Después de casi dos años que lleva el proceso investigativo ante las autoridades judiciales, un hombre se allanó a los cargos aceptando haber asesinado a su hijastra de once años, identificada como Ana Karina Sierra Anillo, al parecer en un acto de intolerancia, cuando sostuvo una diferencia con otro hermano de la víctima de trece años, en el que lo amenazaba con una escopeta.

Así quedó evidenciado en la audiencia de juicio oral que realizada ayer viernes en una de las salas del Palacio de Justicia de Valledupar, liderada por el Juzgado Primero Penal Municipal con funciones de conocimiento.

A las 3:30 de la tarde del próximo 7 de junio será el sentido de fallo contra Llerena Ortega, quien se encuentra privado de la libertad en una de las celdas de la Cárcel Judicial de Valledupar.

Cabe recordar que este caso que conmovió a los cesarenses, se registró el 29 de agosto del año 2015 en una vivienda localizada en la calle 6 con carrera 9A del barrio ‘Galán’ del municipio de San Diego, al norte del Cesar, en donde la menor recibió en el tórax varios perdigones de un tiro de escopeta.

Aunque el homicida había sido acusado en varias oportunidades de violencia intrafamiliar, en la Comisaría de Familia del municipio de San Diego, no reposan denuncias en contra de Llerena Ortega.

“Mi padrastro le pegó un puño a mi mamá en la boca, botó sangre, le dije que se metiera con un hombre, él cogió la escopeta y me apuntó; salí corriendo para el portón y mi hermana me empujó y el tiro le cayó a ella”, según dijo la Fiscalía tomando como referencia la narración que el menor de 13 años entregó a las autoridades.

El padrastro de los niños fue judicializado por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas y en principio no se allanó a  los señalamientos que le hizo la Fiscalía.