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General - 16 marzo, 2017

Abatido el jefe de seguridad de ‘Otoniel’

A las 4:30 de la tarde de ayer en una finca de la vereda Fabra, en jurisdicción del municipio cordobés de Valencia, la Policía Nacional puso fin a la carrera criminal de Fernando Oquendo Estrada uno de los cabecillas más peligrosos de la organización delincuencial ‘Clan del Golfo’.

Foto: archivo particular.
Foto: archivo particular.

A las 4:30 de la tarde de ayer en una finca de la vereda Fabra, en jurisdicción del municipio cordobés de Valencia, la Policía Nacional puso fin a la carrera criminal de uno de los cabecillas más peligrosos de la organización delincuencial ‘Clan del Golfo’.

En desarrollo de la ‘Operación Agamenón’, efectivos del Bloque de Búsqueda neutralizaron a Fernando Oquendo Estrada, conocido en el mundo del crimen organizado como ‘Ramiro Bigotes’, jefe de seguridad de Dairo Antonio Úsuga, ‘Otoniel’, máximo cabecilla de esta organización mafiosa.

“Este delincuente no solo era el jefe de seguridad de ‘Otoniel’, sino también el principal cabecilla del narcotráfico en el Urabá antioqueño y cordobés”, sostuvo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas Echeverri.

Por su parte, el director general de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto Rojas, agregó que ‘Ramiro Bigotes’, por cuyo paradero se ofrecía una recompensa de 150 millones de pesos, dirigía la producción de cocaína en laboratorios y cristalizadores ubicados en zona rural de Turbo, en Necoclí y San Pedro de Urabá, al igual que en varias zonas del departamento de Córdoba, especialmente en el municipio de Valencia.

El capo abatido fue uno de los delincuentes que más rápido ascendió en la línea de mando del ‘Clan del Golfo’ hasta convertirse en la sombra de ‘Otoniel’. Era el encargado de negociar cargamentos de armas, equipos de comunicación y hasta los víveres y las provisiones para los integrantes de los anillos de seguridad del cabecilla.

En los archivos judiciales reposaban cuatro órdenes de captura en su contra, por los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado, desaparición, desplazamiento forzado y porte ilegal de armas.

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16 marzo, 2017

Abatido el jefe de seguridad de ‘Otoniel’

A las 4:30 de la tarde de ayer en una finca de la vereda Fabra, en jurisdicción del municipio cordobés de Valencia, la Policía Nacional puso fin a la carrera criminal de Fernando Oquendo Estrada uno de los cabecillas más peligrosos de la organización delincuencial ‘Clan del Golfo’.


Foto: archivo particular.
Foto: archivo particular.

A las 4:30 de la tarde de ayer en una finca de la vereda Fabra, en jurisdicción del municipio cordobés de Valencia, la Policía Nacional puso fin a la carrera criminal de uno de los cabecillas más peligrosos de la organización delincuencial ‘Clan del Golfo’.

En desarrollo de la ‘Operación Agamenón’, efectivos del Bloque de Búsqueda neutralizaron a Fernando Oquendo Estrada, conocido en el mundo del crimen organizado como ‘Ramiro Bigotes’, jefe de seguridad de Dairo Antonio Úsuga, ‘Otoniel’, máximo cabecilla de esta organización mafiosa.

“Este delincuente no solo era el jefe de seguridad de ‘Otoniel’, sino también el principal cabecilla del narcotráfico en el Urabá antioqueño y cordobés”, sostuvo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas Echeverri.

Por su parte, el director general de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto Rojas, agregó que ‘Ramiro Bigotes’, por cuyo paradero se ofrecía una recompensa de 150 millones de pesos, dirigía la producción de cocaína en laboratorios y cristalizadores ubicados en zona rural de Turbo, en Necoclí y San Pedro de Urabá, al igual que en varias zonas del departamento de Córdoba, especialmente en el municipio de Valencia.

El capo abatido fue uno de los delincuentes que más rápido ascendió en la línea de mando del ‘Clan del Golfo’ hasta convertirse en la sombra de ‘Otoniel’. Era el encargado de negociar cargamentos de armas, equipos de comunicación y hasta los víveres y las provisiones para los integrantes de los anillos de seguridad del cabecilla.

En los archivos judiciales reposaban cuatro órdenes de captura en su contra, por los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado, desaparición, desplazamiento forzado y porte ilegal de armas.