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Columnista - 16 marzo, 2011

¡Emergencia Nuclear en Japón!

Por  Gustavo Cotes Medina Según la afirmación del primer ministro del Japón, Naoto Kan, “la situación actual, con el sismo de 9 grados, el tsunami y las centrales nucleares es- de cierta manera- la crisis más grave que han enfrentado en los últimos 65 años, tras el fin de la segunda Guerra Mundial”. Esta tragedia […]

Por  Gustavo Cotes Medina

Según la afirmación del primer ministro del Japón, Naoto Kan, “la situación actual, con el sismo de 9 grados, el tsunami y las centrales nucleares es- de cierta manera- la crisis más grave que han enfrentado en los últimos 65 años, tras el fin de la segunda Guerra Mundial”. Esta tragedia ha dejado un balance preliminar de 2.800 muertos, miles de desaparecidos, 1,8 millones de viviendas  sin agua potable, sin servicio de energía eléctrica y calefacción, más de 21.000 construcciones destruidas y los daños causados son del orden de los 35.000 millones de dólares. El terremoto de Japón es el segundo de mayor magnitud ocurrido en el mundo desde el inicio del siglo XX, superado solo por el de Valdivia- Chile- en mayo 22 de 1960, que alcanzó los 9,5 grados en la escala de Richter con un saldo de 6.000 muertos.

Japón, país del “Sol Naciente”, al oriente de Asia, con una superficie de 373.000 kilómetros cuadrados, y donde tiembla casi todos los días, tiene un parque nuclear de 55 reactores instalados a lo largo de su territorio, dos más están en construcción y otros 11 se encuentran en proceso de planeación. En consecuencia, sus 130 millones de habitantes están rodeados, sienten que el peligro irreversible de la radiación lo tienen a la vuelta de la esquina y temen que se repita la tragedia de Chernobyl-Ucrania- el 26 de abril de 1986.

La Central Nuclear de Fukushima, a 270 kilómetros de Tokio, tiene en operación 10 reactores instalados en dos plantas que han sido dañadas parcialmente por el terremoto con explosiones de hidrógeno en las unidades número 1, 2, 3 y 4 lo que ha motivado la evacuación de 210.000 personas en un radio de 20 kilómetros alrededor de las instalaciones.  Hoy, las explosiones que se han presentado en los cuatro reactores  de la planta número 1 de Fukushima- Daiichi- aumentan las posibilidades de fugas radiactivas y no se descarta fusiones del núcleo de los reactores a causa de un sobrecalentamiento. Los niveles de radiación en las cercanías de los reactores 3 y 4 superan ampliamente el límite legal permitido. Además, en situación inquietante de alarma se encuentran las centrales de Onagawa y Tokai, con dos reactores cada una, que están muy cercanas a Fukushima.

Los efectos del terremoto en la central nuclear, en el peor escenario, consistían en una explosión en los reactores debido al sobrecalentamiento generado por fallas en el  sistema de refrigeración, y así fue. Se presentaron 4 explosiones que ni los rígidos protocolos ni las estrictas medidas de seguridad pudieron evitarlo.  Se está utilizando agua del mar enriquecida con boro para inundar los reactores como una medida drástica con el fin de evitar que siga el sobrecalentamiento.

En una escala de uno a siete, el accidente en la planta es de nivel cuatro y lo más grave que podría pasar es que se presente una emisión radiactiva muy grande con efectos serios en la salud de la población. La exposición de elementos radiactivos a la atmósfera podría provocar cáncer de una gravedad proporcional a la dosis absorbida y para proteger a la población, además de evacuarlos, se recomienda el aislamiento y el consumo de pastillas de yodo limpio para evitar el cáncer de tiroides. Decenas de personas han sido sometidas a pruebas de radiación atómica.

Es de anotar que los reactores afectados quedarán inutilizables y se abrirá la discusión sobre cómo desmantelarlos para desactivar riesgos futuros. Algunos países como Alemania están solicitando un freno al desarrollo de la energía nuclear porque los esfuerzos para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, podría tener un costo social, económico y ambiental de muy altas proporciones para la humanidad.
Se supone que por razones de seguridad nacional las autoridades japonesas manejan con alguna confidencialidad la información real de cómo evoluciona la emergencia nuclear en Fukushima. Sin embargo, los peligros de la radiactividad y una posible pero lejana explosión nuclear, están rondando en la mente de los japoneses. Confiamos que con la solidaridad y el apoyo internacional, especialmente de los Estados Unidos, ese país oriental, luchador, disciplinado, organizado y valiente, pueda seguir adelante a pesar de las enormes dificultades que se le presentarán en  el corto y mediano plazo.
[email protected]

