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Columnista - 25 junio, 2010

¿Gobierno de Unidad Nacional?

Por: Luis Elquis Diaz El 20 de Junio de 2010 será una fecha que no solo evocará la ocasión donde el pueblo de Colombia encargó la manija a Juan Manuel Santos Calderón,  para que dirigiera los hilos de una nación tan noble como compleja; también se hará reminiscencia por los 9 millones 4221 votos, cifra […]

Por: Luis Elquis Diaz

El 20 de Junio de 2010 será una fecha que no solo evocará la ocasión donde el pueblo de Colombia encargó la manija a Juan Manuel Santos Calderón,  para que dirigiera los hilos de una nación tan noble como compleja; también se hará reminiscencia por los 9 millones 4221 votos, cifra sin precedentes que categóricamente doblego las aspiraciones del incoherente Antanas Mockus.
Así mismo, recordaremos que aun somos una democracia  vencida por el abstencionismo, quizás con la pretensión de resignarse para no expresar su inconformismo; sin embargo, con tal apatía motiva el provecho que logra la minoría para configurar el establecimiento de un  nuevo gobierno. La victoria de Juan Manuel Santos no tiene espacio para cuestionamientos, además JM Santos posee el talante, la experiencia, la preparación académica y el precedente de logros evidentes. El llamado de unidad nacional tendrá en el primer año de gobierno su principal exigencia, en este periodo se hacen usualmente las reformas más sustanciales. Unidad nacional significa el encuentro de todos, menos el Polo Democrático, pues el Partido Verde mantendrá la perspectiva expuesta por Mockus.
De manera que el gobierno que inicia el próximo 7 de agosto debe enfocar su compromiso en inmunizar las finanzas, a través de una política seria que evite la evasión, seguir mejorando los recaudos, racionalizar el gasto en defensa, con el fin de reducir el déficit fiscal.
La tasa de desocupación en el país ostenta un record deshonroso en América Latina desde hace 10 años, por lo tanto la promesa de campaña, conformado el gobierno tiene la obligación de crear un programa serio que revierta este problema estructural que fomenta la pobreza, la indigencia y la desigualdad. Actualmente, según cifras del DANE y del DNP de los 43 millones de habitantes que tiene el país, aproximadamente 20 millones viven bajo la línea de pobreza, 7 millones en la indigencia y la desigualdad, medida en términos de salario por el Coeficiente Gini es de 0,578.
Las relaciones diplomáticas, principalmente con Venezuela y Ecuador sufren quebrantos que directamente afectan el comercio, por lo tanto es prioritario comulgar en un escenario que genere mutua confianza para definir lo fundamental. Colombia no puede darse el lujo de mostrar desinterés al respecto, especialmente por el congelamiento del TLC con Estados Unidos, que en términos ecuánimes es de mucho beneficio. Estos tratados no pueden sobreponer el interés particular de ningún sector, pues el compromiso es con la nación.

La rama Judicial con sus decisiones ha generado malestares en el ejecutivo, sin embargo las transcendentales como la relacionada con la crisis del sector de la salud, el Referendo y los escándalos que rodearon el actual gobierno, desde luego tienen que acatarse y respetarse, este poder es autónomo e independiente, esa es la razón de ser de un estado de derecho. Este poder público no puede quedar marginado del espíritu de unidad formulado, con ellos es perentorio encontrar la armonía, sin perder el objeto de sus actuaciones, las cuales atienden menesteres específicos, que en nada afecta la fraternidad y asertividad institucional, por consiguiente es impertinente la intromisión en acciones apartadas de sus linderos. Colombia debe ajustarse al modelo que prontamente deberán enfocar los países latinoamericanos. Crecer internamente es la alternativa, a través del compromiso por la productividad. La orientación macroeconómica es en términos de infraestructura, para disminuir costos en transporte, dinamizar el acceso al crédito para las Pymes, concertar las tasas de tributación para las empresas  y emprender fuentes de innovación.  Unidad nacional por Colombia; no tenemos espacio ni tiempo para desaprovechar. Infortunadamente en temas de carácter político y en el fragor de las campañas, siempre existe un margen para lo inverosímil.
[email protected]

