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Columnista - 14 mayo, 2018

Acotaciones de un jurado del Festival

Desde hace más de 20 años he tenido el honor de ser jurado en piqueria o en canción inédita, y por mi desempeño ecuánime tengo el reconocimiento de los directivos de la Fundación, de la comunidad vallenata y de los participantes que acatan las reglas de los concursos. A todos los artistas les valoro su […]

Desde hace más de 20 años he tenido el honor de ser jurado en piqueria o en canción inédita, y por mi desempeño ecuánime tengo el reconocimiento de los directivos de la Fundación, de la comunidad vallenata y de los participantes que acatan las reglas de los concursos.

A todos los artistas les valoro su talento y los admiro porque son el alma de los festivales. De los diversos concursos considero [JA1]que la piqueria es el más difícil, además del estrés que genera toda competencia, se tiene que tener habilidad mental para improvisar los versos de acuerdo a las exigencias del jurado.

Este año, además de ser jurado en las rondas semifinales de la piqueria infantil, estuve en la preselección y en la final de las canciones inéditas. Durante cuatro largos días, cinco jurados escuchamos 208 canciones y se preseleccionaron 67. Los concursantes que reconocen las cualidades y méritos de los otros artistas, saben que ser elegido para presentar en público la canción ya es ganancia, y si llegan a la gran final en el Parque de la Leyenda es un privilegio. Las canciones finalistas son consideradas las mejores y cualquiera puede ser la ganadora. En la final, el jurado es nuevo, no tiene en cuenta los acumulados; cada miembro va a calificar de manera individual y después hacen la sumatoria de las planillas personales. Así se elige la canción ganadora.

Sin embargo, en los concursos siempre hay algunos participantes que cuando no obtienen premios, se enfadan, critican al jurado y pretender invalidar los méritos de los demás. A ellos les regalo esta reflexión de Hugo Carlos Granados, rey de reyes del Festival: “Uno antes de presentarse a concursar tiene que saber que en el concurso se gana o se pierde, por la tanto hay que ir preparado para lo que el jurado determine”.

A los jóvenes compositores, que este año fueron mayoría en el concurso, respetuosamente les recomiendo que escuchen a los maestros Tobías Enrique, Escalona, Leandro, Adriano, Calixto, Molina, Adolfo, Gustavo, entre otros, y diferentes tipos de buena música, que lean poesías y revisen las canciones para que sus letras no sean tan extensas. El arte de la poesía cantada exige: métrica, ritmo y rima, y su vestido luminoso es la metáfora. No tengan prisa, hagan canciones que salgan del hontanar del espíritu, sin pensar en festivales y ni en nombrar personajes. Finalizo con esta acotación: Gustavo Gutiérrez en una tarde que venía de Patillal, la inspiración brilló en su alma y empezó a componer ‘Paisaje de Sol’; dos años después sus amigos que conocían la canción le aconsejaron que la presentara al Festival y fue ganadora.

Columnista
14 mayo, 2018

Acotaciones de un jurado del Festival

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

Desde hace más de 20 años he tenido el honor de ser jurado en piqueria o en canción inédita, y por mi desempeño ecuánime tengo el reconocimiento de los directivos de la Fundación, de la comunidad vallenata y de los participantes que acatan las reglas de los concursos. A todos los artistas les valoro su […]


Desde hace más de 20 años he tenido el honor de ser jurado en piqueria o en canción inédita, y por mi desempeño ecuánime tengo el reconocimiento de los directivos de la Fundación, de la comunidad vallenata y de los participantes que acatan las reglas de los concursos.

A todos los artistas les valoro su talento y los admiro porque son el alma de los festivales. De los diversos concursos considero [JA1]que la piqueria es el más difícil, además del estrés que genera toda competencia, se tiene que tener habilidad mental para improvisar los versos de acuerdo a las exigencias del jurado.

Este año, además de ser jurado en las rondas semifinales de la piqueria infantil, estuve en la preselección y en la final de las canciones inéditas. Durante cuatro largos días, cinco jurados escuchamos 208 canciones y se preseleccionaron 67. Los concursantes que reconocen las cualidades y méritos de los otros artistas, saben que ser elegido para presentar en público la canción ya es ganancia, y si llegan a la gran final en el Parque de la Leyenda es un privilegio. Las canciones finalistas son consideradas las mejores y cualquiera puede ser la ganadora. En la final, el jurado es nuevo, no tiene en cuenta los acumulados; cada miembro va a calificar de manera individual y después hacen la sumatoria de las planillas personales. Así se elige la canción ganadora.

Sin embargo, en los concursos siempre hay algunos participantes que cuando no obtienen premios, se enfadan, critican al jurado y pretender invalidar los méritos de los demás. A ellos les regalo esta reflexión de Hugo Carlos Granados, rey de reyes del Festival: “Uno antes de presentarse a concursar tiene que saber que en el concurso se gana o se pierde, por la tanto hay que ir preparado para lo que el jurado determine”.

A los jóvenes compositores, que este año fueron mayoría en el concurso, respetuosamente les recomiendo que escuchen a los maestros Tobías Enrique, Escalona, Leandro, Adriano, Calixto, Molina, Adolfo, Gustavo, entre otros, y diferentes tipos de buena música, que lean poesías y revisen las canciones para que sus letras no sean tan extensas. El arte de la poesía cantada exige: métrica, ritmo y rima, y su vestido luminoso es la metáfora. No tengan prisa, hagan canciones que salgan del hontanar del espíritu, sin pensar en festivales y ni en nombrar personajes. Finalizo con esta acotación: Gustavo Gutiérrez en una tarde que venía de Patillal, la inspiración brilló en su alma y empezó a componer ‘Paisaje de Sol’; dos años después sus amigos que conocían la canción le aconsejaron que la presentara al Festival y fue ganadora.