Columnista
16 marzo, 2011

¡Emergencia Nuclear en Japón!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gustavo Cotez Medina

Por  Gustavo Cotes Medina Según la afirmación del primer ministro del Japón, Naoto Kan, “la situación actual, con el sismo de 9 grados, el tsunami y las centrales nucleares es- de cierta manera- la crisis más grave que han enfrentado en los últimos 65 años, tras el fin de la segunda Guerra Mundial”. Esta tragedia […]


Por  Gustavo Cotes Medina

Según la afirmación del primer ministro del Japón, Naoto Kan, “la situación actual, con el sismo de 9 grados, el tsunami y las centrales nucleares es- de cierta manera- la crisis más grave que han enfrentado en los últimos 65 años, tras el fin de la segunda Guerra Mundial”. Esta tragedia ha dejado un balance preliminar de 2.800 muertos, miles de desaparecidos, 1,8 millones de viviendas  sin agua potable, sin servicio de energía eléctrica y calefacción, más de 21.000 construcciones destruidas y los daños causados son del orden de los 35.000 millones de dólares. El terremoto de Japón es el segundo de mayor magnitud ocurrido en el mundo desde el inicio del siglo XX, superado solo por el de Valdivia- Chile- en mayo 22 de 1960, que alcanzó los 9,5 grados en la escala de Richter con un saldo de 6.000 muertos.

Japón, país del “Sol Naciente”, al oriente de Asia, con una superficie de 373.000 kilómetros cuadrados, y donde tiembla casi todos los días, tiene un parque nuclear de 55 reactores instalados a lo largo de su territorio, dos más están en construcción y otros 11 se encuentran en proceso de planeación. En consecuencia, sus 130 millones de habitantes están rodeados, sienten que el peligro irreversible de la radiación lo tienen a la vuelta de la esquina y temen que se repita la tragedia de Chernobyl-Ucrania- el 26 de abril de 1986.

La Central Nuclear de Fukushima, a 270 kilómetros de Tokio, tiene en operación 10 reactores instalados en dos plantas que han sido dañadas parcialmente por el terremoto con explosiones de hidrógeno en las unidades número 1, 2, 3 y 4 lo que ha motivado la evacuación de 210.000 personas en un radio de 20 kilómetros alrededor de las instalaciones.  Hoy, las explosiones que se han presentado en los cuatro reactores  de la planta número 1 de Fukushima- Daiichi- aumentan las posibilidades de fugas radiactivas y no se descarta fusiones del núcleo de los reactores a causa de un sobrecalentamiento. Los niveles de radiación en las cercanías de los reactores 3 y 4 superan ampliamente el límite legal permitido. Además, en situación inquietante de alarma se encuentran las centrales de Onagawa y Tokai, con dos reactores cada una, que están muy cercanas a Fukushima.

Los efectos del terremoto en la central nuclear, en el peor escenario, consistían en una explosión en los reactores debido al sobrecalentamiento generado por fallas en el  sistema de refrigeración, y así fue. Se presentaron 4 explosiones que ni los rígidos protocolos ni las estrictas medidas de seguridad pudieron evitarlo.  Se está utilizando agua del mar enriquecida con boro para inundar los reactores como una medida drástica con el fin de evitar que siga el sobrecalentamiento.

En una escala de uno a siete, el accidente en la planta es de nivel cuatro y lo más grave que podría pasar es que se presente una emisión radiactiva muy grande con efectos serios en la salud de la población. La exposición de elementos radiactivos a la atmósfera podría provocar cáncer de una gravedad proporcional a la dosis absorbida y para proteger a la población, además de evacuarlos, se recomienda el aislamiento y el consumo de pastillas de yodo limpio para evitar el cáncer de tiroides. Decenas de personas han sido sometidas a pruebas de radiación atómica.

Es de anotar que los reactores afectados quedarán inutilizables y se abrirá la discusión sobre cómo desmantelarlos para desactivar riesgos futuros. Algunos países como Alemania están solicitando un freno al desarrollo de la energía nuclear porque los esfuerzos para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, podría tener un costo social, económico y ambiental de muy altas proporciones para la humanidad.
Se supone que por razones de seguridad nacional las autoridades japonesas manejan con alguna confidencialidad la información real de cómo evoluciona la emergencia nuclear en Fukushima. Sin embargo, los peligros de la radiactividad y una posible pero lejana explosión nuclear, están rondando en la mente de los japoneses. Confiamos que con la solidaridad y el apoyo internacional, especialmente de los Estados Unidos, ese país oriental, luchador, disciplinado, organizado y valiente, pueda seguir adelante a pesar de las enormes dificultades que se le presentarán en  el corto y mediano plazo.
[email protected]