Columnista
25 junio, 2010

¿Gobierno de Unidad Nacional?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Por: Luis Elquis Diaz El 20 de Junio de 2010 será una fecha que no solo evocará la ocasión donde el pueblo de Colombia encargó la manija a Juan Manuel Santos Calderón,  para que dirigiera los hilos de una nación tan noble como compleja; también se hará reminiscencia por los 9 millones 4221 votos, cifra […]


Por: Luis Elquis Diaz

El 20 de Junio de 2010 será una fecha que no solo evocará la ocasión donde el pueblo de Colombia encargó la manija a Juan Manuel Santos Calderón,  para que dirigiera los hilos de una nación tan noble como compleja; también se hará reminiscencia por los 9 millones 4221 votos, cifra sin precedentes que categóricamente doblego las aspiraciones del incoherente Antanas Mockus.
Así mismo, recordaremos que aun somos una democracia  vencida por el abstencionismo, quizás con la pretensión de resignarse para no expresar su inconformismo; sin embargo, con tal apatía motiva el provecho que logra la minoría para configurar el establecimiento de un  nuevo gobierno. La victoria de Juan Manuel Santos no tiene espacio para cuestionamientos, además JM Santos posee el talante, la experiencia, la preparación académica y el precedente de logros evidentes. El llamado de unidad nacional tendrá en el primer año de gobierno su principal exigencia, en este periodo se hacen usualmente las reformas más sustanciales. Unidad nacional significa el encuentro de todos, menos el Polo Democrático, pues el Partido Verde mantendrá la perspectiva expuesta por Mockus.
De manera que el gobierno que inicia el próximo 7 de agosto debe enfocar su compromiso en inmunizar las finanzas, a través de una política seria que evite la evasión, seguir mejorando los recaudos, racionalizar el gasto en defensa, con el fin de reducir el déficit fiscal.
La tasa de desocupación en el país ostenta un record deshonroso en América Latina desde hace 10 años, por lo tanto la promesa de campaña, conformado el gobierno tiene la obligación de crear un programa serio que revierta este problema estructural que fomenta la pobreza, la indigencia y la desigualdad. Actualmente, según cifras del DANE y del DNP de los 43 millones de habitantes que tiene el país, aproximadamente 20 millones viven bajo la línea de pobreza, 7 millones en la indigencia y la desigualdad, medida en términos de salario por el Coeficiente Gini es de 0,578.
Las relaciones diplomáticas, principalmente con Venezuela y Ecuador sufren quebrantos que directamente afectan el comercio, por lo tanto es prioritario comulgar en un escenario que genere mutua confianza para definir lo fundamental. Colombia no puede darse el lujo de mostrar desinterés al respecto, especialmente por el congelamiento del TLC con Estados Unidos, que en términos ecuánimes es de mucho beneficio. Estos tratados no pueden sobreponer el interés particular de ningún sector, pues el compromiso es con la nación.

La rama Judicial con sus decisiones ha generado malestares en el ejecutivo, sin embargo las transcendentales como la relacionada con la crisis del sector de la salud, el Referendo y los escándalos que rodearon el actual gobierno, desde luego tienen que acatarse y respetarse, este poder es autónomo e independiente, esa es la razón de ser de un estado de derecho. Este poder público no puede quedar marginado del espíritu de unidad formulado, con ellos es perentorio encontrar la armonía, sin perder el objeto de sus actuaciones, las cuales atienden menesteres específicos, que en nada afecta la fraternidad y asertividad institucional, por consiguiente es impertinente la intromisión en acciones apartadas de sus linderos. Colombia debe ajustarse al modelo que prontamente deberán enfocar los países latinoamericanos. Crecer internamente es la alternativa, a través del compromiso por la productividad. La orientación macroeconómica es en términos de infraestructura, para disminuir costos en transporte, dinamizar el acceso al crédito para las Pymes, concertar las tasas de tributación para las empresas  y emprender fuentes de innovación.  Unidad nacional por Colombia; no tenemos espacio ni tiempo para desaprovechar. Infortunadamente en temas de carácter político y en el fragor de las campañas, siempre existe un margen para lo inverosímil.
[email protected]