fincas, siempre y cuando se portaban bien”, recuerda su hijo Javier Quintero Julio.

Ya ‘armado’ de valor, coraje e ideas, Valentín Quintero arrancó un proceso de éxito en el comercio en la capital del Cesar. Claro, ya había recibido un terreno en el centro de esta ciudad al que junto a sus compañeros decidieron llamar El Carmen, por ser fieles fervientes de la Virgen del Carmen.

“Mi papá dijo que una vez aquí se hizo amigo de las personas respetables de la ciudad, el primero Clemente Quintero (fallecido)”, relata Javier su hijo mayor, recordando que su papá arrancó en el comercio vallenato trayendo cebolla desde El Carmen, Norte de Santander.

En el libro ‘Don Vale, ejemplo de trabajo y superación’, escrito por la también desaparecida Lolita Acosta, ella narra que Valentín observó un letrero en todo el sector conocido como Cinco Esquinas de se arrienda; “la propiedad era del patricio vallenato don Oscarito Pupo Martínez”.

“Yo le caí como corbatín al cuello. Lo visité en su casa para proponerle el arriendo. Enseguida llamó a su hija Leticia para que me mostrara el sitio que estaba cerrado. Le dijo que si yo aceptaba, hiciera una lista de lo que allí existía y que después me entendiera con él”, de esta manera ‘Don Vale’ inició sus negocios en Valledupar, dice el tomo de 60 páginas.

Y de ahí en adelante las ideas de Valentín Quintero nunca pararon. Le trajo al pueblo vallenato todo lo que pudo: ‘Bar Nevada’, un bar que contaba con un salón de billar, luego organizó un local para expender víveres,
“Mi papá fue muy asequible al modus vivendi de los vallenatos, eso lo acercó a ellos y ya él era el líder”.

Cuando organizaron el barrio El Carmen, Valentín estableció durante 10 años los festejos en honor a la Virgen por cinco días seguidos. Era seguidor de quemar pólvora como buen norte santandereano.

La periodista Lolita Acosta narró que entre 1958 y 1960, ‘Don Vale’ construyó su primer edificio en Valledupar, información que confirma su hijo al decir “hizo la primera casa de dos pisos donde hoy queda la Galería Popular”.

En 1958 nació el negocio ‘La Tostadora Café Mary’, marca que hace honor a su hija nacida en 1955 y con la que permaneció más de 30 años y cuya última etapa recayó en ‘Café Don Vale’, como segunda marca.

Al final de cuentas, ‘Don Vale’ creó estos establecimientos y otros como ‘Arroz Don Vale’, ‘Hielo Don Vale’, y el quizás más recordado de sus negocios, el Hotel Vajamar, en el año de 1980. El nombre Vajamar, es la sigla de la familia, en honor a sus nombres: Valentín, Javier, Mary y Rosario.

Además del comercio, también fue concejal de esta ciudad en 1984.

“Si pensamos pequeño, lo pequeño nos vendrá. Si pensamos firmemente en lo mejor, en lo positivo y luchamos por alcanzarlo, lo mejor va a venir a nuestras vidas”, dijo Valentín Quintero a través del libro escrito por Lolita Acosta.

Después de batallar por muchos años, Valentín Dolores Quintero Rengifo falleció en Valledupar a sus 90 años, las honras fúnebres se cumplirán hoy las 3:00 de la tarde en el cementerio Jardines del Ecce Homo, en donde sus hijos, familiares y amigos darán el último adiós a ‘Don Vale’, el hombre de los recuerdos imborrables para el comercio vallenato.

‘Don Vale’ recibió cualquier cantidad de reconocimientos por su liderazgo y espíritu emprendedor de comerciante. Uno recordado fue la Medalla de Honor al Mérito Cacique Upar por el Departamento.
“Don Vale no tenía dinero, pero pedía prestado a 15 días hasta cuando vendía el producto y de inmediato iba a pagar”: Javier Quintero.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]