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Columnista - 16 octubre, 2011

P E R I S C O P I O Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Ya faltan menos de tres semanas para las elecciones en que se eligirán en todo el país gobernadores, alcaldes, diputados y concejales. La mayoría, me imagino, ya tendrán escogidos sus candidatos, otros estarán resolviendo eso y otros  determinarán no votar. En […]

P E R I S C O P I O

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ
Ya faltan menos de tres semanas para las elecciones en que se eligirán en todo el país gobernadores, alcaldes, diputados y concejales. La mayoría, me imagino, ya tendrán escogidos sus candidatos, otros estarán resolviendo eso y otros  determinarán no votar. En las campañas, habrá muchos que todavía no se definen acerca de cuál será la pilatuna que pondrán en práctica para cometer su pequeño, mediano o gran fraude; de seguro que ganas es lo que les sobra a muchos, esperemos que no puedan llevarlo a cabo a ver si tenemos, por primera vez, unas elecciones en Colombia que podamos calificar como limpias e incontaminadas.
Entre los candidatos, habrá muchos satisfechos con las encuestas llevadas a cabo, unos se confiarán y harán un alto en el camino, otros redoblarán esfuerzos para afianzar su posición o alcanzar al contendor que los aventaja mientras algunos tirarán la toalla y reforzarán a alguien que hasta ayer era su adversario y otros seguirán en la brega, para unos, tercamente y para otros porque “la constancia vence lo que la dicha no alcanza”; en fin, como en todas las empresas humanas, hay para todos los gustos, aún para los que no le dan credibilidad a las encuestas y esperan que “el día de la quema se verá el humo.”
Es satisfactorio y reconfortante ver de qué manera está tratando de posicionarse la juventud dentro de la política; por ese lado sí puede venir la redención de nuestro departamento en particular y del país en general porque no es solamente juventud la que está aspirando a ser elegida en distintos cargos sino que es juventud calificada porque la mayoría son profesionales en distintas disciplinas; me parece que es muy bueno que muy jóvenes se lancen a la liza política y que en forma temprana adquieran responsabilidades públicas; esperemos que sus mentores los estimulen de manera honesta y patriótica pues ellos serán los que recogerán las banderas de la dignidad, el decoro y la responsabilidad, dentro del honor.
Yo pertenezco a una generación a la que le tocó hacer cola mientras se elegían los caciques, caciquitos y los validos de los mismos; en la espera que nunca llegó se vieron tantas cosas fuera de la ortodoxia política llamada decente  donde muchos tuvieron la oportunidad de hacer los cursos de malandros de la política en calificación de “magna cum laude”, cuyos resultados ya se vieron, al punto que ya varios han salido de la cárcel.
Pero como quiera que los cargos de nombramiento no son para los que los merecen por capacitados y honestos sino para los serviles muchas veces “para que se cuadren”, cuando están en épocas de sequía económica sepan o no del  desempeño en el cargo, éste desgreño en las nominaciones genera unas lealtades que asombran porque el nominado sabe que no la merece por lo que es fiel a su nominador en casos hasta la muerte misma.
Lo normal es que el nominador se aproveche para su mandato, del conocimiento y de la pulcritud del nominado, lo que prestigia y jerarquiza su gobierno moralizándolo, pero aquí no es así, en poco tiempo, el nominado queda más cuadrado que una baldosa; casa, carro, finca, club, ganado, mujeres, etc. etc.,y el nominador adquiere un esclavo de por vida.
Por todo lo dicho, las elecciones del 30 de octubre tienen tanta importancia en el país y en lo particular en nuestro departamento porque el mismo está corriendo el peligro y todos nosotros con él, que se instale de nuevo la camarilla que se tomó el Cesar como si éste fuera su finca, donde tenían puestos de representación en Bogotá, en el Congreso, uno de ellos fue candidato único, nombraron gente a tutiplén con el encargo de llenarse y ellos ahora son serviles por la franquicia que les brindaron, y tienen candidatos para todo, pues ellos no pueden figurar pero si les eligen a alguno de ellos se montarán de nuevo y……..pobre Cesar, vendrán con todo.
Si Ud. amigo lector, es amigo de la paz y no quiere contratiempos e intranquilidad para el Cesar, fíjese bien cómo vota pues del resultado de éstas elecciones depende que el Cesar se olvide de esa pesadilla que todos vivimos o que nuevamente se instale aquí; piense lo que sería eso para todos y para el departamento como entidad y seguro que no lo quiere para Ud. ni para los suyos y ni siquiera para un enemigo si acaso lo tiene. Recuerde: hay un candidato que quiere ser Gobernador del Cesar y otro Alcalde de Valledupar, casi nada, tenga la seguridad que si salen elegidos, el 1 de noviembre comienzan éstos señores a nombrar a toda su gente en los puestos, porque aquí hay más gente mala que arena tiene el mar,  pero no se preocupe, que los buenos somos más, por eso les vamos a ganar el 30 de octubre en toda la línea, no lo dude.
Aprovecho la oportunidad para invitar a los abstencionistas para que concurran el 30 de octubre y depositen su voto, ya tuvimos bastante en que lo nuestro no valiera nada, vamos a darnos el gusto de decidir lo que sucederá cuando pongamos a salvo nuestro departamento.

Columnista
16 octubre, 2011

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jaime Gnecco Hernandez

P E R I S C O P I O Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Ya faltan menos de tres semanas para las elecciones en que se eligirán en todo el país gobernadores, alcaldes, diputados y concejales. La mayoría, me imagino, ya tendrán escogidos sus candidatos, otros estarán resolviendo eso y otros  determinarán no votar. En […]


P E R I S C O P I O

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ
Ya faltan menos de tres semanas para las elecciones en que se eligirán en todo el país gobernadores, alcaldes, diputados y concejales. La mayoría, me imagino, ya tendrán escogidos sus candidatos, otros estarán resolviendo eso y otros  determinarán no votar. En las campañas, habrá muchos que todavía no se definen acerca de cuál será la pilatuna que pondrán en práctica para cometer su pequeño, mediano o gran fraude; de seguro que ganas es lo que les sobra a muchos, esperemos que no puedan llevarlo a cabo a ver si tenemos, por primera vez, unas elecciones en Colombia que podamos calificar como limpias e incontaminadas.
Entre los candidatos, habrá muchos satisfechos con las encuestas llevadas a cabo, unos se confiarán y harán un alto en el camino, otros redoblarán esfuerzos para afianzar su posición o alcanzar al contendor que los aventaja mientras algunos tirarán la toalla y reforzarán a alguien que hasta ayer era su adversario y otros seguirán en la brega, para unos, tercamente y para otros porque “la constancia vence lo que la dicha no alcanza”; en fin, como en todas las empresas humanas, hay para todos los gustos, aún para los que no le dan credibilidad a las encuestas y esperan que “el día de la quema se verá el humo.”
Es satisfactorio y reconfortante ver de qué manera está tratando de posicionarse la juventud dentro de la política; por ese lado sí puede venir la redención de nuestro departamento en particular y del país en general porque no es solamente juventud la que está aspirando a ser elegida en distintos cargos sino que es juventud calificada porque la mayoría son profesionales en distintas disciplinas; me parece que es muy bueno que muy jóvenes se lancen a la liza política y que en forma temprana adquieran responsabilidades públicas; esperemos que sus mentores los estimulen de manera honesta y patriótica pues ellos serán los que recogerán las banderas de la dignidad, el decoro y la responsabilidad, dentro del honor.
Yo pertenezco a una generación a la que le tocó hacer cola mientras se elegían los caciques, caciquitos y los validos de los mismos; en la espera que nunca llegó se vieron tantas cosas fuera de la ortodoxia política llamada decente  donde muchos tuvieron la oportunidad de hacer los cursos de malandros de la política en calificación de “magna cum laude”, cuyos resultados ya se vieron, al punto que ya varios han salido de la cárcel.
Pero como quiera que los cargos de nombramiento no son para los que los merecen por capacitados y honestos sino para los serviles muchas veces “para que se cuadren”, cuando están en épocas de sequía económica sepan o no del  desempeño en el cargo, éste desgreño en las nominaciones genera unas lealtades que asombran porque el nominado sabe que no la merece por lo que es fiel a su nominador en casos hasta la muerte misma.
Lo normal es que el nominador se aproveche para su mandato, del conocimiento y de la pulcritud del nominado, lo que prestigia y jerarquiza su gobierno moralizándolo, pero aquí no es así, en poco tiempo, el nominado queda más cuadrado que una baldosa; casa, carro, finca, club, ganado, mujeres, etc. etc.,y el nominador adquiere un esclavo de por vida.
Por todo lo dicho, las elecciones del 30 de octubre tienen tanta importancia en el país y en lo particular en nuestro departamento porque el mismo está corriendo el peligro y todos nosotros con él, que se instale de nuevo la camarilla que se tomó el Cesar como si éste fuera su finca, donde tenían puestos de representación en Bogotá, en el Congreso, uno de ellos fue candidato único, nombraron gente a tutiplén con el encargo de llenarse y ellos ahora son serviles por la franquicia que les brindaron, y tienen candidatos para todo, pues ellos no pueden figurar pero si les eligen a alguno de ellos se montarán de nuevo y……..pobre Cesar, vendrán con todo.
Si Ud. amigo lector, es amigo de la paz y no quiere contratiempos e intranquilidad para el Cesar, fíjese bien cómo vota pues del resultado de éstas elecciones depende que el Cesar se olvide de esa pesadilla que todos vivimos o que nuevamente se instale aquí; piense lo que sería eso para todos y para el departamento como entidad y seguro que no lo quiere para Ud. ni para los suyos y ni siquiera para un enemigo si acaso lo tiene. Recuerde: hay un candidato que quiere ser Gobernador del Cesar y otro Alcalde de Valledupar, casi nada, tenga la seguridad que si salen elegidos, el 1 de noviembre comienzan éstos señores a nombrar a toda su gente en los puestos, porque aquí hay más gente mala que arena tiene el mar,  pero no se preocupe, que los buenos somos más, por eso les vamos a ganar el 30 de octubre en toda la línea, no lo dude.
Aprovecho la oportunidad para invitar a los abstencionistas para que concurran el 30 de octubre y depositen su voto, ya tuvimos bastante en que lo nuestro no valiera nada, vamos a darnos el gusto de decidir lo que sucederá cuando pongamos a salvo nuestro departamento.